martes, 30 de octubre de 2012

Ayer por la noche estuve viendo la televisión.



Ayer por la noche estuve viendo la televisión

Qué fuerte, ya tengo tele, me han regalado un viejo dvd con tdt y lo he programado, he sido incluso capaz de programarlo y eso que era endiabladamente difícil, ayer vi mi primer debate televisivo, fue como un bautismo televisivo, comencé mi singladura catódica, ¿siguen siendo catódicos los televisores?, o mi singladura digital terrestre mejor dicho, con un debate en una cadena de televisión, obvio, bueno, lo digo así para no concretar en cuál, para no aludir, para no herir susceptibilidades.
Probé a verlo sin sonido, lo que decían era todo como muy burdo, zafio, absurdo, no obstante, pese a haber dejado mudos a los tertulianos se entendía todo lo que sentían, sus emociones, sus filias y fobias, sus estados de ánimo, cosas de la comunicación no verbal, probad a hacerlo, os lo recomiendo, parece como la aplicación práctica del libro sobre comunicación no verbal de Flora Davies, un debate sin sonido condensa todas las enseñanzas de ese libro, si lo hacéis seréis mucho más conscientes de los aspectos no verbales de la comunicación, que por otro lado son los más importantes, más incluso que lo que se dice con palabras.
Bueno, uno podía leer en los tertulianos como si fueran un libro abierto, incluso podía leer en sus labios lo que decían, increíble, no era necesario el sonido, pero como el silencio era demasiado grande y el gato comenzó a maullar y me desconcentraba, puse música clásica en la cadena estéreo, ¿se siguen llamando cadenas estéreo?, Radio Clásica de Radio Nacional de España, Mozart, estupendo, pero seguía entendiendo, comprendiendo, dándome cuenta de todo, incluso de una forma más intensa que cuando estaba todo en silencio, el silencio agudizó mi percepción visual y Mozart la elevó hasta el paroxismo.
Ya no sabía qué hacer para poner distancia entre el debate y yo, decidí prepararme un cóctel, sí un cóctel, el paseante toma cócteles, es muy chic, y me preparé un Manhattan, cómo no, estamos en la semana Manhattan del blog, todo es Manhattan.
Pero el alcohol exacerbó aún más mis sentidos, me parecía ya que aquello no era un debate sino una representación de una ópera de Mozart, al final debí quedarme dormido porque al despertarme anunciaban en la teletienda un ahuyentador de insectos electrónico, ni rastro del debate, o tal vez esos ahuyentadores electrónicos de insectos sirvan para ahuyentar tertulianos, no lo sé, me notaba confuso, adormecido, me fui a la cama.
Al despertarme a la mañana siguiente pensé que tal vez todo había sido una pesadilla, fui a conectar la televisión y allí seguía el mismo anuncio, repetido una y otra vez hasta el infinito, como las tertulias.
Ahuyentador de mosquitos y de todo tipo insectos en general Pest Reject, ¿alguno de vosotros lo ha probado?, estoy por comprarlo.

el paseante


Cóctel Manhattan de el paseante: unos cubitos de hielo, tres partes de vermut blanco y una bourbon, servir en copa de cóctel.




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