martes, 8 de octubre de 2013

Luego te escribo...




Espero no ser la única, pero todos y todas que gozamos de la amistad de José, sabemos perfectamente que el uso de la palabra "luego" es para él la mejor salida de algo que no quiere hacer. Espero que así sea con todos sus amigos y amigas, y que no sea yo la única a la que deja en suspenso un tema, en lo mejor de su meollo, diciéndole "luego sigo".

No quiero juzgar a la RAE que obviamente sabe más del español que yo, pero me fijé en su diccionario para poder entender a mi amigo.

En todos las acepciones, pareciera que en cualquier momento conoceré el resto de la historia cuyo cuento suspendió para seguir "luego". 

Debo reconocer que es un caballero, porque siempre cumple. Apenas tiene su tiempo disponible, completa el relato, cierra su opinión o me contesta mis dudas. Pero esa caballerosidad no me alcanza para disipar la ansiedad que me provoca la espera. 

Yo escribo para hacer una advertencia, para poner un aviso: cuando José diga "luego sigo"; "luego te escribo con calma"; "continuaré luego", significa que no tiene las más mínima ganas de escribir en ese momento. A su favor cuenta que ganará tiempo para procesar lo que quiere escribir, y cuando una reciba el final de la historia, realmente se encontrará con una sorpresa sin elaboración pero con cohesión y sustento.

Amigo, si puedes, dime a qué acepción de la RAE te refieres, cuando suspendes súbitamente tus correos y me dejas en ascuas ...

Un beso, Bea

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Bueno, me ha encantado, lo incorporaré al blog a la vuelta de las vacaciones, me voy las dos próximas semanas, creo que iré al pueblo y a Denia, eso creo, siempre estoy indeciso hasta el último momento en lo de las vacaciones, mi famosa pereza que es como mi famoso "luego".

Recuerdo con mis parejas que siempre les ha desesperado mi falta de planificación en salidas, excursiones, vacaciones, no me gusta hacer planes por anticipado, me quedo atrapado psicológicamente en esos planes sin opción, me siento cautivo de los planes, prisionero.

Igual me ha pasado en la vida, queriendo siempre dejar todas las puertas abiertas, todas las alternativas de vida posibles, al final me quedé donde estaba y no pasé por ninguna puerta, básicamente sigo igual, haciendo la misma vida y teniendo las mismas prioridades, que cuando era joven, adolescente, eso es, llevo una vida de eterno adolescente incluso ahora a mis 53 años, ¿seré adolescente a los 80?, si llego...

El ser eterno adolescente desgasta mucho, las fuerzas físicas van fallando, se consume mucha energía siendo un adulto pseudo adolescente, sobre todo psíquicas, por eso me pregunto si me llegarán las fuerzas hasta los 80.

La madre de una amiga mía tiene ya 96 años y está bastante bien, increíble, pero tiene a mi amiga para cuidarla, yo no tengo hijos, no creo que nadie me cuide así, uno tiene que cuidarse solo, ser muy fuerte, no dejarse abatir por las circunstancias, no tiene ningún hombro en el que apoyarse, nadie a quien llorar...

¡Qué triste! Voy camino de conseguir el record Guinness de la soledad.

Un beso,

jr

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