jueves, 15 de agosto de 2013

La lectura del fin de semana. Señor y perro. Thomas Mann. 1918.




Decirte, cambiando de tema, que bañar a los peques es algo muy tierno, se les baña en la bañera con agua tibia y un champú especial a base de aceites naturales de plantas, a Thai luego hay que secarla con secador y cepillo, como en las peluquerías, para que el pelo no quede enredado y quede sedoso, a Lobi no hace falta, él se sacude y se restriega en la toalla, luego los saco inmediatamente a pasear para que se sequen completamente, el sábado pasado hacía tanto calor que dimos un paseíto muy corto, Lobi se salió al jardín cuando regresamos y allí estuvo revolcándose al sol.

Los dos se portan fenomenal en el baño, primero baño a Thai y Lobi espera su turno celoso, y luego le baño a él que parece decir: vaya, por fin me tocó...

Con Lobi hay algo curioso, al quitarle para bañarle el arnés y una correa de cuello que lleva eso no le gusta mucho, creo que para él es el nexo que le une a mí, desde que le recogí los lleva, cuando termino y se los pongo parece sentirse satisfecho y respirar aliviado, se pone feliz, como diciendo: ya estoy otra vez en casa, al recogerlo le puse una correa de cuello pero como daba tantos tirones le compré al cabo del tiempo un arnés que sujeta más, así no se dañaba el cuello, pero él no consistió perder la correa del cuello, me pidió que se la volviera a poner aún llevando el arnés, y así lo hice, lleva las dos cosas.

Los dos son muy amorosos y se llevan muy bien, son dos compinches estupendos.

Un beso querida amiga y muchas gracias por tu amistad tan generosa,

jr

(anécdotas como ésta recoge Thomas Mann en este delicioso librito que he leído durante estas vacaciones, anécdotas y vivencias junto a su perro Bauschan, que harán sonreír e identificarse con sus pensamientos a los amantes de los perros).

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