jueves, 6 de octubre de 2011

Las flores de Tirso de Molina.





Es cosa de enamorados, los jóvenes del barrio de Lavapiés suben a comprar flores para sus enamoradas a los quioscos de la plaza de Tirso de Molina, es un comercio que vive del amor, plantas y flores, bellas creaciones de la naturaleza que perfuman el aire y llenan la plaza con los colores de un bello jardín.

"Te quiero", parecen decir todos los ramos ya preparados a quién quiera comprarlos, "I love you", "I love you so", te quiero tanto, exclama toda la plaza al unísono desde las casetas llenas de flores, y el aire se llena de suspiros de amor para quién quiera recogerlos, el amor sobrevuela la plaza en forma de pajarillos que se posan sobre los árboles y los arbustos de los parterres, huele a primavera todo el año en la Plaza de Tirso de Molina y se miran los amantes a través de la luz primaveral que siempre reflejan las flores aunque sea invierno.

Vive la plaza siempre en primavera, rompen el cielo los trinos de los pájaros, la fresca brisa del amor sopla por entre las esquinas de las calles que van a dar a la plaza, y el amor se eleva hasta las nubes desde donde cae una suave y delicada lluvia de sentimientos que limpia el alma de los transeuntes.

Plaza, te quiero, ya te lo había dicho antes pero te lo repito, quiero tu abrazo sobre mí y tu beso abierto como los pétalos de una flor.

El paseante.
Otoño 2011.

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