Poema de cada día
Caer por desbordadas cascadas de blanca espuma
Volver de las profundidades a la superficie
Buscar entre las nubes el sol de oro
Salir del bosque para ver la luz
Recobrar el aliento perdido
La verdad olvidada
La remota isla de la felicidad
Esperar una y otra vez que vuelvas
Cada día al terminar el sol
Y ver en ti todo el día, todo el amor
Sentirte más que verte
Tocarte a ciegas
Olerte
Comer de ti todos los frutos de la dicha
Y regresar una y otra vez a la fuente de tu amor
A la dicha de tu compañía
A la alta cumbre de tu sabiduría
Para luego, al final de cada noche
Cuando llegue de nuevo el día
Volver a mí inocente y puro una vez más
Gracias a ti
Poema del amigo perdido
Mirada del otro
Tu mirada sobre mí
Tú entre la multitud incesante
Regresa tu recuerdo a mí un día más
Difícil retorno desde la lejana aurora
Donde te perdiste
Regresas, te siento llegar
En el sonido de tus pasos
Se anuncia tu tierna presencia
Escucha, soy yo
El que te quería tanto
Que no te supo entender
El que apenas entendió que la vida seguía sin ti
El que nunca tuvo de su corazón perdón
Y aún te espera por si volvieras tal vez
Con tu inmaculada belleza
De alma pura y feliz
Tal y como un día te imaginé
El amor recobrado
Infinita mirada, infinito amor
Sosiego de ti, calma perfecta
Momento eterno, constelaciones de estrellas
Sol de amanecer y luna de aurora
Subes a las altas arboledas del amor
Deseados reflejos de luz entre las hojas
Pálidas sombras
Te dejas caer, siempre caer
Hasta regresar a mi lado
Con tu frente cansada y pensativa
La noche me trae la paz de tu sombría sonrisa
Que me apacigua, me transporta
A las altas cumbres de las arboledas
Donde fuiste tuyo y de nadie más
Allí arriba junto a todo
Dejaste de ser algo
Para poder ser todo
Por primera vez
El Destino
Me recuerdas a veces a mí
Tal como yo era ahora eres tú
Crees aún en la blanca pureza del mundo
En las noches eternas
En la suave luz de la mañana
Crees en todo lo que yo creía
En tu juventud tan nueva, tan clara
Veo el reflejo antiguo de mi alma ya olvidada
Y junto a ti a veces descubro aún hoy la vida de nuevo
Cuando fijas en mí tu mirada y me quedo mudo
Al ver cómo nada cambia y todo sigue
En tu día a día avanzando hacia donde yo ya llegué
Partirás un día de tu paraíso ilimitado
Abandonarás sin darte cuenta tu incesante afán
Despertarás sin saberte dormido a una vida diferente
Y nada volverá a ser igual que antes
Todo quedará en ti una y otra vez repetido
Y entonces sabrás por fin la verdad
Pienso en ti y me pregunto si tú piensas en mí
No lo sé, no lo creo pero lo deseo
Y es en ese deseo en el que aún pervives en mí
Como en un reflejo de amor juvenil que nunca acaba
De gusto por la vida que nunca termina
De inmenso mundo por explorar que pide ser conquistado
El poeta se quedó solo
Desnudo quedó el poeta de todo sonido
Apenas su voz sabía decir
El poeta quedó algo triste
Solitario de días y noches
Nunca, pensó, volvería a saber amar
Desnudo y frío de lunas y soles
Desterrado de estrellas y noches
Exiliado de amor
Prófugo de días y luces
El poeta quedó solo
Abandonado y fiero cual odiada bestia
Fiel a sí mismo
Un día desarboló las arboledas
Y desmontó la luna como en mecano
Para construir un nuevo sol con ella
Soñó con ser él de nuevo
Pero más él ahora que antes
Cada día el poeta planeaba su nueva vida
Y dentro, como en caja china
Soñaba con poder meter el amor
Y el poeta desnudo y puro
Con la pureza de una bella flor
Soñó con otra vida
Y solo, y puro, y eterno
El poeta resucitó
El amor puesto en ti
Tanto amor
Tanto amor puesto en ti
Y perdido una vez más
Corriente de amor
Pasión de ti
Escucha mi voz
Mi voz perdida en tu voz deseada
Escuchada sola
Perdida sin ti
Ni perdonarte puedo ya
Imagina
Ni mirarte quiero más
Es tanta mi perfecta desdicha
Que hasta las nubes me celan
Y las estrellas escapan de mí
Es tanto el silencio
Que hasta las palabras que no encuentro
Te dicen que te quiero una vez más
La perfecta dicha de encontrarte
Amor, ¿qué buscas?
Mira, aquí estoy
Debajo del sol, mira
Debajo de la luna
Debajo de las estrellas
Todas las constelaciones giran
Mostrándote el lugar exacto
Donde encontrarás mi punto de amor
Mi felicidad perfecta
Mi amor íntegro, puro, total
Amor que me mata
Para darme la vida de nuevo
Una y otra vez
Siempre
Por ti
He cruzado océanos de tiempo para llegar
a ti
Mi alma se deja caer al verte
Se derrumba para poder volver a alzarse
Nueva y limpia gracias a ti
Mi alma te saluda como a un amigo de siempre
Como a un antiguo pariente perdido
Tan familiar mi alma con un desconocido
Pero ella sabe bien la razón
Ha cruzado océanos de tiempo
Océanos de tiempo para llegar a ti
Y a tiempo aún ha estado de encontrarte
Navegando perdida rompiendo olas
Remontando tempestades
Hoy llega al puerto de tu dicha
Al remanso eterno de tu amor
Al cariño suave de tu caricia
Hoy llega a ti después navegar sin rumbo
Desde la sima profunda
Del infinito tiempo
Para encontrarte de nuevo
Como si fuera ayer
Cuando por primera vez te encontró
Mi alma hoy feliz junto a tu alma inmaculada
Reconoce rendida de fatiga
Que valió la pena esperarte
Para poder por fin ver el mundo
Por primera vez
A través de ti ya siempre
Mírame
Estoy aquí esperándote hoy como ayer
Aún permanezco
Navío anclado en puerto eternamente
No hay travesía comparable a la alegría de esperarte
Ni mar hay tan bello
Como el tiempo que tardas en llegar
De eternos segundos está mi espera llena
De gotas de oro
De rayos de luz
Te espero mirando al cielo
Por si por ahí volvieras
Desde tu más allá
Esencia pura y bella
Del que una vez fuiste
Regresa
Sé que lo harás
Sólo tú puedes volver a ser
Después de haber sido
Y comenzar una vez más
Después de haber terminado
Mi rostro mira la luz que cae del cielo
Y así espera tu llegada
Con una lágrima de emoción
Que suspendida en el tiempo
Nunca logrará caer completa
Hasta el día en que tú regreses tal vez
Yo en ti
Ese afán por ti que imparable
Nace en mí día a día
Ese ansia de saborear tu piel
De sentir tu calor
De abrazarte y de besarte
Ese no parar hasta encontrarte
Y mirarme en el fondo de tu mirada
Para verme allí
Viviendo dentro de ti reflejado
En el rincón último de tu sentimiento
Ese quererte incesantemente
Una y otra vez recobrado
Para poder levantar el mundo
Y ponerlo en alto
Y ofrecértelo cada día
Ese saborear el placer de tu mirada
La dulce miel de tu sonrisa
La suave tersura de tus labios
Y ver en tu mirada siempre el reflejo
De la mirada de los dioses
Cuando en un tiempo perdido
Aún estaban a nuestro lado
Como hoy tú junto a mí
Estarás ya por siempre
Ese desearte por encima de todo
En un tiempo perfecto y feliz
Ilimitadamente nuestro
Interminablemente enamorados
Ese punto final a todo
Que marca el comienzo
De nuestra vida juntos
Perdidos de todo
Náufragos del amor
Nieve de abril (poemas 1 a 10)
José Ramón Carballo
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