jueves, 3 de enero de 2013

Decíamos ayer. La nube solitaria y otras historias. Diciembre 2011 (4).

martes, 27 de diciembre de 2011


La película de la semana. El Gatopardo.


"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".

Bueno, es como recomendar leer El Quijote, una obviedad, al igual que El Quijote, El Gatopardo debería ser algo obligatorio en la escuela.
Visconti, Luchino Visconti, se sumerge en su propio mundo, la aristocracia italiana, tomando como base la novela del Príncipe de Lampedusa.
Deliciosa ambientación, maravillosos actores encabezados por Burt Lancaster, Claudia Cardinale y Alain Delon, en los papeles protagonistas.
Sur de Italia, calor, mucho calor, pleno verano, Sicilia, el príncipe de Salina y su familia se van de veraneo a su palacio de Donnafugata, son los momentos del Risorgimiento, de la unificación italiana, de Garibaldi, en torno a 1860.
Al príncipe le pilla la proclamación del nuevo reino de vacaciones, aislado.
No importa, hasta ese recóndito rincón del sur de Italia se apresura a llegar un representante del nuevo régimen, un alto funcionario, va a visitarle y le ofrece ser senador.
Entonces el príncipe, declinando el ofrecimiento, le dice la famosa frase:
"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
Un clásico de la fraseología moderna que hizo reparar en la novela de Lampedusa llevándola a la fama.
La luz, el color, la interpretación, los escenarios naturales, los interiores, los diálogos, el vestuario, la puesta en escena, todo es insuperable. Es, simplemente, una obra de arte total.
La banda sonora es de Nino Rota, y contiene un vals inédito de Giuseppe Verdi.
El vals suena entre otras piezas memorables al final de la película, durante el baile que tiene lugar en un palacio de Palermo, en el cual toda una sociedad parece entregar el relevo a otra, a la burguesía, que llega para ocupar el lugar de la aristocracia.
El baile está filmado sin interrupción, es decir, durante los 20 minutos que dura, Visconti colocó las cámaras, dió instrucciones a actores, figurantes, y al equipo de filmación, y se retiró a ver desde fuera como el baile discurría con toda naturalidad, es como si se hubiera filmado un baile real.
Me acordé esta semana de esta película porque comprando lo vinos para la cena de nochebuena me topé con un anaquel lleno de botellas de vino de Marsala, y me acordé de otra frase del príncipe de Salina en la cual dice que nadie se va a conformar a beber agua después de haber probado el vino de Marsala.
Pues bien, eso pasa con esta película, igual que con el vino de Marsala, una vez vista es difícil volver a beber agua...
el paseante



Dedicatoria.


Que siempre sea verano y siempre seamos felices...


lunes, 26 de diciembre de 2011


Sin ti.


Sin ti

En este final
Te contemplo
Perdida en el tiempo
Siempre feliz y hermosa en mi recuerdo

En este final
Sigues viviendo
Dentro de mí
Y toda la vida vuelve en el recuerdo

En este final
Te quiero
Igual que siempre
Y te espero, caballero andante de tus desvelos

En este final
Te esperaré por siempre
Hasta que decidas volver
Para poder quererte y abrazarte de nuevo

En este final
Me adormezco
Sonámbulo de la vida
Sin ti pero acompañado de tu recuerdo

En este final
Pienso
A dónde te has ido sin mí
Sin mí que tanto te quiero

En este final de nada
No veo sino el comienzo de todo de nuevo

José Ramón Carballo - 23 de diciembre de 2011

Si alguna vez fui...


Vuela esta canción
para ti, Lucía,
la más bella historia de amor
que tuve y tendré.

Es una carta de amor
que se lleva el viento
pintado en mi voz
a ninguna parte
a ningún buzón.

No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido.
Nada más amado
que lo que perdí.
Perdóname si
hoy busco en la arena
una luna llena
que arañaba el mar...

Si alguna vez fui un ave de paso,
lo olvidé pa' anidar en tus brazos.
Si alguna vez fui bello y fui bueno,
fue enredado en tu cuello y tus senos.

Si alguna vez fui sabio en amores,
lo aprendí de tus labios cantores.
Si alguna vez amé,
si algún día
después de amar, amé,
fue por tu amor, Lucía,
Lucía...

Tus recuerdos son
cada día más dulces,
el olvido sólo
se llevó la mitad,
y tu sombra aún
se acuesta en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y mi soledad.

Lucía - Joan Manuel Serrat

Carlos E. Pérez Sánchez. Semblanza.


Vaya foto!!!!!!!
Más que una foto es una provocación, ¿o no?
Me comprometí al principio del blog conmigo mismo en no publicar ninguna imagen fea, pues he aquí la primera, lo siento, he tratado de evitarlo, le pedí otra foto, pero ha sido inútil, me contestó que él se ve guapo, y es que la belleza es algo subjetivo.
Me da rabia que aparezca así porque él es guapo, creedme, de verdad, son las cosas de la fotografía, acordaros de la cámara de mi móvil, fotografío la Puerta del Sol y sale Bratislava, pues esto igual, Carlos E. se hace una foto y sale Boris Karlov, alucinante.
Por donde pasa va ligando, pero sin hacer nada, sin poner nada de su parte, es por su aspecto varonil y de hombre duro.
Pero la última vez que quedamos pasó lo contrario, ligué yo, y eso que él estaba a mi lado, increíble, le dió rabia que a él no le hicieran ni caso, no está acostumbrado, cosas de guapos...
Bueno, al tema, fue mi jefe durante un breve periodo de tiempo, de eso nos conocemos, y pese a las durísimas circunstancias por las que pasamos, o precisamente por eso, nos hicimos amigos.
Él es como mi primo el de Zumosol, siempre me protegía, debía de verme debilucho.
¿Debilucho? ¿Por qué?
Es matemático, es de ciencias como suele decirse, muy de ciencias, y eso se nota, por eso éramos compatibles, yo muy de letras y él muy de ciencias, hacíamos buen equipo, él con sus números y yo con mis poemas, imbatibles.
Bueno, imbatibles, lo que se dice imbatibles tampoco fuimos, pero nos lo creíamos, tal vez esa confianza en nosotros mismos que compartimos, la excelente opinión que tenemos de nosostros mismos, nos perjudicó porque nos hizo no sopesar debidamente las amenazas que se cernían a nuestro alrededor.
Yo pienso que volveremos a hacer equipo algún día no muy lejano, tener de jefe al hermano mayor de Zumosol da mucha seguridad, y a él también le conviene mi compañía, siquiera sea laboral y amistosa, porque sabe que él pone la mano dura y yo pongo mis good manners, mi savoir faire, mi charmé.
De todo eso él también tiene de sobra pero no le da la gana utilizarlo más que con quién él quiere, rara vez, porque él es un hombre duro, como el del anuncio de Marlboro, algo así, uno de esos hombres muy hombres que ya no hay por el mundo.
Bueno, jefe, que te quiero mucho (perdona la mariconada, me ha salido sin pensarlo).
Y feliz navidad, ¿o no?
Y sonríe un poco de vez en cuando.
Abrazos cariñosos,
el paseante

viernes, 23 de diciembre de 2011


Hay una carta para ti.



Estoy preocupado por ti, sabes, noto que no estás bien, yo soy como tu madre, noto esas cosas aunque pretendas negarlas y aparentar lo contrario.
Sé que en nochebuena vas a sentir la soledad, aunque nos cuentes a todos que estarás con la familia, aunque con ellos estés de una u otra manera, al final sentirás la soledad, porque aunque estuvieras acompañado te vas a sentir en soledad sin mi.
Y es que que sin mí no eres nada, no existes, no puedes ya ser feliz, es la maldición de haberme conocido, te he amargado la soledad, ya no podré salir nunca de tu cabeza porque, desengáñate, estamos hechos el uno para el otro, es algo predeterminado por la naturaleza, algo como el curso de las mareas, las fases de la luna o la órbita del sol.
Es algo como las constelaciones de estrellas, como el cauce de los ríos, como las elevadas cimas de las montañas, algo escrito por Dios en el universo, como las simas profundas del mar.
Puedes resistirte a mí, hacer que me ignoras, que no te importo, que no existo, que no soy nadie para ti, pero al final no eres sino víctima de tu propia trampa.
Te niegas toda la felicidad que tendrías estando a mi lado, ¿y para qué?, para al final brindar con el vacío de tu vida esta nochebuena, y para que el jamón y los langostinos te resulten insípidos al no estar yo junto a ti.
Yo que doy sabor al mundo, yo que por ti levantaría todo un universo sólo para los dos, yo que te amo, como tú me amas a mí, lo quieras o no, te lo reconozcas o no.
Bueno, llega la hora del adiós, que seas feliz, te lo deseo de corazón aunque sé que es imposible que seas feliz sin estar a mi lado.
Al menos procura llevar una vida tranquila, vivir la vida en calma, eso te deseo, porque, creo que debes saberlo, de tu felicidad depende mi felicidad, de tu vida la mía, y de tu amor mi deseo.
Y nada más, feliz noche, y brinda por mí aunque sea en silencio...

el paseante

jueves, 22 de diciembre de 2011


Feliz navidad a todos!!!!!!!!!!!!!!


Con esta imagen del árbol de navidad que me gustaría tener en mi casa os felicito la navidad a todos, queridos amigos, que seáis muy felices en estos días tan especiales, en compañía de vuestra familia y amigos, que comáis mucho turrón, bebáis mucho champán, y toquéis mucho la zambomba y la pandereta, el paseante se acordará de vosotros en todo momento durante estas fiestas y estará pendiente de todo sin perderse detalle para poder contároslo.
Por cierto, voy a hacer de cena en nochebuena pavo relleno según la receta de mi madre, que a su vez fue la receta de mi abuela, que a su vez fue la receta de mi bisabuela, y así hasta llegar a la Edad Media..., seguro.
Un beso a todos y recordad que ya estamos en la edad media, en la nuestra, y que hay que procurar disfrutar.
Mucho ánimo y mucha suerte!!!!!!!!!!!
Con amor y amor,
vuestro paseante

El consultorio de Elena Francis. Me he enamorado.

Radio de la abuela de el paseante.

Querida doctora Francis:

El motivo de mi carta es pedirla ayuda porque estoy desesperada, desesperada de amor, de amor por el paseante, soy la ya famosa señora de la limpieza de la oficina del paseante, título larguísimo que él me ha puesto, larguísimo como la fama, la mala fama, que él me ha echado, y es que, además de enamorada de él , estoy furiosa con él.
¿De dónde se ha sacado que soy ninfómana? Lo de la bici me lo inventé, no sé ni montar en bici siquiera, me lo inventé para ver si reaccionaba porque no había manera de que entrara al trapo, como suele decirse, que es más parao que la estatua de Neptuno.
Y encima va y lo cuenta en el blog, qué fuerte, es como para que lo que ha hecho me lo quitara de la cabeza para siempre, aunque sólo fuera de la rabia, pero ni por esas, ahí sigo empecinada con ese mamón.
Mamón, sí, mamonazo, que no se sabe de qué va.
Mire, doctora, lo único que hay de verdad en todo lo que cuenta son las fotos, las dos fotos, la de mi carta y la de su artículo sobre mí, son verdaderas, pues bueno, creo que con solo ver las fotos tendría cola de pretendientes, ¿o no?
Y va él y no me hace ni caso.
Para colmo me he enterado a través del blog que se ha cambiado de oficina sin decirme nada, sin despedirse siquiera, y eso ya si que no lo soporto. Tenerle lejos, no poderle ver, es superior a mis fuerzas, he pensado en suicidarme.
Por eso doctora la escribo, quiero que me aconseje qué hacer, a Papa Nöel le he pedido que me traiga al paseante en nochebuena pero, por si acaso me falla, le pido a usted consejo también, usted que es el Papa Nöel de todos nosotros, pobres infelices que aún creemos en el amor.
Atentamente,
La señora de la limpieza

Querida amiga:

Creo que quién mejor puede contestarla es nuestro más destacado colaborador y jefe del gabinete psicológico de la doctora Francis, el camarero de la churrería, que es el que mejor conoce a el paseante.
Querida limpiadora, soy el camarero de la churrería, y te digo que conociendo al paseante como le conozco, le has cogido el número cambiao, vamos, que no está hecha la miel para la boca del asno, que tienes un culazo estupendo, pero que eso al paseante hace tiempo que no le pone, que a él no le van los culos sino las ideas, él se mueve en el reino de lo inmaterial, del espíritu, de la gracia divina, del amor místico, del silencio, y de lo etéreo.
Él es un ángel en conversación permanente con Dios.
Y vas tú y quieres tirártelo, lo que te digo, que no está hecha la miel para la boca del asno y que menos mal que se ha ido de allí el pobre paseante.
Porque una cosa te digo, ilustre fregona, yo creo que se ha ido huyendo de ti.
Resígnate pues y sigue fregando que es lo tuyo, y sueña si quieres con él, pero nada más, porque nada más vas a conseguir.
Y sin otro particular se despide,
El camarero de la churrería


The building, one more time...


Es como una obsesión, este edificio me tiene enamorado, estoy atrapado en él, llega la hora de irme a casa y no me quiero marchar, ¿será ésta mi nueva casa?
El edificio, the building, as you like..., es poco práctico como lugar de trabajo, está concebido en otra época y para otros usos, y además está concebido principalmente para ser contemplado, para el recreo de la vista, prima la estética sobre la funcionalidad, algo que suele suceder cuando el arquitecto es más un esteta que un técnico.
Los pasillos son fríos, está lleno de corrientes de aire, debe ser costosísimo de mantener, en fin, es como trabajar dentro de una catedral, algo poco operativo, pero pese a todo lo prefiero, prefiero estar dentro de algo tan hermoso, recreándome la vista a cada momento, contemplando los detalles, las fantasías, los caprichos de la creatividad desbordada de un artista, de un creador.
Porque eso es el edificio, un capricho, una poesía escrita en piedra y cristal, un desbordamiento de la imaginación, un fuego de artificio de la creatividad.
Ni como hospital sería práctico este edificio, es un edificio para contemplarlo, no para vivirlo, es un decorado de ópera, un escenario de cuento de hadas, un castillo encantado.
Un sueño de la fantasía.
el paseante


La navidad escribe sobre el paseante.


Gracias paseante por tus hermosas palabras, realmente eres un hombre sabio.
Tú, paseante, has sido capaz de verme con los ojos de un niño, porque no has dejado nunca de ser un niño, lo sé, te conozco desde hace ya 51 años, y sé que has conservado siempre el corazón puro, el alma intacta y la ilusión de un niño.
Cuando todos me utilizan, cuando caigo en manos de falsos intelectuales que me critican y de usureros que hacen comercio conmigo, cuando nadie me ve tal cual soy, pura y esencial, tierna y entrañable, cariñosa y sensible, cuando nadie parece valorarme pero todos me necesitan, entonces llegas tú, tú, paseante, y tienes la gallardía, el valor y la honradez, de defenderme, de hablar bien de mí, de quitarmne todos los falsos ropajes, todos los disfraces, todos los adornos que me han puesto encima, de dejarme desnuda, pura y esencial, y de pregonar al viento mis virtudes y mi misión, la felicidad.
Paseante, por eso que has hecho, desde hoy, te nombro, hijo predilecto de la navidad.
Abrazos.
Tuya afectísima,
La Navidad

El tamborilero.



El Tamborilero

Raphael

El camino que lleva a Belén,
baja hasta el valle que la nieve cubrió,
los pastorcillos quieren ver a su rey,
le traen regalos en su humilde zurrón,
ropo pom pom, ropo pom pom.
Ha nacido en un portal de Belén,
el niño Dios.
Yo quisiera poner a tus pies,
algún presente que te agrade, Señor,
más tú ya sabes que soy pobre también
y no poseo más que un viejo tambor,
ropo pom pom, ropo pom pom, pom.
En tu honor frente al portal tocaré,
con mi tambor.
El camino que lleva a Belén,
yo voy marcando con mi viejo tambor,
nada mejor hay que yo pueda ofrecer,
su ronco acento es un canto de amor,
ropo pom pom, ropo pom pom.
Cuando Dios me vio tocando ante Él,
me sonrió.

Carta abierta a la navidad.


La navidad es un bálsamo de sentimientos que ponemos sobre el corazón una vez al año para que cicatricen nuestras heridas.
Es esa melodía tonta y repetida que nos hace descansar del ajetreo de la vida, de la prisa, del afán, del agobio.
La navidad, sí, la navidad, si existe y se mantiene viva, y resurge año tras año, es porque la necesitamos, porque la vida sin ella, una vez al año al menos, no sería digna de ser llamada vida.
Te recuerdo navidad, querida navidad, cuando aún era un niño, con tu dulce aroma de horas felices, de días tranquilos, de apacible hogar con olor a turrón y con sonido de villancicos.
La navidad sólo puede ser entendida completamente desde los ojos de un niño, según vamos creciendo perdemos la capacidad de comprender la navidad, precisamente por eso, porque se trata de algo que es incomprensible salvo para los ojos del alma, que es con la que miran los niños.
Y luego, al cabo de los años, regresamos a la niñez, al recuerdo, y volvemos a ver la navidad de nuevo desde el alma, desde el sentimiento, desde la emoción.
Regresamos a la navidad con el alma pura del niño que fuimos un día, recobrada después de todas las luchas, de todas las batallas, de todo el desamor.
Y entonces, sólo entonces, volvemos a amar la navidad y con el deseo puro, con la mirada tierna, con la ilusión intacta, contemplamos el espectáculo de la navidad, siempre único y diverso, tradicional y nuevo, romántico y material.
Espero, sí, te espero, querida navidad, cada año, con un temblor en la voz, un nudo en la gargante, una lágrima suspendida, te espero emocionado para reencontrarme contigo en las calles de mi ciudad, en sus escaparates, en sus comercios, suspendida en mil bombillas de colores que brillan en el cielo, entre el ir y venir de multitudes que caminan siguiendo tu rumbo, el rumbo que tú les marcas, el de la ilusión.
Y te espero para poder oír tus bellas melodías, músicas que hablan directamente a mi corazón, que se abre a ti como una flor y te acoge feliz del reencuentro un año más contigo.
Te quiere,
el paseante

miércoles, 21 de diciembre de 2011


El edificio y yo.


Este edificio es esencial para mí.
Entro en él y respiro su perfume, el perfume de sus colores, de su luz, de sus perspectivas, de sus proporciones, de sus cielos abovedados, del cielo azul colándose por sus galerías, de los árboles de sus jardines, del agua de su fuentes.
Entro en él y respiro su esencia de ser vivo, de alma, de espíritu, respiro sus pensamientos, su dudas, sus alegrías y tristezas, respiro su amor, su desamor, respiro el aroma que ha ido dejando el tiempo al pasar por él, y me sorprendo al verle como si me encontrara un fantasma, y cada vez que le vuelvo a ver me siento feliz, como quién se reencuentra con un antiguo amor que no ve hace mucho tiempo y del que sigue enamorado.
Estoy enamorado de este edificio.
Habito en él como Jonás en el estómago de la ballena, sin saber si algún día lograré salir de él.

el paseante

El cuadro de la semana. Giovanni Bellini. Sacra conversazione.


 
 Bellini, sí Bellini, siempre Bellini.
Pero, ¿cuál de ellos?
No sabía que hubiera más de uno.
Para ser más exactos hay tres, Jacobo, Gentile y Giovanni, por aquel entonces la pintura era un negocio familiar.
Escuela de Venecia, Cuatrocento italiano, Renacimiento, la vuelta del arte al hombre como medida del universo, exaltación del hombre.
El renacimiento como continuación del arte griego del periodo clásico, S. V. a. C., el siglo de Pericles. Vuelta al espíritu, a la ligereza, a la belleza, vuelta a la vida.
Tras el arte romano y su pesada ostentación de poder, tras la Edad Media y su visión oscura de la vida, llega el renacimiento, y como su propio nombre indica, el arte, y el hombre a través del arte, renacen a la vida.
Hay dos museos imprescindibles para conocer la historia del arte y sus fundamentos, y la historia de la humanidad. El museo arqueológico de Atenas y la Galería de la Academia de Venecia, en éste último se encuentra esta Sacra Conversazione de Bellini.
Su luz, la luz del cuadro, es de abajo hacia arriba, tal y como el brillo de la luz se refleja sobre el agua de los canales e ilumina toda la ciudad de Venecia.
Es un cuadro de género, las santas conversaciones, en ellas aparecen personajes santos en santa conversación, ¿y eso qué es?, pues una conversación sin palabras, una conversación en la que no se habla porque no es necesario, se establece una comunicación espiritual.
Es como cuando rezamos, nos comunicamos con Dios sin palabras, igual aquí.
Bellini ha pintado el silencio, algo imposible de pintar, pero él lo hizo, delante de este cuadro uno se queda mudo, sobrecogido, atónito, no hay palabra, ni comentario posible, uno queda unido a la santa conversación, y se pone a conversar con Dios.
Los eremitas, los ermitaños, los místicos, la clausura, el voto de silencio
Despojarse de todo lo humano para quedar enfrente de Dios, y hablar ya sólo con él por siempre en un delirio de amor místico que te transporta a la dicha más absoluta.
Santa Teresa, San Juan de la Cruz, nuestros místicos, escribieron la más bella poesía amorosa, la poesía de su amor por Dios, la poesía del amor de Dios por todos nosotros.
Bellini, siempre Bellini..., sí, por supuesto...
Y Venecia, siempre Venecia, claro...
Con este bellísimo cuadro que transmite esa paz y ese silencio celestiales del amor divino, os felicito la navidad a todos.
El blog es también el silencio, no se escucha palabra, el blog es igualmente una santa conversación entre vosotros y yo.

FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!!!!!!

el paseante

martes, 20 de diciembre de 2011


Silent Night.


Noche Silenciosa , noche santa
Todo está en calma y es brillante
Alrededor la Madre Virgen y el Niño
Santo Niño , tan tierno y suave
Duerme en Paz, Duerme en Paz

Noche Silenciosa, noche santa
Hay un temblor de pastores a la vista
La Corriente de esplendor del Cielo a lo lejos
Los Anfitriones cantan Aleluya!
Cristo El Salvador ha nacido
Cristo, nuestro Salvador ha nacido

Noche Silenciosa, noche santa
Hijo de Dios
Para luz del amor
Rayos radiantes en la cara santa
con el alba para redimir la gracia
El Señor Jesús en el Nacimiento
El señor Jesús en el Nacimiento

Aleluya
Aleluya
Aleluya


Ahora trabajo en un hospital.

La magia de la arquitectura.

¿Es la arquitectura una de las bellas artes?


No, tranquilos, no soy médico, ni enfermero, ni comadrona, ni nada parecido, ni siquiera soy paciente o enfermo, al menos por ahora.
Se trata de un antiguo hospital, el hospital de jornaleros, conocido como el hospital de Maudes.
El edificio visto desde fuera es como un castillo, todo sillares de piedra caliza sin pulir y lleno de almenas y torreones por todas partes, rodeado de un muro que más parece muralla, y lleno de rejas.
También tiene una iglesia que vista desde fuera parece una catedral por las dimensiones.
Tiene el edificio forma de cruz griega, con cuatro enormes naves o alas en torno a un patio central de inspiración romántica.
Dentro está rodeado de jardines, y en el patio central luce una fuente octogonal que es como el corazón del edificio, su centro.
El edificio es de principios del S. XX, obra del famoso arquitecto Antonio Palacios, del cual son los edificios más bellos y emblemáticos de Madrid, como el Palacio de Comunicaciones, hoy sede del Ayuntamiento, el edificio del Banco Central en la calle de Alcalá, hoy sede del Instituto Cervantes, el Banco de España, el Círculo de Bellas Artes, entre otros.
Se nota la mano de un buen arquitecto sobre todo desde dentro, uno se siente bien en el espacio, las dimensiones, las proporciones, la luz, los colores, las perspectivas, todo es armonía, los sentidos lo perciben y el espíritu respira el oxígeno que le brinda tanta belleza.


La decoración interior está protagonizada por azulejos, esmaltes, cristaleras, escaleras de forja, cúpulas de cristal, arcos, bóvedas, galerías, enormes ventanales, vidrieras de colores.
Desde dentro el edificio, al recorrer sus largas y circulares galerías acristaladas a ambos lados, que dan a jardines interiores, transmite la sensación de estar uno dentro de un animal fantástico, mitológico, algo así como una enorme, descomunal mariposa, que estuviera luchando por despegar de la tierra, salir de la crisálida, y levantar el vuelo, pero da la sensación de que no pudiera hacerlo, tanta piedra la mantiene anclada a la tierra, mientras que las alargadas superficies de cristal que se elevan hacia el cielo parecen invitarla a volar.



Los colores interiores del edificio parecen los de las alas de una mariposa, árboles, setos, cristaleras de variados colores, esmaltes, azulejos. Y sobre todo ello, el intenso azul del cielo de Madrid colándose como una cascada dentro de todo el edificio a través de sus altas galerías acristaladas, llenándolo todo de una luz azul.



A veces parece estar uno dentro de una nave espacial que volara sobre el cosmos, es tanta la ligereza, la sensación de livianidad que transmite el edificio que parece fuera a levantar en vuelo con todos dentro en cualquier momento, lo que digo, como una mariposa que fuera a aletear repentinamente y marcharse de aquí.
Delicadeza evanescente de cielo, cristal y aire, armonía viva, celeste laberinto, corredores de perspectivas ilimitadas en las que la imaginación se proyecta hacia el infinito.


El edificio te atrapa, te enamora, te hace suyo, al primer golpe de vista, y no te puedes resistir, ni escapar, te hechiza.
Todo el edificio desprende magia, misterio y romanticismo, parece un decorado para representar una ópera, algo fantástico, inventado, irreal e imposible.
Un mundo de caballeros andantes y de princesas, de romanticismo, de declaraciones de amor en sus jardines, de poesías declamadas a la luz de la luna.
Paseante de sus galerías, ensoñador de sus perspectivas, solitario habitante de su mundo encantado, príncipe de cuento, señor del castillo, eso soy.

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En conclusión, creo que sí, que la arquitectura es una de las bellas artes sin duda, además es la que mayor influencia tiene en nosotros en el día a día, sobre más personas y durante más tiempo, no en balde pasamos dentro de los edificios la mayor parte de nuestra existencia.

el paseante

Caro diario.


Recorro Madrid montado en mi blog como si fuera montado en una moto, acelero, freno, adelanto, espero pacientemente en los semáforos, cedo el paso, respeto los pasos cebra, soy un conductor prudente y entrenado, con todo, a veces, corro algún riesgo, acelero más de la cuenta preso de la emoción de la velocidad, me meto por direcciones prohibidas por el placer de acortar trayectos, aparco donde no debiera, me subo por las aceras si hay mucho atasco, en lugar de utilizar el claxon chillo a los conductores y a los peatones imprudentes, escapo de los guardias como puedo para que no alcancen a ver la matrícula y me multen, bueno, lo típico de un conductor avispado de moto, digo de blog, como soy yo.
Casi siempre llevo casco, casi siempre... y es que me agobia los pensamientos tener el casco oprimiéndome la cabeza, el cerebro, la mente, que todo viene a ser lo mismo.
Si me quito el caso soy más prudente de lo habitual por si acaso, la vida es, ante todo, el mayor bien, lo primero a preservar, la propia y la ajena.
También digo algún piropo desde la moto, quiero decir desde el blog, perdón, a veces me confundo, y cuando los digo acelero para no pasar la vergüenza de que me contesten, lo que nunca digo son cosas feas a nadie, si alguien me insulta o me hace alguna faena solamente le llamo maleducado, sé contenerme, aunque a veces me cuesta mucho, y a veces también exploto, pero siempre me arrepiento después.
El aire fresco de cada mañana me da en la cara cuando salgo a pasear con mi blog, y los pensamientos se me refrescan y el alma se expande por la ciudad como si fuera un acuario lleno de luz en lugar de agua, y me deslizo, nado, nado, nado, vuelo, vuelo, vuelo, y contemplo todo pasar desde mi mirada veloz que todo lo quiere comprender y nada lo entiende totalmente, y trato de explicarme la vida de alguna manera cada día y de transmitíroslo por si os sirve.
Y voy pasando en la vespa del blog al lado de todo, y las cosas, las personas, los animales, las plantas, los mares, los rios, las montañas, los volcanes, todas las estrellas, el sol y la luna, todo me sonríe al pasar y dicen: mirad aquí llega ya el paseante como cada día a contemplarnos con su fugaz mirada de halcón que todo lo ve y todo lo penetra hasta ver su esencia, la esencia que para todo va creando el paseante, mientras recrea el mundo cada día, su mundo, y nos lo ofrece a todos nosotros, fresco y puro como una botella de leche recién ordeñada que nos dejara el lechero en la puerta de casa.
Soy el lechero de las ideas.
El motorista de las ensoñaciones.
El paseante del mundo.
Cada día ordeño la realidad, la embotello y os la dejo en la puerta de vuestra casa.
Besos,
vuestro paseante

El blog más caro del mundo.


Igual que el turrón 1880.
El blog de el paseante es al blog más caro del mundo.
"Caro" en el sentido de querido, como dirían los italianos.
Un blog hecho a mano cada día con ingredientes de primera calidad.
Sólo entradas seleccionadas.

Recuerda:

El blog de el paseante, el blog más caro del mundo.

Caro blog...

lunes, 19 de diciembre de 2011


La película de la semana. Le bal. Ettore Scola.



Pues no me acuerdo de nada.
Me la recomendó mi padre que es un gran cinéfilo de toda la vida, me dijo: he visto una película que no te puedes perder.
Cuando mi padre me dice eso no lo dudo, me voy inmediatamente a verla, y no falla, siempre me gusta, o mejor decir, me entusiasma.
También me dijo que en la película no pasaba nada, pero que por eso mismo era genial.
Es un día en una academia de baile, nada más, sin argumento, personajes, sin nada especial, sólo música, bailes, la actividad de la academia de baile durante un día, pero no como un reportaje sino como si el espectador fuera una de las paredes y estuviera contemplando todo sin más.
Las películas en las que no pasa nada son las mejores, las más sugerentes, te sientes reflejado en ellas porque son como la vida, en la vida tampoco pasa nada y pasa todo a la vez.
Pero claro sólo un director genial es capaz de alcanzar esa maestría, esa sutileza, esa sensibilidad.
Dejar despojada la película de guión, de actores protagonistas, de mensaje, de significado, de intención, dejarla abierta a que sea el espectador quien la complete, la interprete, la haga suya, la sienta como una parte de él, es algo único en el cine, una habilidad rara de encontrar, por ese motivo es una película imprescindible, por su originalidad y su significado.
Uno sale del cine con una media sonrisa entre los labios, cuando una película es puro arte, uno sale así del cine, reconfortado con la vida, como caminando varios metros por encima del suelo, como con alas, es la cualidad que tiene el arte cuando es verdadero, el efecto catárquico y purificador.
Digo, uno sale del cine..., bueno, así salí del cine cuando ví Le bal, y así salía del cine cuando era un cinéfilo empedernido y no podía dejar de ir al cine varias veces por semana, era adicto al cine, creí que nunca me iba a curar de mi adicción, con películas como ésta mi adicción en lugar de disminuir se incrementaba.
Pero un buen día todo cambió, se dejó de hacer buen cine y mi adicción desapareció como por arte de magia, hace años que no he vuelto a ir al cine...
Abrazos,
el paseante

La nube solitaria.


Y al amanecer siempre hay perdida en el horizonte una última nube solitaria que no se quiere marchar, espera el día sobre la alta cima del Guadarrama, espera algo, no sé bien qué, a veces pienso si me espera a mí, si me quiere tal vez llevar con ella a su más allá de agua y éter, a su inmaculada pureza, a su delicada y vaporosa hermosura de algodón, a su evanescente reflejo de luz, a su tornasolada perfección de cosa que se acaba, de concepto que se desvanece, de idea que no existe, y mi pensamiento vuela tras de ella, y queda agarrado a su contorno mientras éste desaparece y se vuelve nada en el azul iluminado por el sol de la mañana, entonces despierto de su hechizo y me digo si todo fue un sueño o si verdaderamente la nube me quería llevar con ella, y me pregunto si algún día de verdad me llevará y si volveré o no volveré jamás.
el paseante


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