miércoles, 12 de febrero de 2020

El poder de lo burgués.


El poder de lo burgués es el poder del presente, aquello que no mira ni al pasado ni al futuro. Lo burgués no es una ideología sino una forma de vida, todas las ideologías una vez pervertidas caben dentro de lo burgués que se basa en el egoísmo excluyente, la comodidad, el confort.

Lo burgués edifica su mundo a golpe de presente, se centra en abrazarnos protectoramente para que nuestra existencia sea lo más placentera posible desde un punto de vista material, nos viste, alimenta, da cobijo, de la manera mejor, nos mete en su interior como si de un seno materno protector y nutricio se tratase, desarrolla en nosotros el gusto por el placer mundano, la sofisticación, lo bueno, y a base de esa medicina nos envicia y vuelve adictos a la buena vida, de cuya espiral es difícil salir y que nos lleva a desear siempre algo mejor.

La más reciente heterodoxia de lo burgués es el consumismo, que pretende hacernos felices por acumulación, pero lo auténticamente burgués es mucho más selectivo y se basa más en una economía de medios que busca la calidad y no la cantidad, desde ese punto de vista lo burqués es muy funcional, práctico, conveniente, es como una buena madre que nos acaricia y nos da lo que sabe que realmente nos gusta no dejándonos caer en excesos, lo burgués es sobrio, contenido, conveniente, huye de excesos, inutilidades y banalidades, la buena vida es algo racional, equilibrado y armonioso, lo contrario es la mala vida sea por exceso o por defecto.

Lo burgués nos ama, nos protege, nos cubre, da cobijo, da calor, da un afecto material que nos reconforta, es el cobijo de las inclemencias de la vida, como un reloj bien ajustado sabe qué hora debe marcarnos en cada momento.

EL PASEANTE


1 comentario:

  1. Gracias por este ángulo de análisis. En Argentina, lo burgués se relaciona con un colectivo de gente que vive muy bien, más que bien, y sobre todo a costa de los demás. Coincido con tu concepto.

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