Bety, yo no comí en ningún subterráneo contigo, era otro, y
tortilla jamás comimos juntos, me confundes, tu mejor caballero de Madrid era
otro, lo de la Plaza Mayor y San Isidro sí será cierto, lo otro lo harías con
otro.
Pero quién?
Tortilla en un subterráneo?
No logro imaginar dónde sería eso.
Es un misterio.
Madrid tiene su punto, un tanto demodé muy entrañable, sobre
todo se valora por cierto tipo de personas amantes de la cultura, la historia,
las tradiciones, a las que ese sabor les resulta interesante porque te
transporta a otra época muy decimonónica, muy auténtica, aunque se ha perdido
mucho queda mucho también, ahora en el centro hay mucha modernidad pero desde
la tranquilidad no desde el desenfreno como antes, está ganando mucho encanto
el centro, con lugares muy coquetos, librerías, cafés, pastelerías, pequeños
restaurantes..., nuevos comercios que revitalizan zonas muy comerciales pero
renovándolas creando barrio en el sentido tradicional del término. Y el auge de
la bicicleta como medio de transporte dice mucho, habla de otro perfil
ciudadano, una vuelta al Madrid tercermundista que usaba también la bici pero
entonces mayoritariamente por razones de necesidad.
bss,
jr
No hay comentarios:
Publicar un comentario