lunes, 13 de mayo de 2013

Mis padres.



Son mis padres, les invité a comer hace dos viernes en el restaurante que han abierto en Madrid Río, que, por cierto, está fenomenal, muy buenas vistas y muy buen menú, y muy económico, 10 euros, hablar de los padres de uno es difícil, digamos que nos puede el cariño, no vamos nunca a ser imparciales, ellos para mí son en primer lugar ejemplo de sacrificio con sus hijos, dedicación, atenciones, lógico, son mis padres, es su función, pero eso no siempre es así, para mí son el puerto en el que refugiarme, un bastión seguro, firme, a resguardo de las inclemencias de la vida, un consejo sabio, una escucha, unas atenciones, una generosidad, un amor.

Han sido y siguen siendo modelo y ejemplo de casi todo para mí, de mi madre he heredado su generosidad, su bondad, su ternura, su cariño, su empatía, comprensión, compasión y capacidad de sacrificio, su religiosidad, de mi padre la integridad incombustible, la independencia de criterio, el tesón, la creatividad, cierto espíritu bohemio y aventurero, un tanto iconoclasta, y su sentido del humor, de ambos una capacidad de análisis y un sentido común muy necesarios en estos tiempos que corren, y su buen gusto, su sentido de lo artístico, su inteligencia, su capacidad de trabajo, y su buena administración.

Caí en la trampa, lo dije al comienzo, no se puede hablar de los padres, a veces pienso que sigo vivo gracias a ellos y que todo lo que tengo en realidad es suyo, a ellos se lo debo, pero también sé que el día que ya no estén junto a mí seguiré mirando por mí y cuidándome porque sé que ellos desde el cielo así lo querrán.

Vaya este pequeño homenaje a mis padres desde las páginas del blog.

Os quiero papis, vuestro niño,

el paseante


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