203 - Cuando morí de ti
Perdido ángel, olvidado dios
Extraviado entre los hombres de la corte celestial
Sonámbula presencia en un mundo derrumbado
Desde las torres inacabadas de las catedrales del
sueño
Nos contemplas a lo lejos
Desde tus lejanas ensoñaciones de nubes
Desde tus imposibles sentimientos de alma
Desde tus divinos pensamientos de amor
Escuchas a lo lejos la voz de los hombres
Mientras prisionero de la tierra
Elevas la vista al cielo
En una plegaria de perdón
Cuando morí de ti ángel mío
Perdí la dicha de contemplarte
Encumbrada presencia
Solitario amor
Que entre las nubes
De las catedrales de mis sueños
Habitabas en mí
204 - Anochecer solitario
Parece caerse el mundo en este anochecer sin ti
Parece acabarse todo
No sólo el día
No sólo el sol
Se van
Se va la luz
Con su dorada felicidad
Los colores
Que alegran cada día mi alma
Tu recuerdo
Que aún pervive en mí
Parece irse todo en este anochecer
¿Dónde va el mundo cuando anochece?
Todo parece irse, marcharse
Partir lejos de mí
Y cuando quedo solo
Me abrazo tendido en la cama
E intento dormir
Abrazado a mi alma
Lo único que me queda en este anochecer
E intento dormir
¿Intento dormir?
Pero cómo dormir en medio de esta desolación
En este desierto mudo de oscuridad
Difícil tarea sin ti
Estando sin ti soy
Como un planeta a la deriva
En el espacio infinito de mi desolación
205 - Amor imposible
A mí sólo me sirven las noches
Si tú durmieras a mi lado
Y las madrugadas
Si amanecieras junto a mí
Veo pasar lo días y pienso
Un día más sin ti
Un día menos de dicha
Para mí, para ti
Voy así pasando las páginas de los días
Una a una
Que amarillentas van quedando atrás
En el libro cerrado de nuestro amor
Como si de una historia imposible se tratara
Una historia que aunque esté escrita
Nunca se podrá leer
206 - Anochecer violeta
Veo anochecer como en un mar lejano
De nubes y luces que se apagan
De tempestades que rompen
Contra los acantilados de la ciudad
Sus torres, sus plazas, sus largas
alamedas
Veo anochecer sobre ti
Que allá en la lejana aurora
Te alejas de mí para siempre
Solitaria presencia
Imposible amor
207 - Gente que viaja en el metro
No saben nada de mis problemas
Indiferentes viajan a mi lado
Absortos en sus asuntos
Leyendo un libro
Jugando con el móvil
Mirando al infinito
No tienen ni idea de lo que me
sucede
No imaginan mi sufrimiento
Mi desconsuelo
Mi desolación
Mi soledad
El vagón sigue avanzando a través de
la oscuridad de túnel
Y yo veo mi reflejo en la ventanilla
Sólo yo me miro a mí mismo a través
de mi reflejo
Sólo yo soy consciente de mí
Estación tras estación
Mi corazón se va encogiendo como un
pajarillo
Que gime dolor
208 - Les fleurs d'été
Acariciáis mi alma dulces flores del
verano
Impregnáis mi espíritu de vuestro
perfume eterno
Imperecederas flores de mis
recuerdos infantiles
De veranos ya olvidados, de colores
hoy perdidos
Os contemplo resplandecientes de
vida
Consagradas al amor
Bajo el ceremonioso sol de la mañana
Bajo la plateada luz de la noche
Flores felices, hermosas flores,
reposo de mi dolor
Ternura de mi desconsuelo
209 - Cielo sobre Madrid
Extremo final de la nada sobre tus
cúspides
Confín de nubes, sombras, soles,
lunas
Más allá de la luz, la penumbra, la
oscura noche
Toda una mitología de vida pugna por
ascender a tu cielo
Madrid allá arriba tiene una
cualidad líquida
Como de mar en calma que espera la
tempestad de la embestida
De los grifos, las náyades, los
colosos, Icaros, aves Fénix, cuadrigas
Todo ese universo mitológico quiere
escapar de Madrid cada día
Y sin escapatoria entre las cimas
finales de los tejados queda atrapado
En un gesto congelado de triunfo que
al final fracasa
De vuelo que al final cae
De titánico pulso con la ley de la
gravedad
Nadie escapa de ti Madrid nunca, no
puede
Ni aves Fénix, ni colosos, ni
cuadrigas augustas
Madrid es el final de todo lo que
por él pasa
Atrapa Madrid a sus criaturas en su
oleaje de tráfico
De ruido de voces, de mar de asfalto
Pervive Madrid por todos nosotros
Criaturas mortales, dioses
fracasados
Que atrapados entre sus calles y
avenidas
Cual ángeles caídos en el
desconsuelo
Vagamos prisioneros de la ciudad
Entre anhelos, quimeras y afanes
Nunca realizados
210 - La pérdida
Todas las calles me conducen a tu
recuerdo
A veces me pierdo sin dirección
En el laberinto de calles vacías del
ayer
Recorro en sueños, igual que
entonces, el Madrid de mi juventud
De mis ilusiones, mis primeros
amores, mis primeros desengaños
Son siempre las mismas calles
oscuras de la noche
Apenas iluminadas por la débil luz
de las farolas de entonces
Me pierdo desorientado en el
callejero de mi subconsciente
Y no sé cómo volver a casa, no
encuentro el camino de vuelta
O lo que es peor, al final llego y
no hay nadie
Mi familia ya no está
Y no sé lo que ha pasado
El tiempo parece jugar conmigo
En ese callejero infinito
Que me atrapa en sueños
Es el tiempo con sus capas
superpuestas
De olvidos y recuerdos
Sedimentos ya antiguos
Perdidos en mi vida pero vivos como
hierro candente aún
Recuerdo a mi novia de ayer
La tomo de la mano
Siento el tacto de sus dedos entre
los míos
Nos vamos al cine, nos acurrucamos
Luego vamos a su casa y nos
acostamos
Hacemos el amor
Y hacer el amor entonces no
significa nada
No era nada, lo compruebo
Como en un juego de imágenes
evanescentes
Me duermo dentro del sueño abrazado
a mi novia
Y sueño sueños de aquel entonces
Sueño mi futuro, me sueño hoy
Tal y como soy, y despierto
Pienso en ella
En su lejana, imposible distancia
En su infinita lejanía de
parpadeante estrella
En el firmamento de mi noche oscura
Una vez más aquí en la mañana
Aquí sin ella ya por siempre
Vagando por calles de olvido
Que juntos recorrimos
Inocentes y tiernos
Balbuceantes
Como nuestro amor
211 - Soy un hombre santo
Cruzo caminos, carreteras
Puentes, ríos, arroyos
Subo montañas
Bajo por laderas de verdes prados
Veo atardeceres, amaneceres
La noche, las estrellas
Los planetas sobre mí escriben mi
destino
Escucho las conversaciones
Las discusiones
Los discursos
Escucho
Y sigo mi camino más allá de mí
siempre
En mi limitado confín de hombre
Vivo atado a la Rueda de la Vida
Pero en el ilimitado confín de mi
espíritu
Transito por el Gran Camino
Que me conduce a la sabiduría
Y al amor por todos los seres vivos
Sé que me espera siempre una
recompensa
Cada día la recompensa soy yo
No hay más, no espero más
Lo que me llegue bien venido ha de
ser
Pues ésa será la voluntad de Dios
Es el camino mi única meta
Estar en él es haber llegado
212 - Soy el amigo del mundo
Aligerado del peso de la vida
Soy al fin el amigo de todo el
mundo...
Vago por caminos perdidos, olvidados
Lejanos caminos que a ningún lugar
conducen
Me pierdo sin rumbo por los caminos
de un mundo sin rumbo
Encontrando en ellos el alma de la
gente, su amor, su felicidad, su entrega
Me impresiona del mundo su
permanente afán
Su lucha, su tenacidad sin
desaliento
La supervivencia
La belleza
La pasión
Siempre nuevo el mundo no deja de
sorprenderme en cada rincón
Subo a las altas cimas
Recorro fértiles valles
Cruzo ríos
Toco la fría nieve de las cumbres
Contemplo la inmensa quietud del
mar, su bravura
Igual que el mar, las nubes, el
viento, la tormenta, el frío y el calor
Nunca tengo como el clima un ánimo
igual
Anochece, amanece, a veces el tiempo
parece parado, igual que mi ánimo
Y de repente despierta
Me arrolla con su devastadora mole
de pasado
Que se me viene encima como un
cataclismo de eternidad
Miro entonces las estrellas en la
noche
Que lejanas me hablan en un lenguaje
que no entiendo
Y me hacen sentir pequeño, perdido,
inexistente, como sonámbulo
Me pregunto entonces si soy real o
si soy sólo un sueño
Y si todo el planeta es igualmente
un producto de mi imaginación
Luz del sábado por la tarde (poemas 21 a 30)
José Ramón Carballo
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