miércoles, 13 de febrero de 2013

Mis conversaciones con Woody (15). Cena con Woody.

Restaurante ruso Rasputín en la calle Yeseros nº 2 de Madrid.

-          Jr nos está mirando todo el mundo.
-          Son imaginaciones tuyas Woody.
-          Este sitio es muy romántico, ¿cómo me has traído aquí?, van a pensar que somos novios.
-          ¡Qué disparate, para nada!
-          Pero mira cómo nos miran…
-          Es porque eres Woody Allen no porque crean que somos gays o algo por el estilo.
-          Ya.., …bueno, …me quedo más tranquilo.
-          ¿Te gusta el sitio?
-          Es precioso, parece enteramente que estuviéramos en la Rusia de los zares.
-          Sí, es verdad.
-          ¿Y aquí qué se come?
-          Te recomiendo el blinis de caviar y el solomillo Strogonoff, son dos platos exquisitos aunque todo está delicioso.
-          ¿Qué son los Zannukis?
-          Entremeses rusos.
-          ¿Y están buenos?
-          Buenísimos.
-          Bueno, tomaré lo que me dices.
-          Buena elección.
-          ¿Y de beber?
-          La sangría rusa está buenísima.
-          ¿Sangría rusa?
-          Sí, está hecha a base de champagne y frutas.
-          ¡Qué delicia!, pidámosla.
-          De acuerdo.
-          ¿Y de postre?
-          Yo siempre pido babaroise.
-          Lo conozco, mi abuela me hacía siempre babaroise, se llevó la receta desde Rusia.
-          Verás cómo te gusta.

Al cabo de un rato:

-          Te felicito jr, realmente sabes cómo cuidarte, todo estaba delicioso, el lugar es precioso y los camareros muy profesionales, tan elegantes además con esas camisolas blancas y sus modales tan refinados.
-          Me alegra que te haya gustado.
-          Lo único es que nos han estado mirando durante toda la cena.
-          ¿Quiénes?
-          Pues todos.
-          Yo creo que son cosas tuyas.
-          Que no, te digo que se han creído que somos una pareja gay.
-          Eres un neurótico.

Llega el camarero:

-          ¿Desean una copita de vodka los señores?
-          Por supuesto, muchas gracias.
-          Mira Woody, qué detalle, traen el vodka con unos bombones rusos envueltos en papel de celofán rojo en una bandeja de plata.
-          Todo parece salido de un cuadro de época, me transporta a la vieja Rusia.
-          Voy a pedir la cuenta, te invito yo.
-          No puedo consentirlo jr.
-          Está decidido, no discutas.
-          Vale, te debo una.
-          Mejor no, dentro del matrimonio no se debe uno nada…
-          Jr, no te pases.
-          ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡OH WOODY, CÁSATE CONMIGO!!!!!!!!!!
-          Jr que te están oyendo, estamos haciendo el ridículo, cállate por favor que viene el camarero.

Regresa el camarero:

-          Señores, me complace comunicarles que están invitados por la casa.
-          Oh, por favor, no podemos aceptarlo.
-          No insistan por favor, están invitados, es además para nosotros un honor poder invitarles.

Se marcha el camarero.

-          ¿Por qué nos habrán invitado jr?
-          Pues porque eres Woody Allen, la misma razón por la que todos nos miraban.
-          ¿No será porque somos la primera pareja gay que cena en este lugar?
-          Woody, por favor…, contrólate un poco, mira aquí vuelve el camarero.

Se acerca el camarero:

-          Perdone, podríamos hacerle una foto para poner en el restaurante.
-          Woody, quieren hacerte una foto.

El camarero:

-          No, perdone, pero la foto es a usted, ¿es usted el paseante, verdad?
-          Sí, claro.

Se marcha el camarero.

-          Jr, esto ha sido humillante, me han ninguneado, entonces lo que sucedía es que te miraban a ti…
-          Woody, no te obsesiones, seguro que tú eres más popular que yo en USA, seguro.
-          No lo sé jr, creo que mi estrella está declinando.

(continuará)

El paseante


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