jueves, 10 de enero de 2013

La lectura del fin de semana. Las bicicletas son para el verano. Fernando Fernán Gómez.




La lectura del fin de semana. Las bicicletas son para el verano. Fernando Fernán Gómez.

O lo que es lo mismo, Bicycles are for summer, en inglés, una obra de teatro de Fernando Fernán Gómez sobre la Guerra Civil española.

Trata la guerra civil desde sus efectos en una familia de clase media madrileña de aquel momento, al hijo el padre le promete justo antes de declararse la guerra que le comprará un bicicleta, el hijo le pregunta que cuándo se la va a comprar para poder ir al Retiro con sus amigos que todos tienen ya bici, y el padre le contesta que para el verano, que las bicicletas son para el verano, y entonces el 18 de julio se produce el conocido alzamiento nacional de Franco contra la República, y el pobre chico se queda sin bici…

Dramático tal vez, no por lo de la bici en sí mismo considerado sino por el trasfondo de desolación que van dejando las secuelas de la guerra en una ciudad aislada y sitiada como lo fue Madrid.

Me identifico mucho con esta obra porque mi familia pasó todo la guerra en Madrid y en la obra veo reflejado lo que de siempre me han contado en mi casa.

La guerra civil española fue un disparate mayúsculo al que se llegó por la intransigencia irreconciliable de los dos bandos, por la incapacidad para el entendimiento, resulta increíble que en pleno siglo XX en la civilizada Europa en una nación como España se maten entre compatriotas como si tal cosa, y no sólo en el frente de batalla sino en las calles de las ciudades, en los descampados, tomándose cada cual la justicia por su mano.

Como digo es terrible, mi familia lo pasó muy mal, eran una familia de clase media que iba a misa, nada más, no habían hecho nunca mal a nadie, todo lo contrario, tampoco eran capitalistas, ni habían explotado a nadie, pero les hicieron la vida muy difícil.

Por eso cuando Franco entró al fin en Madrid, algo tarde porque estuvo alargando hasta el final de la guerra su entrada triunfal en Madrid, la población le recibió entusiasmada, había sido mucho el sufrimiento y el hambre, el miedo y la opresión.

La gente se echó a la calle el día que Franco entró en Madrid a recibirlo como a un salvador, por el cielo volaban avionetas que arrojaban sacos llenos de barras de pan, qué tiempos aquellos…

Todo eso más o menos refleja esta obra de teatro desde un punto de vista como digo íntimo, como de confidencia de mesa camilla y botella de anís del mono.

Siempre oyendo estas historias en casa desde niño y va Fernando Fernán Gómez y las pone encima de un escenario en boca de una familia prototípica del Madrid de aquel momento, clase media, católicos, un hijo y una hija, una entregada madre, un padre al que despiden de la bodega de la que es director cuando la confiscan…

¿Y qué culpa tiene esta gente?

Es igual que ahora, la política y los políticos hundiéndonos la vida siempre, hasta límites insospechados en ocasiones, hasta quitarnos el alimento, la paz, la vida…

El paseante

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