jueves, 27 de diciembre de 2012

Ser un icono: Antonio Vega.



Navidades con Antonio Vega. Me da miedo la enormidad donde nadie oye mi voz…

Todo empezó como si nada, ni me di cuenta, anunciaban en la tele la serie Cuéntame y de fondo sonaba Una décima de segundo, bueno, de fondo exactamente no, creo que esa música no puede ser fondo de nada, más bien el fondo eran las imágenes y la música era lo principal, aunque las imágenes estaban muy bien montadas, potenciaban aún más el poder arrebatador de la música, de la canción, de la letra, de la voz, y de esa forma de decir las canciones únicas del poeta, de Antonio Vega.

Recordé que tenía la canción en un cd, Antonio Vega básico, lo recuperé del olvido en el que duerme con frecuencia, con demasiada frecuencia, mi pasado, del que en ocasiones ni siquiera me acuerdo, y escuché la canción como si nunca antes la hubiera oído, me pareció increíblemente bella de nuevo, de una belleza arrebatadora, de una belleza brutal, radical, rompedora, tal y como escribía y componía Antonio Vega, a golpe de verdades esenciales.

Escuché el resto del cd, fascinación sobre fascinación, fascinación añadida la  fascinación, fascinación a la décima potencia, éxtasis de fascinación, paroxismo de fascinación, quedé demudado de fascinación, perturbado, trastocado, exhausto, claro, es Antonio Vega, por supuesto, cómo no, Antonio Vega no deja indiferente a nadie, al oírlo siempre hay un antes y un después, cosa que siempre ocurre con los verdaderos artistas, cambian nuestra vida, la enriquecen, la hacen más profunda, dejan en ella una huella indeleble para siempre.

Todas las navidades he estado escuchando este cd de Antonio Vega, mientras escribo esto lo estoy oyendo también, está sonando “…volveré a ese lugar dónde nací…” de El sitio de mi recreo, definitivamente Antonio Vega es el Mozart del pop español de todos los tiempos, cantautor de la movida madrileña, una sensibilidad única, un artista irrepetible, un regalo para el espíritu, un lujo impagable.

He pasado las navidades en familia, con mi hermano espiritual, con Antonio Vega, gracias Antonio por tu sensibilidad y por tu generosidad que a través del tiempo y el espacio sigue llenándome de amor.

El paseante

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