lunes, 9 de diciembre de 2013

La Administración Pública y yo (3).



El problema de la Administración es precisamente la falta de problemas, es una organización que se mantiene a base de problemas, crea complicaciones donde no las hay, procedimientos, trámites, requisitos, todo lo complica, cuando me fui de Calidad donde lo que trataba de conseguir era precisamente descomplicar la Administración caí en las redes de la burocracia, el paradigma de lo público por excelencia, y de la complejidad.

Bajé dos plantas, del pequeño despacho con vistas a la Gran Vía pasé al gran despacho con vistas a la Gran Vía, subí un peldaño del escalafón y coroné mi carrera funcionarial, era Subdirector General al fin, había tocado techo y seguramente había alcanzado mi nivel máximo de incompetencia, tardé poco en marcharme, me fui al Ayuntamiento de Madrid a trabajar de nuevo en temas de mejora de la calidad de los servicios, añoraba ese mundo, que creía mi mundo, pero hablar de Calidad en la Administración de Larra era difícil.

Regresé a mi Administración, a la Comunidad de Madrid, de la que me había sentido como exiliado y al poco volví a ser Subdirector, esta vez en Servicios Sociales, y se rompió la maldición, aquella reflexión mía al marcharme de Calidad, descubrí que aquello me gustaba aún más que la Calidad, el servicio directo al ciudadano, la satisfacción de sus necesidades, el Estado Social, el Estado de Bienestar, aquello con lo que había tenido contacto desde Calidad ahora lo tenía en mis manos, y era para mí como una preciada joya que había que cuidar, y me esforcé en ello.

Pero el hombre propone y Dios dispone, cambió la coyuntura, me ha quedado muy fino, y me tuve de nuevo que marchar, ahora que lo pienso yo siempre me estoy marchando, es mi maldito idealismo, no me conformo, busco siempre lo mejor, superarme y todo eso, do my best que dirían los anglosajones.

Y así llegamos a donde estoy ahora, la Intervención, el control del gasto público, tema que está cada día en la prensa de una u otra manera, útil en cuanto disuasorio principalmente, es como ser policía, no sólo corriges sino que por estar ahí simplemente visible disuades.

Así que por ahora he acabado siendo una especie de policía pero de los papeles, de los trámites, de los requisitos, de los procedimientos, del control, tengo que pensar en ello, creo que he realizado una especie de recorrido circular, busco la regularidad como en Calidad de los Servicios pero de una manera reglamentista, al final la burocracia, la esencia de la Administración, ya os lo dije al comienzo.

El paseante

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