Escenarios
Frágiles escuchas, suaves
susurros, bisbiseos
El apuntador, el actor, el
escenario
Focos, telón, decorado, público
Silencio, comienza la función
Todos callan, alguna tos
intempestiva
El sonido del celofán de un
caramelo
Se encienden las candilejas
Y un polvo brilla suspendido en
el aire del brillante haz de luz
Sale a escena un actor y habla,
dice algo, declama
Al principio no se sabe de qué
va aquello, luego sí
Está claro, ya lo entiendo,
menuda interpretación, me emociono
Río por fuera, lloro por dentro para
que no se me note la debilidad
Sentimientos míos que veo sobre
el escenario
Pensamientos míos, frases mías,
personajes de mi vida
Y sobre todo, por encima de
todo, yo actor de mi vida
Me distancio de mi vida
contemplando la representación
Me distancio a fuerza de
identificarme
Es como si yo saliera de mí y me
pusiera a representar la obra
Al final aquello se acaba,
silencio, oscuridad, sonoros aplausos
Vivas, el público se pone en
pie, a veces algunos, mientras otros se van
Raudos y veloces para evitar aglomeraciones
Vises, vises, vises, los
aplausos se van apagando, todo va quedando vacío
Menos yo espectador que salgo
del teatro alto y guapo como no era
Como soy
Redimido de mí, elegido de nuevo
para el argumento de mi vida
Como un buen actor insustituible
y único en su papel
José Ramón Carballo
22 de septiembre de 2016
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