martes, 27 de agosto de 2013

¿Cómo vas?




¿Cómo vas?

Me dejaste preocupado, si quieres que hablemos o nos veamos en algún momento me lo dices, de verdad te lo digo.

Consejos es fácil dar siempre, lo difícil es aplicarlos cuando le toca a uno, porque uno entra en pánico, al menos yo, al menos de entrada, luego las cosas van pasando, se van asimilando, se van viendo de otra manera, uno se conforma y ve todo desde otra perspectiva.

En ocasiones he sentido que tenía la espada de Damocles sobre mi cabeza, y al final he pensado que pasara lo que pasara debería aceptarlo como algo mío, propio de mí, quiero decir que si te quieres de verdad hasta lo negativo que tengas como las enfermedades, son algo tuyo que debes tratar de esa manera, es decir, sin rechazo, con aceptación, no resignación, sino aceptación y convencimiento que tú puedes salir adelante de una u otra manera, es un proceso.

Ya te digo que es más fácil hablar que hacer y que llegado el caso cuando le toca a uno todo se viene abajo, pero es en un primer momento, luego se abren perspectivas, simplemente nuestro enfoque es muy pequeño, ya lo irás viendo.

Por otro lado la vida y las contrariedades son algo que va unido, difícil despegarlas por mucho que uno lo intente, al final llegan las contrariedades de todo tipo lo quieras o no, es ley de vida, lo importante es el ánimo, el talante, el empuje con el que te tomes las cosas, si te hundes más y no haces por salir adelante todo se agrava.

Y luego está el tema de la muerte, yo pienso en ello muy amenudo, es algo inevitable para lo que hay que estar preparado, la muerte propia y la de cualquiera cercano, y no hay que resistirse, entre otras cosas porque no sirve de nada, mi visión de la muerte es como de unas vacaciones indefinidas, un dejar de padecer, una liberación de ataduras, tienes miedo a perder lo que conoces, la vida, tienes miedo a perder a tus seres queridos por egoísmo, porque los quieres junto a ti, dándote cariño y comprensión, pero con la muerte en general se deja de padecer.

Por lo único que me daría pena morirme es por no recibir la pensión, después de haber cotizado tantos años...

Bueno, es broma, me daría pena morirme por el dolor de las personas que me quieren y porque mis mascotas se quedarían desprotegidas.

La vida según va uno cumpliendo años da más tristezas que alegrías porque todo se va perdiendo...

Bueno, no sé si te he animado o te he deprimido más, ya me dirás...

Un beso,

jr

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