121 - La orquesta
Las
notas del piano
Caían
como gotas de lluvia
Sobre
mi corazón que lloraba
Triste
por ti
El
dulce sonido de la flauta
Lejano
sonaba
Como
llegando a través del tiempo
Hasta
mí
Estruendosa
la trompeta
Llenó
con su acorde de oro
Mi
corazón roto
Y
entonces fue el violín
El
que me rescató
Llenando
mi alma de dulce melancolía
Por
un pasado que se fue
En
el que tú y yo compartimos la vida
El
amor
La
esperanza
Y
el sueño
El
hermoso sueño del amor
La
orquesta tocaba
Su
sinfonía como un recuerdo
De
mi pasado feliz junto a ti
122 - Tormenta
Belleza,
sí, tu terrible belleza
Amor,
sí, tu dulce amor
Flores,
sí, las de la pasión
Vida,
sí, feliz vida junto a ti
Me
enamora la quietud de tu alma
Vibro
con la delicada suavidad de tu mirada
Comprendo
ahora el mar
Cuando
te acariciaba y no te dejaba marchar
Comprendo
a la luz enamorada de ti
El
atardecer mudo ante el sonido de tu voz
Comprendo
el cielo azul
Dejando
caer sobre ti toda su plenitud
Te
comprendo ahora dichoso
Frente
a las nubes pasajeras señalando distancias
A
las que nunca se llega
Comprendo
el delicado soplo del viento
Moviendo
tenue tus cabellos
Te
comprendo asomado al acantilado del mundo y feliz
Mirando
la vida
Contemplando
el espectáculo del amor
Y
el suave punteado del trino de los pájaros escrito en el cielo
En
la mañana, en el atardecer
En
la sombra y en la luz
Comprendo
el oro del sol rendido ante ti
Tesoro
que se te entrega cada amanecer
La
tempestuosa tormenta que acaricia tu sien
Y
te hace pensar por un momento
En
mí
Y
vienes a mi lado y me besas
Temeroso
y tierno
Bello
e infantil
Buscando
en mí el calor del consuelo
Oleaje
de mi alma que calma
La
pleamar de tu sentimiento
123 - Decir amor
Decir
amor y no tener límite
Decir
amor y paladear la palabra
Como
un fruto delicioso
Decir
amor y quererte
Y
pensar en ti siempre
Con
mi pensamiento gravitando sobre ti
Como
un planeta caprichoso
Luna
enamorada de ti, sol
Luz
reflejo de tu luz
Yo
noche y tú día
Esperanza
serena de tu amor
La
noche plateada de mi amor
A
ti te ofrezco
Y
te entrego
Y
tú me das el día
En
su gloriosa plenitud
De
horas felices
Deslumbrantes
horas junto a ti
Horas
como suaves olas
Remansadas
lentas en el abrazo
Fértil
de tu amor
Olas
como caricias eternas
En
el mar de tu pasión
Que
acarician suaves tu fértil regazo
Sonando
apenas
Para
romper frágiles en tu dulce pecho
Y
morir en la esencia de tu beso
Que
me sabe a sal como el agua del mar
La
luz de la luna hace así gravitar cada noche
La
marea de mi amor sobre ti
Y
cada amanecer el sol de tu amor
Me
trae la luz del día
124 - Tú
Tu
alma llena de amor
Que
se me entrega como un fruto maduro
Tu
vida plena
Tu
juventud tan pura
Tu
sonrisa de ayer, de hoy, de mañana
El
amanecer de tu sonrisa cada día repetido
Tu
dicha de vivir
Tu
alegría
Tu
sueño tranquilo, feliz
Tu
mirada abriendo mi alma en dos
Tu
mirada entrando en mí
Y
viéndome entero
Como
en un fulgurante resplandor
Y
el tacto de tu suave piel
Seda
de pasión
Y
la delicada caricia de tus manos
Imperceptibles
tus manos tocan mis manos
Aún
sin tocarlas
Como
tu alma roza mi alma
Tu
mirada mi mirada
Y
tu dulce voz toca mi piel apenas
Haciéndola
sentir un escalofrío de pasión
Que
queda en mí como un eco repetido
Que
nunca termina
125 - El aviador
Y
vuelo, vuelo por el cielo de Madrid
Y
acaricio las nubes una a una
Voy
apagando las estrellas de la noche
Que
aún están encendidas
Y
prendo el sol con su llama poderosa
Que
sin necesitar gas ni leña
Luce
por todo el día y nos da la vida
Y
ya subido en el cielo sobrevuelo la ciudad entera
Y
desde abajo la gente me mira volar asustada
Como
si se tratara de algo maravilloso
Desusado,
poco habitual o fantástico
Y
entonces al mirarlos siento como que ya no puedo volar
Que
no sé cómo me mantengo allá arriba
Y
empiezo a caer
Y
caigo, caigo, caigo
Pero
nunca llego al suelo
Cuanto
más caigo más lejos veo todo
Y
la ciudad se hace pequeña
Y
veo la provincia, el país, toda Europa, el mundo entero
Y
las estrellas que antes fui apagando una a una reaparecen
Y
me sonríen justo antes de que la luna encienda su disco de plata para mí
Y
me salve en su sueño de blanca luz
Que
me inunda de paz y felicidad
Y
la luna va y me dice:
Lo
ves José, hasta el mejor aviador necesita una madre
En
la que aterrizar siempre
Y
me deja dormido sobre la superficie de la tierra
Mientras
su luz ilumina el universo entero
126 - El reloj
El
reloj no deja de contar el tiempo que paso sin ti
Treinta
minutos
Treinta
días
Treinta
años ya
Loco
el reloj no contará sino tu ausencia siempre
Va
como ciego
Y
no sirve para señalarme más tiempo
Que
el que paso lejos de ti
Miro
el reloj una y otra vez
Por
ver si interrumpe el segundero su marcha
Y
apareces tú para salvarme
De
la desolada soledad de su inmutable esfera
127 - El universo
Si
todo lo quieres
Y
nada alcanzas nunca
Será
que ya alcanzaste todo
Sin
saberlo aún
Cuando
nada quieras
Nada
tengas
Nada
seas
Querrás
todo
Tendrás
todo
Serás
todo
Porque
el universo entero
Estará
en ti
Y
tú como parte de él
Lo
contendrás entero
Y
sabrás al fin
Ser
hombre y ser mujer a la vez
Ser
niño, ser nube, ser árbol
Ser
todo por siempre
Y
de una sola vez
128 - Nostalgia
La
rosa, flor tan bella
Tan
sola
Me
recuerda tu amor
Tan
limpio, tan puro
Solitaria
en el jardín
Espera
la llegada del otoño
Y
no se marchita nunca
Pareciera
que va a vivir por siempre
En
su espiral roja de pétalos entrelazados
La
rosa hace crecer su aroma
Que
inunda el aire con su cálido perfume
Viene
el día
Cae
la tarde
Llega
la noche
Ella,
ensimismada en su belleza
Todo
lo espera
Y
todo le llega
Pasa
sobre ella el sol con su cálida luz
La
nube pasajera
Las
brillantes estrellas
La
luna con su blanca caricia
Llega
la tormenta y rompe sobre ella
La
abeja liba su néctar
La
araña teje su tela
Todo
en torno a ella
Mientras
ella espera
Sin
conocerse siquiera
Sin
poder contemplar su belleza
Que
el otoño llegue
Para
acabar con ella
Paciente,
eterna y bella
La
rosa espera
Ser
cortada por el tiempo
Y
que el otoño se la lleve
Por
un cielo plagado de estrellas
Y
poder regresar la próxima primavera
Renacida
limpia y pura
Como
fue tu amor
La
rosa volverá cada año al jardín
A
regalarme su roja belleza
Aunque
tú no estés ya junto a mí
Para
poder contemplarla
Ninguna
primavera
129 - La noche reflejada
Las
estrellas caen sobre mí
Mientras
contemplo el cielo
Parecen
flores cayendo desde el jardín del universo
Espejean
con pétalos de luz la noche
Incesantes
florecen hermosas
En
un más allá de galaxias y planetas
¿Habrá
en el cielo alguna flor tan bella como tú?
¿Tan
delicada?
¿Tan
amorosa?
¿Alguna
estrella, alguna flor, podrá ser tan bella como tú?
No
lo creo
Sigue
la noche rasgada de mil estrellas
Hablándome
de ti al oído
Susurrándome
como si no te hubieras ido
No
sé bien qué me dice
Desde
el jardín lleno de flores
Contemplo
el jardín celeste
Lleno
de estrellas
Y
recuerdo el brillo de tu mirada
Y
la flor de tu sonrisa
Mientras
la noche
Sigue
cantando
En
la fuente del jardín
Su
letanía de estrellas y flores
Que
nunca duermen
Por
ti
130 - Tu reflejo
En
el sol de la tarde reflejado
Pareces
hecho de mármol blanco
Te
contemplo sin tú notarlo
Ajeno
a mí, tumbado
Dormido
en el letargo
Del
calor del verano
Sobre
tu cuerpo se detiene el tiempo
Por
un momento que parece eterno
Y
cuando vuelve el tiempo
Tú
ya te has ido y no eres el mismo
Apenas
el agua tu cuerpo roza
Toda
azul turquesa en tu reflejo
Y
caen flores como desde el cielo
En
cascadas de reflejos
Y
el estanque se remansa eterno
Cincelando
tu bello cuerpo
Al
momento te despiertas
Me
miras como diciendo
¿Qué
me hiciste mientras duermo?
Como
si con tan sólo mirarte
Te
hubiera poseído entero
Noviembre (poemas 21 a 30)
José Ramón Carballo
José Ramón Carballo
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