viernes, 6 de septiembre de 2013

Diario de un paseante. Una de las características mías.




Una de las características mías con las personas que aprecio es precisamente que las llamo de diferentes formas, es una prueba de cariño, lo tengo comprobado.

Cada uno sabe cómo demuestra su afectividad, con los chicos también me da por darles como si dijéramos palmadas, tipo golpecitos en la espalda, apretones en el brazo, ya sabes, también son muestras de cercanía y cariño.

Otro tema es el de la cercanía corporal y el contacto, eso surge en mí, creo que como en cualquiera, precisamente por la afinidad.

Y en el extremo opuesto con las personas que no soy afín no me surge nada de eso sino más bien todo lo contrario, olvido sus nombres, me mantengo alejado, no me comunico más allá de lo indispensable, estoy serio, callado...

Se me nota mucho si tengo feeling con alguien o no, y aunque intente disimularlo no me sale bien, se me nota aún más cuando intento disimular porque se ve que es forzado.

Una antigua compañera de trabajo y amiga mía siempre me decía: cambia esa cara..., yo preguntaba: ¿pero se me nota tanto?, y ella me respondía invariablemente: pues sí, se te nota mucho.

Aún recuerdo las ocasiones en que me lo dijo y las personas a las que se refería mi actitud. Simplemente me escondía como un caracol en su concha.

Esta amiga también me solía comentar que respecto a las mujeres no tenía término medio, o mejor decir que ellas no tenían término medio conmigo, o me amaban o me odiaban, dicho en sentido figurado, claro, pero es cierto, y es algo que se produce en el primer momento y suele ser inmodificable.

Difícilmente me apeo de mis primeras impresiones, hago por revisarlas pero es siempre inútil, hay personas que nunca me han hecho nada malo, al menos que yo sepa, que nunca me han caído bien, y viceversa, personas que me han hecho faenas clarísimas y que nunca, pese a todo, han dejado de caerme bien, soy en eso de los afectos poco racional y muy visceral.

Mi padre me califica de impulsivo, algo que creo puede estar relacionado con esto que he explicado, y dice que he salido en eso a mi madre, en la impulsividad, y es cierto que es otra de mis características sustanciales, además está complementada con el sostenella y no enmendalla, es decir, aunque vea que me voy a estrellar en lugar de frenar y rectificar la trayectoria mantengo firme el volante y aprieto el acelerador.

Vaya rollo sobre mí, me pregunto por qué pensaremos que todo lo que se refiere a nosotros es también interesante para los demás, puede resultar curioso, eso sí, vernos reflejados en los demás.

Últimamente además creo que he desarrollado, acabado de completar, o me he hecho plenamente consciente de ella, la capacidad de ver detrás de todo, como de descubrir siempre la cara oculta, veo a alguien y sé de qué va, eso siempre ha sido así pero antes me lo negaba hasta tal punto que ese conocimiento no permitía que llegara al plano consciente, lo frenaba, ahora por el contrario sube al consciente y me pone alerta o me crea tranquilidad, es una especie de tercer ojo, como diría Lobsang Rampa, cuando leí su novela pensé: eso me pasa a mí, lo que sucede es que no lo dejo fluir.

Bss,

jr

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