martes, 18 de diciembre de 2012
Ha vuelto Nati la enfermera...
Ha vuelto, ya está aquí de nuevo, es Nati la enfermera, pero
podéis llamarla Miss Libido, ha vuelto a casa por navidad como el turrón,
bueno, en su caso ha vuelto al ambulatorio de mi barrio, el otro día la vi, fui
a ponerme una inyección de bromuro por lo del priapismo que vengo padeciendo, y
me la puso ella, es muy inexperta, según entro me sonríe y me dice que me baje
los pantalones, me quedo con el culo al aire, enseñándola el culo y va ella y
tarda una hora en preparar la jeringuilla, se me quedó el culo helado, y encima
con mi problema tenía una erección enorme, menos mal que no me di la vuelta,
aunque ella seguro que estará acostumbrada, la chica no deja indiferente, eso
está claro, es de rompe y rasga. Me puso al final la inyección, primero me
aplicó el alcohol y luego a lo bestia, como si clavara una banderilla, pegué un
alarido enorme y entró la enfermera jefe que es completamente diferente a ella,
tiene bigote, ésta sí se dio cuenta de la erección y se mosqueó, espero que el
asunto no perjudique a la pobre Nati, lo cierto es que las mujeres la tienen
envidia y los hombres sólo ven su físico, no son capaces de ver su espíritu, de
eso se queja siempre ella, en ocasiones el ser tan deseable es algo que
perjudica en las relaciones con los demás, lo sé bien por propia experiencia.
Nati, ése orgasmo para los sentidos…
El paseante
La película de la semana. Sleepless in Seatle. Nora Ephron. 1993.
Es mi película navideña favorita, me hace llorar, todas las navidades la ponen en la tele, es enternecedora, no os voy a contar el argumento, mejor que lo descubráis por vosotros mismos, así la disfrutaréis más.
El tema de la navidad, Nueva York, la soledad, la infancia, la paternidad, el amor, las citas a ciegas, una casa preciosa sobre el agua en Seatle, el programa nocturno de radio para corazones solitarios..., no os la perdáis, realmente vale la pena.
La película es un remake de Tú y yo, película de Leo Mc Carey de 1957 protagonizada por Cary Grant y Deborah Kerr.
Las escenas en la azotea del Empire State Building están inspiradas directamente en esta película, es el romántico lugar en el que se produce el esperado encuentro amoroso, con la ciudad de Nueva York de fondo iluminada por la navidad y el candoroso niño de testigo emocionado.
Vais a llorar, os lo prometo.
¿Os gusta llorar?
A mí me encanta, me relaja, y es buenísimo para los ojos, además sueltas tensión, te desestresas, algo que en navidad es muy necesario...
el paseante
domingo, 16 de diciembre de 2012
Decíamos ayer. La navidad en mi pueblo y otras historias. Diciembre 2011 (2).
martes, 13 de diciembre de 2011
El cuadro de la semana. La anunciación. Fra Angélico.
Creo que sólo Dios puede ser capaz de pintar algo así.
Tan puro.
Tan sutil.
Tan espiritual.
Tan bello.
Dios, el Dios que hay dentro de cada uno de nosotros es capaz de pintar algo así.
Tan etéreo.
Tan real.
Tan armonioso.
Tan bello.
Creo que Fra Angélico fue el instrumento en manos de Dios para pintar este cuadro.
Sin duda el cuadro más bello de la historia del arte, ningún otro lo ha superado.
Es la imagen misma de la belleza y del amor, de la amorosa entrega al espíritu.
El triunfo del espíritu sobre la razón.
El triunfo de Dios.
El triunfo de la fe.
No se siente uno capaz de hablar sobre la pintura cuando se está contemplando un milagro.
el paseante
Creo que sólo Dios puede ser capaz de pintar algo así.
Tan puro.
Tan sutil.
Tan espiritual.
Tan bello.
Dios, el Dios que hay dentro de cada uno de nosotros es capaz de pintar algo así.
Tan etéreo.
Tan real.
Tan armonioso.
Tan bello.
Creo que Fra Angélico fue el instrumento en manos de Dios para pintar este cuadro.
Sin duda el cuadro más bello de la historia del arte, ningún otro lo ha superado.
Es la imagen misma de la belleza y del amor, de la amorosa entrega al espíritu.
El triunfo del espíritu sobre la razón.
El triunfo de Dios.
El triunfo de la fe.
No se siente uno capaz de hablar sobre la pintura cuando se está contemplando un milagro.
el paseante
La navidad en mi pueblo.
Mi pueblo, ¿os gusta?
Mi pueblo en Navidad, nevado, como un belén.
Ésta es la vista desde mi casa que está en lo más alto del pueblo, justo detrás de la iglesia como puede observarse, rodeada de campo, compañera de las estrellas y de las nubes, como una atalaya perdida.
De noche, en la terraza de la buhardilla contemplo el cielo lleno de estrellas, de constelaciones, galaxias, lejanos planetas, como en ningún otro lugar se ve el cielo estrellado desde mi pueblo, no veo el momento de irme a la cama, quedo extasiado por el espectáculo celeste y me empiezo a hacer preguntas que no tienen respuesta, porque hay, para el hombre, preguntas que no tienen respuesta, ni la tendrán nunca, y cuya respuesta depende sólo de la fe, que se tambalea en ocasiones contemplando la inmensidad del cosmos.
Mi pueblo queda aislado en invierno por la nieve, y el silencio es entonces abrumadoramente total, si hay silencio en el mundo está todo en mi pueblo, en mi casa.
En mi pueblo te enteras de que es navidad por la nieve, por el frío, porque bombillas no ponen ni una, en el Ayuntamiento cuelgan un cartel que pone: felices fiestas.
Te dan ganas de poner debajo: gracias.
Así es Castilla, sobria, me he dado cuenta de lo que significa Castilla en mi pueblo, porque desengañémonos, Madrid no es Castilla, Madrid es el invento acumulado de todos los gobernantes y alcaldes que han pasado por la ciudad, una ficción, una fantasía, un quiero y no puedo de capital europea.
Nada que ver la gran ciudad con Castilla, en Castilla, en sus pueblos, todo es auténtico, verdadero, concluyente, todo tiene su propio peso, su propia verdad, no hay fingimiento, ni doblez, ni falsas pretensiones, todo es directo, franco, escueto.
En mi pueblo me quieren mucho, y eso al principio me extrañaba, porque en Madrid no me quiere nadie, y es que en mi pueblo me conocen de verdad, nada más verme han sabido como soy, poca cosa, como cualquiera, pero buena gente, como ellos, y me quieren por eso porque han visto que aún siendo de Madrid soy persona.
Yo quiero mucho a las gentes de mi pueblo, me he encariñado de ellos, mi alma solitaria, incomprendida, maltratada por la ciudad, se ensancha en el pueblo y es ella misma, respira el aire puro y se alimenta de él, se nutre en sus paisajes, se nutre de la bondad de sus gentes, se nutre del amor que se respira, de la paz, del sosiego, de la belleza.
Y mi alma acoge todo lo de mi pueblo como agua de mayo, como un agua de mayo que reverdece y alimenta el alma.
Navidad en mi pueblo, sí, pero en mi pueblo siempre es navidad...
el paseante
Mi pueblo, ¿os gusta?
Mi pueblo en Navidad, nevado, como un belén.
Ésta es la vista desde mi casa que está en lo más alto del pueblo, justo detrás de la iglesia como puede observarse, rodeada de campo, compañera de las estrellas y de las nubes, como una atalaya perdida.
De noche, en la terraza de la buhardilla contemplo el cielo lleno de estrellas, de constelaciones, galaxias, lejanos planetas, como en ningún otro lugar se ve el cielo estrellado desde mi pueblo, no veo el momento de irme a la cama, quedo extasiado por el espectáculo celeste y me empiezo a hacer preguntas que no tienen respuesta, porque hay, para el hombre, preguntas que no tienen respuesta, ni la tendrán nunca, y cuya respuesta depende sólo de la fe, que se tambalea en ocasiones contemplando la inmensidad del cosmos.
Mi pueblo queda aislado en invierno por la nieve, y el silencio es entonces abrumadoramente total, si hay silencio en el mundo está todo en mi pueblo, en mi casa.
En mi pueblo te enteras de que es navidad por la nieve, por el frío, porque bombillas no ponen ni una, en el Ayuntamiento cuelgan un cartel que pone: felices fiestas.
Te dan ganas de poner debajo: gracias.
Así es Castilla, sobria, me he dado cuenta de lo que significa Castilla en mi pueblo, porque desengañémonos, Madrid no es Castilla, Madrid es el invento acumulado de todos los gobernantes y alcaldes que han pasado por la ciudad, una ficción, una fantasía, un quiero y no puedo de capital europea.
Nada que ver la gran ciudad con Castilla, en Castilla, en sus pueblos, todo es auténtico, verdadero, concluyente, todo tiene su propio peso, su propia verdad, no hay fingimiento, ni doblez, ni falsas pretensiones, todo es directo, franco, escueto.
En mi pueblo me quieren mucho, y eso al principio me extrañaba, porque en Madrid no me quiere nadie, y es que en mi pueblo me conocen de verdad, nada más verme han sabido como soy, poca cosa, como cualquiera, pero buena gente, como ellos, y me quieren por eso porque han visto que aún siendo de Madrid soy persona.
Yo quiero mucho a las gentes de mi pueblo, me he encariñado de ellos, mi alma solitaria, incomprendida, maltratada por la ciudad, se ensancha en el pueblo y es ella misma, respira el aire puro y se alimenta de él, se nutre en sus paisajes, se nutre de la bondad de sus gentes, se nutre del amor que se respira, de la paz, del sosiego, de la belleza.
Y mi alma acoge todo lo de mi pueblo como agua de mayo, como un agua de mayo que reverdece y alimenta el alma.
Navidad en mi pueblo, sí, pero en mi pueblo siempre es navidad...
el paseante
La película de la semana. El evangelio según San Mateo. Pier Paolo Pasolini.
Un Dios cercano, humilde, compasivo, un Dios insignificante, que viene junto a nosotros a tratar de ayudarnos con su ejemplo a través de su hijo, un Dios que se hace más y más pequeño hasta ponerse a nuestra altura, nuestra pequeña, nuestra insignificante altura.
Un Dios de amor, entrega, sacrificio, comprensión, generosidad, un Dios como no se había visto a Dios, un Dios inverosímil y por eso mismo real.
Me miras y te miro, y viéndote sé que estoy delante de Dios porque en tu mirada veo mi reflejo de hombre que no es sino una parte de ti, porque yo soy tu obra.
Te miro y me miras, eterno en tu mirada, eterno en tu bondad, Dios, salvador del mundo, escucha mi plegaria.
el paseante
Un Dios cercano, humilde, compasivo, un Dios insignificante, que viene junto a nosotros a tratar de ayudarnos con su ejemplo a través de su hijo, un Dios que se hace más y más pequeño hasta ponerse a nuestra altura, nuestra pequeña, nuestra insignificante altura.
Un Dios de amor, entrega, sacrificio, comprensión, generosidad, un Dios como no se había visto a Dios, un Dios inverosímil y por eso mismo real.
Me miras y te miro, y viéndote sé que estoy delante de Dios porque en tu mirada veo mi reflejo de hombre que no es sino una parte de ti, porque yo soy tu obra.
Te miro y me miras, eterno en tu mirada, eterno en tu bondad, Dios, salvador del mundo, escucha mi plegaria.
el paseante
Mi mejor regalo de navidad: 4.000 visitas al blog!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Páginas vistas por países
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Gracias a todos, os quiero mucho, me habéis hecho el mejor regalo, 4.000 visitas al blog, gota a gota, día a día, el blog sigue avanzando imparable a través de todo el planeta, muchas gracias queridos seguidores, sabéis bien que os llevo en mi corazón y que para vosotros, cada día, hago el blog.
Muchos besos,
el paseante
lunes, 12 de diciembre de 2011
Margaritas de otoño.
Es
el tendedero de mi casa, tengo estas flores que conservo, no las flores
que se marchitan de vez en vez, sino la planta, desde que una amiga me
las regaló, me regaló la planta medio mustia porque su madre ya no la
quería y cuando me la dió no tenía flores, me dijo que echaba unas
margaritas color granate preciosas, cuando me lo dijo dudé que aquéllas
cuatro ojas pudieran dar nada bello nunca, y menos margaritas de color
granate, algo que yo nunca había visto.
Pero tuve fe en ella.
Y me puse a
cuidarla con paciencia, de esto debe hacer como diez años, y la planta
fue medrando, haciéndose fuerte, cogiéndome cariño y agradecimiento, y
yo siempre la he ido alimentado y cuidando y dando cariño también,
porque eso lo notan mucho las plantas igual que las personas.
Cuando dió su
primera floración, tímida aún, con poca confianza todavía, quedé
pasmado, eran unas flores realmente bellísimas, mi amiga tenía razón.
Ahora, desde
hace ya muchos años florece dos veces al año, una en otoño, justo antes
de comenzar el invierno y otra en primavera, justo antes de comenzar el
verano.
Le gusta anunciarme las estaciones, cuando sus flores
desaparecen es porque no aguanta el rigor del invierno ni del verano.
Las flores
nacen y viven de la tibieza, de la dulzura, del sentimiento, del amor.
Igual que
yo...
Son mis hermanas, soy como una bella flor... delicado y tierno,
puro y amoroso...
Besos,
el paseante
Gloria Martín Pérez. Semblanza.
Difícil semblanza, muy difícil, cuanto más dentro de nuestro corazón está una persona más difícil es hablar de ella porque no tenemos perspectiva, es como hablar de nosotros mismos, ¿qué decimos?
Gloria y yo venimos siendo amigos de forma ininterrumpida desde hace 30 años, ella tiene muchos amigos, yo muy pocos, si me pongo a pensar a veces creo no tener ninguno, salvo a Gloria y a alguno más que son parte esencial de mi vida.
Estar con Gloria para mí es estar con alguien de la familia, cariño, cercanía, comprensión, sentido del humor, solidaridad, belleza, inteligencia, todo eso es Gloria.
Como profesional abruma su ilimitada capacidad de trabajo, sus sólidos conocimientos, su capacidad de análisis, porque es, ante todo, una gran jurista.
Muy enérgica y luchadora, no desfallece ante nada y consigue tarde o temprano todo lo que se propone, y además ayuda siempre a los demás a conseguir lo que se proponen.
Compasiva, generosa, sacrificada, voluntariosa y cabal, éstas son para mí sus principales virtudes.
¿Y no tiene ningún defecto?, me pregunto.
Pues no, para mí es perfecta, yo dentro de mi corazón no llevo nunca a nadie que no sea perfecto.
Gloria, una amiga en la aventura de vivir, en el quimérico afán de la felicidad, en la ilimitada perspectiva del sentimiento.
Bueno Glori, Gran Glorianni, trapecista, que te quiero mucho, ya lo sabes...
Un beso enorme,
tu amigo el paseante
Difícil semblanza, muy difícil, cuanto más dentro de nuestro corazón está una persona más difícil es hablar de ella porque no tenemos perspectiva, es como hablar de nosotros mismos, ¿qué decimos?
Gloria y yo venimos siendo amigos de forma ininterrumpida desde hace 30 años, ella tiene muchos amigos, yo muy pocos, si me pongo a pensar a veces creo no tener ninguno, salvo a Gloria y a alguno más que son parte esencial de mi vida.
Estar con Gloria para mí es estar con alguien de la familia, cariño, cercanía, comprensión, sentido del humor, solidaridad, belleza, inteligencia, todo eso es Gloria.
Como profesional abruma su ilimitada capacidad de trabajo, sus sólidos conocimientos, su capacidad de análisis, porque es, ante todo, una gran jurista.
Muy enérgica y luchadora, no desfallece ante nada y consigue tarde o temprano todo lo que se propone, y además ayuda siempre a los demás a conseguir lo que se proponen.
Compasiva, generosa, sacrificada, voluntariosa y cabal, éstas son para mí sus principales virtudes.
¿Y no tiene ningún defecto?, me pregunto.
Pues no, para mí es perfecta, yo dentro de mi corazón no llevo nunca a nadie que no sea perfecto.
Gloria, una amiga en la aventura de vivir, en el quimérico afán de la felicidad, en la ilimitada perspectiva del sentimiento.
Bueno Glori, Gran Glorianni, trapecista, que te quiero mucho, ya lo sabes...
Un beso enorme,
tu amigo el paseante
El blog se viste de gala.
Semana grande en el blog, comienza el lunes con la semblanza de mi mejor amiga, Gloria, a continuación el martes en la película de la semana tendremos la película más espiritual de la historia del séptimo arte, continuaremos el miércoles con el cuadro de la semana, y será un cuadro que es un milagro, el más bello cuadro jamás pintado, el jueves llegará un clásico de nuestro querido y amado blog, los libros, "Madrid y los libros", apasionante, profundo, sugerente, innovador, y rompedor también en ocasiones, el viernes el blog nos traerá un artículo escrito por el camarero de la churrería, una pequeña obra maestra en la cual el camarero de la churrería hablará sobre su experiencia vital con el paseante y cómo el paseante ha cambiado su vida.
¿Qué os parece la semana?
Sublime, excelsa, encumbrada, insuperable,apasionante, imprescindible...
Vale, de acuerdo, pues comenzamos...
La Gran Vía es New York.
¡Qué
pesado! ¡Madre mía!
¿Cuántas veces lo ha dicho ya?
Que sí, que
vale, que la Gran Vía es New York, como tú digas, me lo voy a tatuar a
fuego en la piel.
Pero tampoco es para tanto, a ti te lo parecerá
porque eres de Madrid y claro te sale la vena madrileña y no hay quién
te aguante, te pones a dar la matraca con la Gran Vía y esas cuatro
cosas que tenéis en Madrid.
Bueno, cuatro cosas mal contadas, porque en
cuanto te sales de ellas no hay más que casas de pisos, contenedores
para envases y cubos de basura.
Quizás exagero, pero tú también
te pones muy pesado con lo de la Gran Vía es New York, y de tanto
insistir hartas a cualquiera.
Mira, yo también soy de Madrid y me gusta
Madrid, pero tampoco te pases, que te ha dado como una especie de
locura.
Tranquilizate, relájate y disfruta de la ciudad sin tanto
paroxismo.
No hace falta exagerar.
Pero tampoco te enfades, vale,
de acuerdo, la Gran Vía es New York.
Y me imagino lo que vendrá
después, algo así como New York es la navidad, ergo Madrid es la
navidad, o algo parecido, y es que haciendo silogismos eres único,
puestos a inventar no tienes parangón.
Paseante, a veces me pregunto
si te chutas con algo o lo tuyo es natural, porque para no tomar nada
como dices estás siempre con un cuelgue que "lo flipas", que dirían los
chelis de tu amada Gran Vía.
Besotes paseante y relájate un poquito, verás
que todo sale mejor,
el paseante
El gatito de mi pueblo.
Es
monísimo, ¿verdad?
Vive solito, tan tranquilo, al sol, a la luna, al
cielo raso o nublado, debajo de los árboles, sobre las tapias de piedra,
bajo los chamizos, calentándose junto a las ovejas del pastor,
correteando por los prados, tumbado al sol de mediodía, comiendo
ferozmente cualquier manjar de gato.
Bueno, solo, lo que se dice
solo, no vive, no quiero engañaros ni encogeros el corazón, se trataba
de un recurso literario, poético más bien, en mi pueblo hay muchos gatos
y la mayoría viven en Toledillo, bueno, mirad, Toledillo es una calle a
la salida del pueblo que enfrente tiene jardines y huertas, y allí
venden los sobrantes de las cosechas, en la casa donde se venden los
tomates, las lechugas, los pepinos, los nabos (con perdón), vive un
matrimonio que son como la virgen María y San José (con perdón),
buenísimas personas, y tienen recogidos a todos los gatos no sólo del
pueblo sino de la comarca, porque en cuanto nace uno para allá se va,
para Toledillo, donde sabe que le van a cuidar, y lo mejor, a dar mucho
cariño.
Lo de Toledillo, no sé de dónde vendrá, pero es gracioso,
¿verdad?
Bueno, a mí me lo parece.
Y nada más, ya quisiéramos
nosotros ser tan felices como el gato...
Un beso (con perdón),
el paseante
Navidad en la Puerta del Sol.
¿A
que parece Bratislava?
Nunca he estado en Bratislava pero debe ser algo
así.
La cámara de mi móvil tiene estas cosas, haces una foto a la
Puerta del Sol en navidad y sale Bratislava en navidad.
Original,
innovadora, rompedora, transgresora, la cámara de mi móvil tiene el
mismo espíritu que el blog, el mismo espíritu que el paseante, un
espíritu inquieto, divertido, sorprendente, disparatado.
Disculpadla,
es como una niña.
Igual que el paseante...
Bueno, el
paseante no es igual que una niña, es igual que un niño, ¿verdad?
Os quiere,
vuestro
niño, el paseante
El río de mi pueblo.
La
foto la hice sentado con el perrito junto al puente sobre un lecho de
hojas caídas de los árboles que nos mullían al perro y a mí como entre
algodones.
Lobi quería beber agua del río pero la orilla allí tiene mucha
inclinación, intentaba acercarse y yo le decía: te vas a caer, ven aquí.
Pero él
volvía a intentarlo una y otra vez, yo le repetía lo mismo, y volvía a
mí, me ponía las patas encima, me manchaba, y volvía a intentarlo.
Decidí hacer
esta foto y quedó preciosa, toda en tonos pastel, parece un cuadro de
Ingres.
En el río flotaban los membrillos que en esta época caen de los
árboles y son arrastrados por la corriente hasta quedar embalsados
entre unos troncos que colocan los sabios huertanos.
Olía el aire
al perfume de los membrillos ya maduros del otoño.
Mi pueblo es
de una belleza celestial, es como el paraíso terrenal, algo que no es de
este mundo.
Igual que yo, igual que el paseante, celestial.
Besos,
el paseante
domingo, 11 de diciembre de 2011
Y con el día llegas tú...
O mejor decir, llega tu recuerdo.
La locura de tu recuerdo reflejado en todas las cosas.
Incesante, errabundo, frenético, tu recuerdo que me
busca por donde vaya, que me encuentro en cualquier lugar, por cualquier
motivo, con cualquier disculpa.
Tu recuerdo,
ese lecho mullido en el que me recuesto a ser feliz sin darme cuenta de
nada más.
Y va pasando la vida a mi alrrededor
como un espectáculo vano porque yo sólo quiero tu recuerdo, el recuerdo
de tu amor.
Cada día, perdido entre las cosas,
perdido entre la luz, busco, incesante tu recuerdo, como si de un
trabajo incesante se tratara, y te veo en cualquier lugar, y te veo aún
sin verte porque te siento en el mundo como quién respira el aroma de
una flor.
Porque tú eres para mí eso.
El perfume del mundo.
Y sin ti,
sin tu existencia, el mundo para mí no tendría sentido.
¿Cómo podría librarme de tu recuerdo?
Dímelo.
Eterno entre las cosas vivo sólo de tu recuerdo.
Eterno entre las cosas vivo sólo de tu recuerdo.
el paseante
Mírate a ti misma...
Mírate a ti
misma perdida en el amanecer huir del sol.
Mírate
perdiendo tu reflejo de plata, tu fulgor de nieve, tu halo de
hermosura.
Mírate acabar perdida por entre un
cielo que deslumbra luz dorada.
Un cielo que no
es ya tu cielo de plata azul.
Que no tiene tu
recogimiento, tu romanticismo, tu espiritualidad.
Mírate luna un día más cómo el sol te echa del
firmamento.
Cómo los hombres dejamos de verte.
Cómo tus sombras, tus penumbras, tus misterios,
desparecen tras de ti.
Y mira como queda todo
expuesto a la cruda luz del día, a la cruda luz del sol que no engaña,
donde nada puede esconderse y todo es verdad.
Mírate
perder el territorio de tus incertidumbres, tus dudas, tus
desasosiegos, el territorio de tu amor.
Mírate
claudicar cada mañana y abandonarnos si decir palabra, sin ninguna
explicación.
Como si tu fracaso fuera nuestro
fracaso, como si tu huida fuera nuestra perdición.
¿Regresarás luna?
Te pregunto.
Y no me respondes nunca.
Es
triste quererte tanto y no tener nunca respuesta de ti, ¿sabes?
¿Lo has pensado?
Porque yo te
quiero luna, ya lo sabes, pero por si no lo recuerdas te lo repito.
Te quiero y espero siempre cada día al atardecer que
llegues junto a mí.
Para curarme las heridas y
sentir tu tacto puro sobre mi alma herida.
Tu
tacto que todo lo cura, que todas las heridas cicatriza.
Tu tacto.
Ese bálsamo de amor.
el paseante
¿Te vas?
¿Te vas?
¿Ya te vas?
¿Una vez más me dejas?
Luna,
siempre que te vas estoy aún dormido, nunca puedo despedirme de ti.
Apenas llega el sol desapareces.
Eres patrimonio de los gatos callejeros, de los
vagabundos, de las palomas de las plazas, eres compañera del desamparo,
del abandono, de las vidas perdidas de los desesperados que no pueden
dormir, de los moribundos, de los fracasados, de todos los que insomnes
sólo te tienen a ti en ese momento en que el mundo desaparece y sólo
quedas tú en el firmamento.
Y cada día
desapareces antes de que llegue a verte de nuevo, y sin despedirte de mí
dices adiós a todo hasta el siguiente anochecer en que volverás a
reinar una vez más, como cada día, como siempre desde que el mundo es
mundo.
Me gustaría algún amanecer que me
llevaras contigo lejos, a lejanas tierras donde cuando de aquí te vas
empiezas a reinar, me gustaría irme contigo a Arabia, a Egipto,
contemplarte reflejada en el Nilo, a la India y poder ver tu reflejo en
el Ganges, al Mar Muerto, a cualquier lugar en el que tú estés me
gustaría estar contigo, para sentirte deslumbrante lejos de aquí y
contemplar tu belleza reflejada en las montañas, los mares, los
desiertos, las selvas, en cualquier lugar del planeta donde tú cada día
estás, en su noche, siempre en su noche, con esa oscuridad llena de
secretos que sólo tu visión sabe desvelarnos.
Pero
te vas y aquí me quedo, como un gato abandonado subido por los tejados
que te busca y ya no te encuentra, y maulla llamándote sin tener nunca
respuesta.
el paseante
sábado, 10 de diciembre de 2011
Plegaria a la luna.
Luna te doy mi vida, dáme tu amor, te entrego toda esta ilusión que llevo dentro del corazón , si la quieres tómala, porque por aquí abajo no se sabe bien qué hacer con la ilusión, quédate con mi optimismo, con mi fe en los demás, con mis ganas de amar, de ayudar, de ser mejor cada día, quédate con todo, porque de verdad te digo que por aquí abajo todas esas cosas no sirven para nada hoy en día.
Quédate con todo lo mío y llévatelo a tu más allá de azul,
plata y nubes, y quédatelo si es que te sirve de algo.
Soñé contigo tantas veces luna, soñé con tu
amor, con tu cielo, con tu luz, te contemplé plateada brillar sobre el
mar en la noche, y alejarte a la mañana cuando el sol volvía a reinar en
el firmamento, te contemplé menguando y creciendo, y siempre supe
esperar la noche en que con tu fascinante disco de oro finalmente nos
dejabas a todos con la boca abierta.
Me despertaste tantas noches con tu luz, cayendo sobre mí a
través de la ventana abierta de las noches de verano, y por mirarte me
quedaba sin poder dormir, porque te amaba luna, como quién ama un sueño
imposible, inalcanzable, inventado, fugaz.
Te me escapaste siempre, me prometías una felicidad que nunca
llegaba, un amor que nunca se consumaba, una compañía que a la mañana se
marchaba.
Me prometiste tantas
cosas que nunca cumpliste luna, que ya no te creo.
Pero aún no creyéndote ya, no puedo dejar de
creerte, porque sin ti me moriría, sin creer en ti, que es lo último en
lo que se puede creer cuando todo se acaba, yo me moriría.
Y te sigo creyendo con el corazón, y siempre
te creeré aunque mil veces más me engañes con toda tu belleza, con toda
tu poesía, con toda tu falsa promesa de amor.
Te quiero luna.
Estate tranquila, nada puede con mi amor.
Con mi amor por ti que mueve montañas.
Un beso
el paseante
Cae la tarde y llega la noche, se
levanta la luna en el cielo como un globo de plata y va sumiéndose todo
en una oscuridad fría.
A lo lejos
se ve la ciudad, tendida, como acostada, parece estar acurrucándose en
su lecho, rodeada de montañas en la inmensidad de la meseta.
Empiezan a encenderse todas las luces,
tímidamente al principio, una a una, y luego decididas comienzan a
resplandecer todas como en casacadas de colores.
Un nuevo sol ilumina la ciudad, un sol de
neón que resplandece entre las fachadas de los edificios, por entre las
calles, en las grandes avenidas, en los últimos rincones, las plazas,
los más recónditos confines de la ciudad.
La ciudad bosteza con todas sus bocinas, con todas sus músicas,
con todas sus conversaciones, como un animal prehistórico que sólo
quiere ya, a esta hora del día, dormir, descansar, olvidarse de todo.
Pero por encima de este animal dormido hay
millones de personas que no paran de moverse, de ir de aquí para allá,
sin dejarla dormir apenas.
Pero
luego, más tarde, cuando la luna empieza a alcanzar el punto más alto,
entonces todos nos vamos a dormir, y llega el momento mágico en que la
luna comienza a dialogar con la ciudad bajo la atenta mirada de las
lejanas montañas que silenciosas cuidan de que todo siga en calma.
Entonces la luna le pregunta a la ciudad
cómo van las cosas por ahí abajo, y la ciudad responde que no muy bien,
que más bien las cosas van mal, que estamos en crisis, que los seres
humanos estamos en crisis, a nivel mundial y en Madrid también.
La luna le pregunta a la ciudad que por qué
estamos en crisis y la ciudad no le sabe responder y dice: cosas de la
economía, ¿y qué es eso?, pregunta la luna, que sólo sabe de
romanticismo y de declaraciones de amor.
Pues eso parece ser algo muy serio y con mucha influencia en
los asuntos humanos.
Y entonces la
luna sonríe con su aura de plata, y con su glauca luz que ilumina ya
toda la ciudad responde que no hay nada más importante en los hombres
que su corazón, y que no hay dinero ni economía que pueda con eso, y que
si los hombres están en crisis es por haber vivido dando la espalda a
las cosas del corazón.
Tú siempre tan romántica luna, le responde la ciudad medio bostezando y vencida ya por el sueño, tú siempre tan romántica luna..., y se queda dormida.
A la mañana siguiente la ciudad se despierta y apenas se acuerda de la conversación que tuvo con la luna y piensa que todo debió ser un sueño, y sigue acogiendo ese mundo de prisas, de falsas quimeras, de ilusiones materiales y de infelicidad, que apresa a los hombres de manera implacable un día más.
Pero la luna sabe esperar su momento y sabe que volverá a reinar en el corazón de los hombres algún día y que los hombres volverán a ser felices.
el paseante
Tú siempre tan romántica luna, le responde la ciudad medio bostezando y vencida ya por el sueño, tú siempre tan romántica luna..., y se queda dormida.
A la mañana siguiente la ciudad se despierta y apenas se acuerda de la conversación que tuvo con la luna y piensa que todo debió ser un sueño, y sigue acogiendo ese mundo de prisas, de falsas quimeras, de ilusiones materiales y de infelicidad, que apresa a los hombres de manera implacable un día más.
Pero la luna sabe esperar su momento y sabe que volverá a reinar en el corazón de los hombres algún día y que los hombres volverán a ser felices.
el paseante
En tu mundo raro...
Giotto. Detail of a picture. Hands taken flowers. |
a todas esas cosas,
y tú me enseñaste
que son maravillosas.
Sutil llegaste a mi como una tentación
llenando de ansiedad mi corazón.
Yo no comprendía cómo se quería
en tu mundo raro y por ti aprendí.
por eso me pregunto al ver que me olvidaste
porque no me enseñaste como se vive sin ti.
Por eso me pregunto al ver que me olvidaste
porque no me enseñaste como se vive sin ti
porque no me enseñaste como se vive sin ti
porque no me enseñaste como se vive sin ti.
Tu me acostumbraste
Tú me acostumbraste
a todas esas cosas,
y tú me enseñaste
que son maravillosas.
Sutil llegaste a mi como una tentación
llenando de ansiedad mi corazón.
Yo no comprendía cómo se quería
en tu mundo raro y por ti aprendí.
por eso me pregunto al ver que me olvidaste
porque no me enseñaste como se vive sin ti.
Por eso me pregunto al ver que me olvidaste
porque no me enseñaste como se vive sin ti
porque no me enseñaste como se vive sin ti
porque no me enseñaste como se vive sin ti.
Contigo aprendí...
Contigo aprendí
que existen nuevas y mejores emociones
Contigo aprendí
a conocer un mundo nuevo de ilusiones
Aprendí
que la semana tiene más de siete días
a hacer mayores mis contadas alegrías
y a ser dichoso yo contigo lo aprendí.
Contigo aprendí
a ver la luz del otro lado de la luna
Contigo aprendí
que tu presencia no la cambio por ninguna
Aprendí
que puede un beso ser más dulce y más profundo
que puedo irme mañana mismo de este mundo
Las cosas buenas ya contigo las viví
y contigo aprendí
que yo nací el día que te conocí.
viernes, 9 de diciembre de 2011
New York, New York...
Start spreadin' the news
I'm leaving today
I want to be a part of it
New York, New York
These vagabond shoes
Are longing to stray
Right through the very heart of it
New York, New York
I want to wake up in a city
That doesn't sleep
And find I'm king of the hill
Top of the heap
These little town blues
Are melting away
I'll make a brand new start of it
In old New York
If I can make it there
I'll make it anywhere
It's up to you
New York, New York
New York, New York
I want to wake up in a city
That never sleeps
And find I'm a number one
Top of the list
King of the hill
A number one
These little town blues
Are melting away
I'm gonna make a brand new start of it
In old New York
And if I can make it there
I'm gonna make it anywhere
It's up to you
New York, New York
New York
Liza Minelli
Espérame en el cielo corazón...
Giotto. La adoración de los Reyes de Oriente. |
Espérame en el cielo, corazón,
si es que te vas primero.
Espérame que pronto yo me iré
allí donde tú estés.
Espérame en el cielo, corazón,
si es que te vas primero.
Espérame que pronto yo me iré
para empezar de nuevo.
Nuestro amor es tan grande
y tan grande que nunca termina.
Y la vida es tan corta y no alcanza
para nuestro idilio.
Por eso yo te pido corazón
me esperes en el cielo.
Que allí entre nubes de algodón
haremos nuestro nido.
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