viernes, 4 de julio de 2014

La Highsmith y yo.




La Highsmith, mi vieja amiga la Highsnith, para mí Patricia Highsmith es una especie de Margueritte Yourcenar de la novela policíaca, vivió en sus novelas a través de su alter ego Tom Ripley todo lo que ella como mujer no pudo vivir, imaginó una vida, eso hizo Patricia Highsmith, se imaginó. Recuerdo ahora tres novelas suyas con tres adaptaciones cinematográficas, pero hay más, mis favoritas son El amigo americano, El talento de Mr. Ripley y Las dos caras de enero, ésta última recientemente estrenada. Highsmith es una escritora eminentemente cinematográfica, basta leerla para estar viendo ya una película, se perfila en sus novelas un guión cinematográfico, ella piensa en cine, se podría decir, en lugar de pensar en novela, cine, cine, cine, que toda la vida es cine y los sueños cine son, que diría Aute. Desde que el cine existe la novela pasó a ser muy cinematográfica, antes el cine vampirizó a la novela, ahora es a la inversa, son, podríamos decir, géneros con vasos comunicantes, se dice así?, creo que sí, me habéis entendido.

El talento de Mr. Ripley ha tenido dos adaptaciones cinematográficas, la última más reciente del mismo título, y la primera con el título de A pleno sol, dirigida por René Clair y con Alain Delon en el papel de Tom Ripley, insuperable adaptación, algo alejada en mi opinión de la literalidad de la novela que se respeta más en la última adaptación, pero pese a eso más fiel a su esencia en su planteamiento, no sé si me explico, a veces la literalidad nos aleja de lo fundamental, eso creo. El amigo americano de Wim Wenders es demasiado abstracta para mi gusto, demasiado intelectualizada, como corresponde a su director por otro lado muy interesante, pero su peso es demasiado apabullante y aplasta la esencia de la novela, son ideas, pese a todo el resultado es magnífico como siempre en Wenders, pero algo alejado del original, la última adaptación, Las dos caras de enero, sin dejar de ser una muy buena película, muy eficaz, es demasiado esquemática y libre en algunos detalles de la novela, volvemos a una pérdida del original por otro camino, el de la eficacia cinematográfica, a destacar el personaje de Rydal interpretado por Oscar Isaac, a la altura de Delon en Ripley, muy Highsmith, y es que los personajes de Highsmith se interpretan con las miradas más que con las palabras o los gestos, la Highsmith es una escritora de sutilezas, de mundos inventados, fantasías, huidas de la realidad, redenciones imposibles, huidas de uno mismo hacia uno mismo siempre, como el mito de Sísifo, la Highsmith es Sísifo, eso es, menuda idea, genial!!!!!!!!!

Por ir terminando os recomendaré estas tres novelas y estas tres películas, vais a comprobar como vosotros también tenéis algo de los personajes de Highsmith, porque os lo adelanto desde ya, todos somos, lo queramos reconocer o no, Highsmith.

El paseante

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