La independencia catalana ha
venido a demostrar la importancia de los medios de comunicación, sin ellos creo
que no hubiera habido proceso independentista, todo se ha hecho de cara a los
medios con cámaras y micrófonos delante, la nueva ágora de la polis es la
televisión e internet, la política acaba siendo un marketing, como vender un
producto comercial tipo coca cola, tanto es así que si no hubira sido por eso nadie
hubiera hecho ni caso al proceso, hubieran seguido con su día a día sin
complicarse la vida, y viceversa, los que estaban enfrente también han actuado
de cara a la galería aunque, todo hay que decirlo, de forma mucho menos hábil
en general.
La teatralidad de la política en
España ha llegado a su máxima expresión con el proceso, hay escenas memorables
que parecían sacadas de la película Novecento de Bertoluchi, sirva como ejemplo
la entrada en tropel de alcaldes independentistas con sus bastones de mando, y
su canto de els segadors en la escalera del parlament arropando al gobern
independentista, insuperable escenografía y puesta en escena, muy épico.
Las revoluciones siempre han
sido muy visuales, tienen que entrar por los ojos los mensajes y los
independentistas lo han logrado como si de una coreografía se tratara,
movimientos de masas, minués de políticos, pasos de baile acompasados con un
fin común, daba sensación de armonía dentro de su credo rupturista, por el otro
lado sin embargo iban a remolque e improvisaban con el paso cambiado.
Los medios han dado testimonio
de todo ello, además han rescatado historias de la guerra civil como la idea
del gobierno en el exilio, del preso político, la represión, etc… Han sabido
movilizar en el inconsciente colectivo de sus seguidores las filias y fobias
que eran necesarias para exaltar los ánimos y consolidar creencias. Un solo
pueblo como credo inamovible, insobornables a cualquier veleidad o acercamiento
al adversario no han cejado nunca en su
afán para tratar de alcanzar su meta con cualquier treta.
El espectáculo pronto devino en
circense, dejó de ser teatral, dejó de ser la epopeya de un pueblo y se centró
excesivamente en sus personajes, los cuales no hubieran sido elegidos precisamente
por ningún director de cine para representar esos papeles, seamos sinceros, si
Novecento hubiera sido interpretada por Junqueras y por Puigdemont en lugar de
por Gerard Depardieu y Robert de Niro, nadie hubiera ido al cine, y qué decir
de Marta Rovira en lugar de Dominique Sanda, sin palabras.
Al final el descrédito y fracaso
del proceso independententista creo que ha sido más estético que ético, si bien
es difícil separar ambas cosas porque tal y como dijo Jung lo que es dentro es
fuera.
El paseante
Amigo Carballo, nadie duda que sin la ayuda de los medios de comunicación no hubiera habido el proces.Es muy obvio.Tan obvio como que sin la ayuda de los medios de comunicación no padeceriamos los españoles ser gobernados por corruptos en grado superlativo. Porque sin los medios nadie en su sano juicio concebiria otorgar la presidencia del gobierno a un personaje tan gris y mentiroso como el Sr Rajoy. Y sin la misma ayuda de los medios no encontraríamos justificación para celebrar la via hereditaria como la única posible para acceder a la jefatura del estado.Tampoco Hitler hubiera llegado a la cúspide del poder en Europa sin esa misma ayuda.
ResponderEliminarTú crees que el mismimismo dios hubiera existido si no contase con los medios de comunicación? La biblia o el Corán son el equivalente a TVE o El País, solo que desconocemos quienes formaban el consejo de administración tan sabio como para que media humanidad se haya tragado por los siglos de los siglos las patrañas que nos quisieron contar.
Querido Carballo, los medios no son entes abstractos sino verdaderos ejércitos que dirigen el poder hacia donde les interesan a unos pocos. Los periodistas no son sino mercenarios a sueldo que combaten conforme al guión dictado desde arriba, es decir, el que paga.
Por qué hay Proces en Cataluña y no en Extremadura? Porque en Extremadura el poder lo ostentan cuatro terratenientes que estan muy confortables recibiendo subvenciones. Pero en Cataluña el dinero corre por muchas manos y es abundante, y parece comprensible que toda la administración de sus fondos quieran pasarlo de Madrid a Barcelona, porque aunque haya Ave y Puente Aéreo.. por el camino se pierde la mitad.