La Gran Vía. José R. Carballo. Óleo a espátula sobre cartón, 50x50 cm. Año 2005. |
El recuerdo es el motor del cuadro, con él empieza a gestarse, el cuadro nace en la cabeza del pintor primero, él lo visualiza en su imaginación, a veces de manera inconsciente, es pues, una remembranza, el pintor va a renombrar la realidad aunque la tenga delante, y lo hará a través de su recuerdo, el pensamiento es pues la base, sin pensar el cuadro el cuadro fracasa, el proceso creativo engloba el recuerdo, el pensamiento, y algo fundamental, la intuición, que es como un chispazo, y ésta no se sabe de dónde nace, es el toque divino del arte, el toque divino del artista.
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