Nunca Italia fue filmada con un cromatismo tan espectacular y elegante desde
‘Locuras de verano’ de David Lean. Anthony Minguella, productor y
director impropio de estos tiempos, prematuramente fallecido a consecuencia de
un desafortunado proceso postoperatorio, después de haberse bañado en oro con la
multipremiada ‘El
paciente inglés‘ y antes de regalarle a su actor favorito, Jude
Law, dos de las mejores películas de su carrera, ‘Cold Mountain‘ y ‘Breaking and entering‘, le
hizo coprotagonista de ‘El talento de Mr. Ripley‘, encarnando
al objeto de la admiración y el deseo de Tom Ripley, uno de los
personajes más desasosegantes de la literatura del siglo XX.
Basado en el primero de los libros que sobre el personaje de Tom Ripley, escribió a lo largo de su vida la novelista norteamericana Patricia Highsmith, bisexual para más señas, ésta segunda adaptación cinematográfica del libro (la primera tuvo a un joven Alain Delon encarnando a Ripley en ‘A pleno sol‘ de René Clément), supuso un escalón más arriba en la filmografía del comprometido Matt Damon, que se vió rodeado por un espectacular reparto, con Law, Cate Blanchett, Gwyneth Paltrow y Phillip Seymour Hoffman, encarnando a las desgraciadas víctimas de la enferma mente del protagonista.
Tom Ripley conoce casualmente en una fiesta, en la que sustituye a un pianista, a Herbert Greenleaf, a quien hace creer que fue antiguo compañero en Princeton de su hijo Dickie, un auténtico playboy sin más ambición que la de sacar partido al dinero de su padre y a sus múltiples atractivos. Herbert ofrece dinero a Tom para que vaya a Italia a buscar a su hijo y devolverlo a casa. Después de encontrarse con Dickie y su novia. Tom encuentra la forma de integrarse en la pareja, pero así como tras unos pocos días Dickie comienza a hartarse de la presencia de Ripley entre ellos, los sentimientos de Tom le obligan a buscar formas de permanecer junto a la pareja. Un deseo cada vez mayor de mantener el mismo ritmo de vida de Greenleaf y una fortísima atracción sexual por el guapo donjuan, hacen que Tom logre persuadir a Dickie de tomar unas cortas vacaciones juntos en San Remo, donde le confiesa su amor por él, algo de lo que Greenleaf ya se había hecho consciente. Tras el rechazo humillante de Greenleaf, Tom Ripley acaba con su vida a golpes de remo.
Tras el crimen, Ripley se hará pasar por Greenleaf, usando sus ropas, su apartamento y su dinero, mientras juega dentro de un peligroso laberinto de engaños, a ocultar la muerte de Dickie y la suplantación de su personalidad al mejor amigo de este, a su novia, y a una inoportuna turista norteamericana, mediante una progresión perversa de acontecimientos tras los cuales, el protagonista aprenderá que el crimen puede ser, en los momentos más desesperados, una herramienta tan útil como cualquier otra, con tal de mantener cualquier objetivo.
‘El talento de Mr Ripley’ es una virtuosa obra de orfebrería narrativa, visualmente impecable con un grupo de excelentes actores en estado de gracia. Un fresco extraordinario sobre la perversión derivada de las frustraciones de una mente inestable y ambiciosa más allá de los límites de cualquier racionalismo social, y, posiblemente, el mejor retrato visto en cine de un homosexual psicópata. Váis sobrados de motivos para disfrutarla.
www.ambienteg.com
Basado en el primero de los libros que sobre el personaje de Tom Ripley, escribió a lo largo de su vida la novelista norteamericana Patricia Highsmith, bisexual para más señas, ésta segunda adaptación cinematográfica del libro (la primera tuvo a un joven Alain Delon encarnando a Ripley en ‘A pleno sol‘ de René Clément), supuso un escalón más arriba en la filmografía del comprometido Matt Damon, que se vió rodeado por un espectacular reparto, con Law, Cate Blanchett, Gwyneth Paltrow y Phillip Seymour Hoffman, encarnando a las desgraciadas víctimas de la enferma mente del protagonista.
Tom Ripley conoce casualmente en una fiesta, en la que sustituye a un pianista, a Herbert Greenleaf, a quien hace creer que fue antiguo compañero en Princeton de su hijo Dickie, un auténtico playboy sin más ambición que la de sacar partido al dinero de su padre y a sus múltiples atractivos. Herbert ofrece dinero a Tom para que vaya a Italia a buscar a su hijo y devolverlo a casa. Después de encontrarse con Dickie y su novia. Tom encuentra la forma de integrarse en la pareja, pero así como tras unos pocos días Dickie comienza a hartarse de la presencia de Ripley entre ellos, los sentimientos de Tom le obligan a buscar formas de permanecer junto a la pareja. Un deseo cada vez mayor de mantener el mismo ritmo de vida de Greenleaf y una fortísima atracción sexual por el guapo donjuan, hacen que Tom logre persuadir a Dickie de tomar unas cortas vacaciones juntos en San Remo, donde le confiesa su amor por él, algo de lo que Greenleaf ya se había hecho consciente. Tras el rechazo humillante de Greenleaf, Tom Ripley acaba con su vida a golpes de remo.
Tras el crimen, Ripley se hará pasar por Greenleaf, usando sus ropas, su apartamento y su dinero, mientras juega dentro de un peligroso laberinto de engaños, a ocultar la muerte de Dickie y la suplantación de su personalidad al mejor amigo de este, a su novia, y a una inoportuna turista norteamericana, mediante una progresión perversa de acontecimientos tras los cuales, el protagonista aprenderá que el crimen puede ser, en los momentos más desesperados, una herramienta tan útil como cualquier otra, con tal de mantener cualquier objetivo.
‘El talento de Mr Ripley’ es una virtuosa obra de orfebrería narrativa, visualmente impecable con un grupo de excelentes actores en estado de gracia. Un fresco extraordinario sobre la perversión derivada de las frustraciones de una mente inestable y ambiciosa más allá de los límites de cualquier racionalismo social, y, posiblemente, el mejor retrato visto en cine de un homosexual psicópata. Váis sobrados de motivos para disfrutarla.
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