lunes, 30 de diciembre de 2013

Yo no soy bruja (9).




Como toda mujer soy la guerra y la paz 
Se ocupar mi lugar no permito que nadie me engañe 
A tropiezos me hice coraje, no soy fruta prohibida de nadie 
Como toda mujer, como aquella y usted. 

Como toda mujer desconfiada yo soy 
Tan segura de sí y otras veces un poco cambiante 
Yo soy débil y fuerte a la vez, con virtudes y 
defectos y que... Como toda mujer, como todas. 

Pero es del caso que efectivamente solemos juntarnos con unas amigas a tratar de arreglar los problemas de los demás, porque nos ven tan bien a nosotras, que se entregan a nuestras estrategias para resolver sus asuntos.
No se trata más que de rezar, y sobre todo pedir lo que efectivamente es necesario. Nadie mejor que Dios sabe qué necesitamos, y si no nos lo dá a veces es porque quiere que seamos humildes y que se lo pidamos. Pero no es por el orgullo de Él, sino para que Él compruebe que nuestra Fe incluye el pensamiento que para Dios nada es imposible.
Ahí tienen la concepción de Jesús, o el embarazo de Isabel, que era estéril, y que también le es anunciado a María cuando el Ángel Gabriel le comunica gentilmente que lleva a Dios en su vientre. Mediana noticia. ¡Qué prueba de Fe! ¿Verdad? Hace 54 años que escucho el pasaje del evangelio el día de la Inmaculada Concepción, y siempre repican en mi corazón aquellas palabras tan bonitas del Ángel, al contestarle a María, cuando ella le dice que no puede ser lo de su concepción porque nunca ha vivido con José, que para Dios nada es imposible. ¡Cuánta mujeres quedan embarazadas y dicen “-no puede ser”! Se creerán la Virgen María …
Por esas palabras y ungida de una Fe inquebrantable, mis amigas y yo rezamos por lo imposible ante los ojos de los humanos, pero eso nos ha convertido en brujas. Cada vez que obtenemos resultados positivos, vemos el guiño de Dios, que nos dice tranquilamente que no importa que la gente piense que ha sido un producto de la brujería, que nos ocupemos de hacer saber cómo logramos el cumplimiento de los recados, para que de alguna manera se difunda la importancia de la Fe. Para ciertos grupos sociales nos da permiso para que digamos que somos brujas.
Yo ahora, y por mí misma, ando buscando la solución a problemas de imposible tratamiento por mi parte. Necesito relevarme con algo muy espectacular, para quien me menosprecie o afecte permanentemente mi auto estima, de repente se plantee que tiene cerca a una persona inteligente y espiritual. 

(continuará)

Bety
 

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