martes, 30 de octubre de 2012

La película de la semana. Manhattan. Woody Allen. 1979.



El domingo pasado comí en un Vips, las hamburguesas están bastante bien, os las recomiendo, mi favorita es la hamburguesa llamada Manhattan, bueno, qué casualidad, y es que Manhattan es todo, cualquier cosa con pretensiones de novedad o de modernidad debe llamarse Manhattan, curioso, recuerdo algo así como que alguien vendió la isla de Manhattan a no sé quién por 1 euro, mejor dicho por 1 dólar, imaginaros, la hamburguesa Manhattan del Vips vale 9,75, la de tamaño grande, ya no hay nada que valga 1 euro, ya recuerdo..., fueron los indios, primeros habitantes de la isla, de ahí el nombre, los que vendieron la isla de Manhattan a no sé quién, a los primeros colonos tal vez, qué ignorancia la mía.
Pues eso, no dejéis de probar la hamburguesa Manhattan, está buenísima, con pan brioche ligeramente tostado, lechuga batavia, creo que se dice así, y "nuestra mayonesa de lima", eso dicen, "nuestra mayonesa de lima", buenísima, cebolla y tomate, muy sabrosa y gustosa, la devora uno en un plis plas. Y con unas patatas de chuparse los dedos, de gajo, "patatas de gajo", así las llaman, no lo olvidéis.
No sé de qué estaba hablando, ah sí, de la película de Woody Allen, bueno, pues el Vips tiene una decoración muy Manhattan, me hizo acordarme de mi buen amigo Woody.
La película Manhattan la volví a ver estas vacaciones en el viejo video del pueblo, impactante verla en la buhardilla bajo esas vigas de madera envejecida por el paso del tiempo, realmente impactante, de lo rural (el pueblo), a lo cosmopolita (Manhattan).
Comprobé que las neurosis que generan las grandes ciudades son parecidas, a mayor tamaño de ciudad mayor es la neurosis, no falla, la Gran Vía produce neurosis leves, véase mi caso, Manhattan produce neurosis graves, véase el caso de Woody, creo que si llevara unas vacaciones a Woody a mi pueblo se abriría las venas, Woody es ya un urbanita empedernido, o mejor dicho "empebernido", como dice mi sobrina pequeña.
A mí me dice mi sobrina pequeña: "tito, tú eres un solterón empebernido".
¿Donde oirá la niña esas cosas?
Bueno, mientras sólo me llame eso...
Lo malo va a ser cuando crezca, no quiero ni pensarlo...
Os recomiendo la película Manhattan de Woody Allen, aunque todo el mundo la habrá visto ya, pero siempre que se vuelve a ver algo así uno se sorprende de nuevo, y descubre matices que antes no vio o que ya no recuerda.
Yo no me acordaba de nada, y la había visto dos veces antes, una cuando la estrenaron, sería yo un pipiolo entonces, y otra vez por lo menos en video, pero esta tercera vez es cuando he comprendido la película, y es que uno necesita cierta madurez para asimilar ciertas cosas, por ejemplo una película como ésta que bajo una primera lectura superficial o cómica contiene otras lecturas más profundas, reveladoras y significativas de la sociedad actual, la modernidad, y la neurosis de las grandes urbes.
Y es que Woody es un genio "empebernido" como diría mi sobrina pequeña.
Por cierto, con la hamburguesa Manhattan siempre tomo una copa de cerveza Mahou, en su punto justo de sabor y acidez, refrescante, mi favorita, además la sirven en una copa en forma de flauta que permite paladear aún mejor todo su cuerpo.

Un beso,

el paseante 

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