jueves, 26 de enero de 2017

Pasarela masculina primavera-verano 2017.

Foto: Desfile Vivienne Westwood (Harper's BAZAAR)


Bueno, conviene irse informando de las tendencias en moda masculina para esta primavera-verano, la verdad es que algunas cosas no son muy ponibles pero marcan tendencias, otras sí son ponibles pero son inaccesibles para bolsillos normales y habrá que esperar a que el pret a porter lo copie, sencillo. 
Pasando revista a las fotos llega uno a la conclusión de que no hay nada nuevo bajo el sol, todo está inventado desde hace mucho y lo que funciona son los revivals, está claro, todos tenemos referencias guardadas en el fondo del armario de estos revivals, con los años hay un bagaje de conocimiento sobre todo y la moda no es la excepción, hay cosas que a uno le van y cosas que nunca se pondría, cada cual se mueve dentro de un determinado estilo, lo cual no significa no atreverse, significa simplemente que uno tiene una imagen de sí mismo y dentro de ella puede explorar alternativas y tener ciertos atrevimientos, pero sin pasar a otras latitudes en las que se encontraría incómodo, por ejemplo, de la foto de arriba yo sólo me atrevería con el bañador, nada más, reconozco que al modelo le queda todo de maravilla, que el estilismo es de una belleza muy sugerente, pictórico podría decirse, parece un fauno, se oye hasta música contemplándolo, Debussy seguramente, la moda es ese cúmulo de cultura visual acumulado desde el comienzo de la civilización, está claro, pero pese al deleite de su contemplación sólo me pondría el bañador.
Insisto, sólo el bañador, con lo otro por mi edad y mi imagen no me sentiría cómodo en absoluto, más bien parecería ir disfrazado, resultaría, eso creo, patético, sin embargo el modelo luce espléndido y reconozco que a partir de esa base habrá derivaciones de prendas más ponibles, lo que vemos en la foto es, digamos, la esencia de la tendencia, a partir de ahí la industria se pone a trabajar en todos los niveles y nos revoluciona con nuevos productos que nos enganchan y que acabamos comprando.
De joven compraba en la medida que podía ropa de diseñadores, pret a porter, por supuesto, tengo alguna que otra prenda que conservo que podía integrar un museo de la moda, algunas de estas prendas tienen música, las contemplo y oigo melodías de lo bellas que son, no las uso ya, en el día a día un hombre no se permite ciertas licencias porque no encajaría en ciertos ambientes, y como mi vida social es nula pues ahí siguen guardadas algunas ya pasadas de moda, como si fueran vestidos de noche comprados por una solterona a la que nunca nadie va a sacar a cenar.
La elegancia es algo muy personal, muy ceñido a tu estilo propio y personalidad, hay quién nunca será elegante se ponga lo que se ponga y mendigos que vestidos con harapos resultan elegantísimos, como inspiradores de pasarelas, véase si no el ejemplo de la foto, en qué se inspiraría la diseñadora?, me pregunto, y me respondo que se inspiró tal vez en..., no lo sé, creo que se inspiró en mí aún sin conocerme porque me fascina.

el paseante


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