miércoles, 21 de diciembre de 2011

El cuadro de la semana. Giovanni Bellini. Sacra conversazione.



 Bellini, sí Bellini, siempre Bellini.
Pero, ¿cuál de ellos?
No sabía que hubiera más de uno.
Para ser más exactos hay tres, Jacobo, Gentile y Giovanni, por aquel entonces la pintura era un negocio familiar.
Escuela de Venecia, Cuatrocento italiano, Renacimiento, la vuelta del arte al hombre como medida del universo, exaltación del hombre.
El renacimiento como continuación del arte griego del periodo clásico, S. V. a. C., el siglo de Pericles. Vuelta al espíritu, a la ligereza, a la belleza, vuelta a la vida.
Tras el arte romano y su pesada ostentación de poder, tras la Edad Media y su visión oscura de la vida, llega el renacimiento, y como su propio nombre indica, el arte, y el hombre a través del arte, renacen a la vida.
Hay dos museos imprescindibles para conocer la historia del arte y sus fundamentos, y la historia de la humanidad. El museo arqueológico de Atenas y la Galería de la Academia de Venecia, en éste último se encuentra esta Sacra Conversazione de Bellini.
Su luz, la luz del cuadro, es de abajo hacia arriba, tal y como el brillo de la luz se refleja sobre el agua de los canales e ilumina toda la ciudad de Venecia.
Es un cuadro de género, las santas conversaciones, en ellas aparecen personajes santos en santa conversación, ¿y eso qué es?, pues una conversación sin palabras, una conversación en la que no se habla porque no es necesario, se establece una comunicación espiritual.
Es como cuando rezamos, nos comunicamos con Dios sin palabras, igual aquí.
Bellini ha pintado el silencio, algo imposible de pintar, pero él lo hizo, delante de este cuadro uno se queda mudo, sobrecogido, atónito, no hay palabra, ni comentario posible, uno queda unido a la santa conversación, y se pone a conversar con Dios.
Los eremitas, los ermitaños, los místicos, la clausura, el voto de silencio
Despojarse de todo lo humano para quedar enfrente de Dios, y hablar ya sólo con él por siempre en un delirio de amor místico que te transporta a la dicha más absoluta.
Santa Teresa, San Juan de la Cruz, nuestros místicos, escribieron la más bella poesía amorosa, la poesía de su amor por Dios, la poesía del amor de Dios por todos nosotros.
Bellini, siempre Bellini..., sí, por supuesto...
Y Venecia, siempre Venecia, claro...
Con este bellísimo cuadro que transmite esa paz y ese silencio celestiales del amor divino, os felicito la navidad a todos.
El blog es también el silencio, no se escucha palabra, el blog es igualmente una santa conversación entre vosotros y yo.

FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!!!!!!

el paseante

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