Sofronízame
Extiende sobre mí tu fuerza, tu poder, tu dominio
Colonízame sin misericordia, sé mi metrópoli
Explótame, agótame, sométeme, extíngueme
No me abandones hasta mi completa extinción
Todos mis recursos, mi fuerza, todas mis capacidades
Para ti
Toda mi resistencia, mi paciencia, mi sufrimiento, mi
vida
Para ti
A ti me entrego como un autómata sumiso
Sin condiciones, ni cláusulas, ni contrato, ni límites
A cambio sólo te pido a ti, tu atención, tu explotación,
tu dominio
No te lo crees? No lo comprendes? Dudas si será
cierto?
Es tan cierto como la historia de la humanidad
No me queda otro remedio
Sin ti perecería, me extinguiría, desaparecería
No me importa la inclemencia de tu trato
Sólo a través de ti podré seguir viviendo
Con tus condiciones, tu violencia, tu holocausto
Durante un tiempo nos perteneceremos, yo la víctima,
tú el verdugo
No lo dudes, no te arrepientas, decídete, no hay
engaño
Después de todo qué eres tú que yo no sea?
Víctima o verdugo, lo sepamos, lo queramos, lo
comprendamos
Somos
Es la vida, su lenguaje, su sintaxis, su esencia
Y aunque no lo quieras seré igualmente tu víctima involuntaria
Víctima de tu indiferencia, tu negligencia, tu
ignorancia
De tu egoísmo, tu necedad, tu ceguera
Y entonces no viviré, moriré
No quieres estruendo?
No hace falta, tu conciencia lo sabe
Y no podrás escapar
De mí
José Ramón Carballo
28 de agosto de 2018
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