martes, 20 de mayo de 2014

La Bety coach.




Sí, en Gran Vía 18, se celebraban bodas gays, la entrada siempre estaba llena de pétalos de flores que allí quedaban, el arroz es más de iglesias, pero en aquella época eran uniones de hecho, todavía no había aprobado Zapatero el matrimonio gay.

Chueca Goitia, no había caído..., curioso, qué casualidad.

Nada, ya me dirás cuando vienes.

Comprendo lo de tu depresión perfectamente, es como un velo que no te puedes quitar, y que genera toda una química en el organismo que te abruma, verdad?

Te comprendo, pero como amigo te animo a que no te dejes llevar, cuando te venga piensa, ya está aquí otra vez, y déjala pasar, relativízala, mírala como si no fueras tú sino como a una inquilina provisional, trátala igual, hagamos la misma terapia, ninguneémoslas.

Ok?

Yo anoche tuve una revelación, para salir del bache voy a intentar convertirme en mi coach, es decir, me voy a desdoblar, el jr coach va a sacar adelante al jr depresivo a toda costa con actividades, reflexiones, pensamientos, ideas, recuerdos, proyectos, energía...

Te gusta?

Pues tú igual, la Bety coach tiene que sacar adelante a la Beatriz depresiva como sea, conviértete en tu coach, además es divertido, te lo vas a pasar bien como coach, es la parte creativa, y como paciente, es la parte terapéutica y placentera.

Todo sea por superar el bache, Bety, lo mismo cuando salgamos adelante aparece nuestro príncipe azul y estamos en condiciones de corresponderle debidamente con una mente sana.

Pero hay que cuidarse de no enamorarnos de nuestro coach, o sea, de no enamorarnos de nosotros mismos, lo de ser uno su propio coach no deja de ser algo narcisista, cómo lo ves?

Ya me dices en rojitas, qué sería de mí sin tus rojitas!

bss,

jr

No hay comentarios:

Publicar un comentario