La película de la semana. Citizen Kane. Orson Welles. 1941.

Película clásica entre las clásicas, para muchos la mejor película de la historia del cine, impresionante film, obra cumbre de su director, al lado de esta película las otras que dirigió parecen poca cosa aún sin serlo en absoluto, es lo que tiene alcanzar la excelencia a la primera, luego difícilmente se supera o iguala, todo un problema.

La película trata muchos temas, la prensa, la política, el poder, el dinero, la amistad, el amor, el desengaño, la decadencia, pero sobre todo trata de una persona, de Charles Foster Kane, un magnate americano de comienzos de siglo.

Supone una reflexión sobre el misterio de la vida para cualquier persona, incluido un magnate que supuestamente todo lo puede conseguir, pero no todo lo va a conseguir realmente, hay intangibles que no compra el dinero, el amor, la amistad, la tranquilidad, la felicidad, el dinero distorsiona los afectos, su sinceridad, introduce interés económico en las relaciones, o dudas al menos sobre si ese interés existe, rodeado de aduladores Kane va avanzando solo por la vida aunque parezca acompañado, y al final muere solo, pronunciando en ese momento final una palabra, Rosebud, que es el desencadenante de toda la trama en un flashback de su vida que pretende averiguar qué quiso decir con esa palabra en el momento final.

No se descubre el significado de Rosebud pero en ese misterio, en esa averiguación, la película va desgranando la historia de ese hombre a caballo entre lo público y lo privado.

Lleno de ideales de joven, imaginativo, luchador, iconoclasta, preocupado por la lucha de clases, por los derechos de los trabajadores, por ser una persona íntegra y sincera, cabal, al final la vida, las circunstancias, le hacen ir claudicando de todo, naufragando y teniendo que abdicar de todo aquello en lo que había creído.

Como dijo Marguerite Yourcenar en Memorias de Adriano: llega un momento para todo hombre en el que la vida es una derrota aceptada.

Aceptada o no, es cierto, la vida al final es una derrota hagas lo que hagas, Kane es la prueba de ello.

el paseante