lunes, 9 de junio de 2014

El rey y las peluquerías.



Bueno, lo he leído, ¿escrito por mí?, no sé, en plan jocoso le hubiera
dado otro tono más surrealista, y en plan realista me hubiera ido a un
plano más elevado, creo que el rey es una especie de personaje de
Shakespeare en estos momentos, y que en este momento final se es más
consciente de su grandeza, y, por qué no decirlo, de su drama,
Shakespeare en definitiva, esperemos que no le ocurra como al rey Lear
y acabe abandonado a su suerte una vez que repartió su reino, en
cualquier caso uno es grande cuando está arriba y en mi opinión es más
grande aún cuando está abajo, si uno es grande de verdad, grande en
sentido humano, va a ser difícil dejar de llamarle rey y al príncipe
dejar de llamarle príncipe, no sé, yo no me aclaro mucho con esto de
la abdicación, me parece todo un tanto forzado, no acabo de
comprenderlo, creo que el artículo que me has mandado es una tontería
más, lleno de lugares comunes, que pueden ser ciertos pero que no
dejan de ser irrelevantes, yo en el lugar de la casa del rey haría un
dossier de balance final de un reinado con datos exhaustivos, y lo
divulgaría a la prensa, números, lo que no se mide no existe solíamos
decir en Calidad, pues creo que esos números en el caso del rey y de
la reina son abrumadores, no admitirían discusión, y todo eso pesaría
enormemente frente a todos esos cotilleos de peluquería.

el paseante

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