martes, 29 de noviembre de 2011

El cuadro de la semana. Fantin-Latour.



Floreros con flores y nada más, ¿nada más?, apenas nada más, menos es más, el precursor del minimalismo, Fantin-Latour.
Antes de él un florero con flores podía ser complemento de un retrato pero nunca un tema principal de un cuadro, se trata de un tema menor que este pintor convierte en un tema mayor por el tratamiento que le da.
Detrás de este atrevimiento, el primero, vendrán todas las vanguardias, el efecto zoom de Fantin-Latour sobre los jarrones desencadenará de forma encadenada, valga la redundancia, todas las vanguardias, él comenzó trayendo el objeto hasta nosotros, haciéndolo importante por él mismo, sin más adorno, justificación ni aditamento, con él comenzamos a ver la realidad de otra manera, es un efecto muy proustiano, Proust hizo lo mismo con la novela, la centró en los pequeños detalles de la realidad y del alma.
Pintura esencial, de reflejos, sombras, luces, delicados colores, etéreas armonías, pintura de lo cotidiano, un jarrón con flores convertido en paradigma de lo bello.
Miro el jarrón y me parece estar viendo una mujer hermosa.
Miro el jarrón y me parece estar viendo una tormenta.
Miro el jarrón y me parece estar viendo un jarrón.
En fin, no puedo dejar demirar el jarrón.
¿Y tú?
Es el efecto magnético del arte, me atrae porque en el arte veo mi reflejo, me veo yo, a mí mismo, más real que si me miro en el espejo, porque el arte no es sino mi reflejo, no existe sino por mí que soy su observador.
Os quiere,
el paseante

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