miércoles, 25 de febrero de 2015

Por cierto, Comisario (Un asesino en las calles 111).




111 – Por cierto, Comisario.

-          Por cierto, Comisario, le veo con buen aspecto, se está dejando la barba?
-          Como camuflaje, si han intentado matarme lo mejor será pasar lo más desapercibido posible.
-          Genial.
-          Bueno, Bruttini, y qué quería contarme?
-          Verá comisario, es muy largo de contar y no sé si será capaz de comprenderlo.
-          Tan tonto me cree.
-          No por tonto sino por poco comprensivo.
-          Dígame algo, lo mismo le sorprendo y lo comprendo perfectamente.
-          Pero quiero que me dé su opinión sincera.
-          Lo haré.
-          Verá comisario, he estado pensando y últimamente, desde que me separé de mi familia, no hago más que dar tumbos en la vida, me encuentro como perdido, y me estoy plateando volver con mi mujer, a mi pueblo, y dejarme de pamplinas de vida independiente y demás zarandajas. Qué opina usted?
-          Pues no sé qué decirle, recuerde que su mujer intentó castrarle, ése fue el desencadenante de su separación.
-          Ya lo sé y no se crea que no lo he pensado pero creo que hay que saber perdonar, tal vez tuvo un mal momento y podamos volver a ser un matrimonio y una familia.
-          Bueno, pues tantéela, pero recuerde que ella se emparejó con una reclusa, sabe si siguen juntas?
-          Ni idea.
-          Y ha vuelto a saber algo de ella o de los niños?
-          Nada, por mi madre sé que están bien, los ve por el pueblo pero Maritzia les ha prohibido que vayan a ver a su abuela.
-          Bueno, hable con ella.
-          Eso pensaba hacer, gracias por su consejo.
-          Hay algo más?
-          Nada más, por qué lo dice?, es que cree que hay algo más?
-          No sé, tanto misterio sólo para esto me extraña, es como si se hubiera arrepentido de contarme lo que me iba a contar y me hubiera contado otra cosa.
-          No, para nada, era eso, sólo eso.
-          De acuerdo, usted sabrá.
-          Por qué me mira con esa cara tan rara?
-          Qué cara?
-          Ésa…
-          Pues es la de siempre.
-          A mí me parece que cree que le he mentido.
-          Bruttini, por cierto, no le comente a nadie donde estoy escondido, absolutamente a nadie, no se fíe de nadie, de acuerdo?
-          Tranquilo comisario, no lo haré.
-          Y ahora vamos a comer, he decidido invitarle a comer en casa, he preparado un arroz con bogavante y de postre fresas con sirope de plátano, qué le parece?
-          Pero comisario, es usted todo un gourmet.
-          Consumado gourmet, Bruttini, consumado gourmet, vaya poniendo la mesa.
-          Dónde tiene guardado el mantel?
-          En el cajón de arriba de la alacena.

(continuará)


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