martes, 17 de diciembre de 2013

Querido José: Creo que la antítesis del romanticismo es la frialdad.



Querido José: Creo que la antítesis del romanticismo es la frialdad, aún queriendo a la persona con la que eventualmente eres frío. El romanticismo implica darle importancia a los detalles, tener una canción en común, que al escucharla recuerde a la pareja sus mejores momentos, gozar de una comida juntos, e ir por todo ello que describes en una película romántica. Siguiendo tu línea de pensamiento, creo que olvidaste decir que siempre termina en tragedia.
Lo zafio es lo grosero, y su antítesis es la educación, la cordialidad, el buen trato, la tolerancia, la discreción, la prudencia. Paradógicamente, todos estos atributos son los que aparecen en una pareja que deja de lado su romanticismo. Cuando ya se trata de tolerar, ya hay ahí un síntoma de que algo anda mal. Me entiendes? Tu ejemplo de la tortilla es exactamente de lo que hablo.
Y tú no eres zafio, pero sí respeto tu derecho a serlo para cuando te permitas ser grosero, y no para justificar tu falta de romanticismo ni tu levantamiento de bandera en contra del mismo.
¿"Querer a mi manera"?; ¿"Que te quieran a la manera de quien te quiere"? ¿Qué es eso? El querer es una construcción, que implica un pacto diario de fidelidad al compromiso. En algún momento se convierte en amor. Lo que yo creo es que si uno/a no desea hacer ese desgaste de energía, por qué no gozar del romanticismo mientras dure ...
Beso, BC.

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