lunes, 18 de abril de 2016

5 - LA ROMÁNTICA LUNA (poemas 41 a 50).




297 - Escribo amor

Escribo amor por las paredes como un loco
Escribo amor sin escribir palabra
Escribo la idea amor, el concepto amor, el sentimiento amor
Y huyo a la carrera por si me atrapan
Reo de haber escrito amor
Aún sin escribirlo
Sólo con pensarlo
En todas las paredes de la ciudad


298 - Tanto amor

Sabes, creo que el amor me acabará matando
Moriré lentamente de amor
De una enfermedad incurable llamada amor
Amor por todo y por todos
Inmenso, eterno, infinito amor
Amor por el gatito del mendigo
Al cual rescataría de su explotación, de su miseria
Amor por los niños enfermos, abandonados, hambrientos
Amor por los que sufren, los necesitados, los oprimidos
¿Qué hago con tanto amor?
¿Qué hago con todo ese amor que me derrumba?
Con el que no sé construir nada salvo más amor
Me pregunto dónde irá a parar todo mi amor
Que a nadie llega, que queda en mí
Y me ahoga de emoción
Ese amor irrealizado, ideal, sustancia última de mí
No soy sino amor
De amor estoy hecho
Un amor que me engaña con inverosímiles ilusiones
Irrealizadas todas
Que van quedando atrás día tras día
Olvidadas en el paraíso de mi corazón


299 - Ángel por ti

Fui ángel por ti una vez
Cuando tú me elegiste con tu amor
Ángel igual a los otros ángeles
Igual a los ángeles todos del cielo
Igual a ti
Y desperté del sueño de ti un día
Y dejé de ser ángel ya por siempre
Exiliado de la corte celestial
En la que tú habitas
Contemplo tu belleza
Entre la eternas colinas, cimas inmensas
Entre las nubes que como rocas etéreas
Pueblan el cielo de mis sueños
Te fuiste de mí a tu nube de etéreo brillo
Y por entre el sol reflejo de luz
Parece brillar aún lejana
La esperanza del reencuentro
Que como un sueño
Entrelaza las nubes con dulces palabras de amor


300 - La última rosa del jardín

Se acabaron las rosas del jardín, se marcharon hace tiempo todas, se marchitó su hermosura, desaparecieron, ¿dónde van las rosas cuando desaparecen?, ¿hay un cielo para las rosas?, espero que todas estén en el cielo siempre vivas, siempre hermosas, que en el cielo siempre sea primavera, y brille el sol, la ilusión y el amor, y que allá arriba estén esperándonos todas las rosas del mundo.
La última rosa del jardín ha llegado hasta el invierno, pura, hermosa, inmaterial, esencial en su belleza de concepto, bella en su esencia de idea, suspendida del cielo gris del invierno, resiste las primeras nevadas solitaria, resiste la partida de las otras rosas sus compañeras, resiste el viento del norte, las noches de cristal, la luna afilada como un cuchillo, el sol que apenas calienta ya.
Compañera de las estrellas por las noches, eleva su pensamiento hasta las lejanas galaxias del firmamento, donde pronto estará brillando como una estrella más.
La última rosa que parece despedirse de mí para siempre a cada momento, recordándome con su belleza inmaculada la fugacidad de todo, la fugacidad de la vida, el eterno retorno, la vuelta a empezar.
Compañera de ella, otra rosa vendrá a ocupar su lugar la próxima primavera y me adormecerá al atardecer con su deliciosa fragancia, con su perfume de flor que hace respirar la esencia del amor.
Te quiero rosa y siempre te llevaré en mi corazón,


301 - Melancolía

Si la muerte fuera algo tan bello como un acorde prolongado, como un arpa que apenas hace sonar su delicada armonía, como una flauta lejana que anunciara la cercanía del paraíso, como una trompeta que cantara la dicha del reencuentro con Dios.
Si la muerte fuera algo tan bello...
Si la muerte fuera algo tan bello como una música, si la muerte fuera algo como la llegada a una sala de conciertos en la cual estuviera la orquesta tocando, y allí uno se sentara a oír el concierto sin más..., y se fuera quedando dormido entre las dulces armonías de una bella canción.
Si la muerte fuera eso, sólo eso...
Algo envolventemente placentero, como un abrazo de amor, tierno como el dulce beso del amante, sublime como la pasión, algo deliciosamente elevado, puro y eterno.
¿Es algo así la muerte tal vez?
Vuelve a mí el acorde, vuelve a mí el arpegio, repetido en una emoción que nace desde mí, que soy yo, instrumento final de la orquesta, resuena la música dentro de mi alma y vibran sus desnudas, descarnadas, temblorosas cuerdas, haciendo tocar en mi alma la más deliciosa y emocionante partitura de la feliz dicha de una vida que va quedando atrás.
Una música que todo el universo lo contiene, que toda la emoción la renueva, que todo el sentimiento lo traspone, para llevarme a un más allá en el que siempre quise estar, el más allá, perfecto paraíso de mi reencuentro con Dios.
Si la muerte fuera algo tan bello...
Tan bello como el reencuentro con Dios.


302 - ¿Para siempre?

Pasa el niño junto a mí de la mano del padre bajo el sol de la mañana.
La calle aún está vacía, llena sólo de coches aparcados.
El niño pregunta al padre súbitamente: Papá, dime, ¿y se ha muerto para siempre?
El padre le responde con voz bondadosa: sí, hijo, se ha muerto para siempre.
Y la pregunta queda suspendida en el aire frío de la mañana, pegada a los árboles, al seto del jardín, detenida entre los coches aparcados, suspendida en el campanario de la iglesia.
La pregunta no sabe dónde ir.
El niño, siempre el niño, ese poeta involuntario de la vida, poeta de preguntas sin respuesta, el alma pura del niño que no es sino el alma de Dios.
No comprendemos al niño porque no comprendemos a Dios.
Tampoco comprendemos al adulto porque no comprendemos que dentro lleva aún un niño.
El niño va preguntando por la vida pero no pretende obtener respuesta, él ya sabe la respuesta, pregunta sólo por comprobar qué respondemos, por ver si tenemos alguna respuesta.
El niño con el alma pura de Dios aún dentro.
El niño anticipándose al poeta siempre, más poeta que el poeta, más Dios que el mismo Dios.


303 - Supremo amor

Extática contemplación
Dicha perpetua
Armonía
Quietud
Profunda espiritualidad
Transcendencia
Aceptación
Callada permanencia
Transubstanciación
Luz
Clarividencia
Suprema sabiduría
Estar sin pretender ser
Ser sin pretender hacer


304 - Escena navideña

Me pongo a ver pasar la tarde
Y pasa la tarde completa
Como si en realidad no existiera
El perrito se recuesta sobre mí
Como si pusiera una bandera
Sobre una isla desierta
Me coloniza
Duerme sobre mí su sueño
Montado sobre el tobogán de mi respiración
Lentamente va desapareciendo la luz
Enciendo la bombilla
Miro su filamento incandescente
Que parece quemar mi retina
Abro el libro, Proust
Releo, recuerdo, imagino
Releo mi vida
Recuerdo mi vida
Imagino mi vida
En la vida del libro
Mando unos wasap de felicitaciones
Una amiga ha puesto un belén
Otra está enferma
Otra no contesta
Proust me habla de Bloch
Su amigo tan raro
Súbitamente me quedo en blanco
¿En blanco?
Ni blanco siquiera
Me quedo transparente, translúcido, incoloro
El perrito salta, ladra, corre a la puerta
En el descansillo hay alguien
Guardián impenitente protege la casa
Luego vuelve y salta encima de mí
Suelta un hondo suspiro
Se recuesta y se duerme de nuevo apoyado sobre mí
Soy, lo sé, su isla colonizada
El territorio de su dicha
El paraíso de su felicidad
Felice adoremus en la radio
Concierto de navidad
Ha desaparecido el perrito, está a mis pies
El gatito me mira, negra negrura
Parece que me adivinara
Desde el fondo de sus ojos verdes
Y la dulce Thai duerme entre su madeja de pelo como de lana
Dime niño de quién eres
Soy de la virgen María y del Espíritu Santo
Me acuerdo de mi abuela
Me pongo nostálgico
Y nosotros nos iremos y no volveremos más...
Ella lo cantaba
Y ya no está
Mañana no estaré yo
¿Me recordará alguien a mí algún día por navidad?
Me pregunto
La navidad, esa nostalgia
Pero mira cómo beben los peces en el río
Beben y beben por ver a Dios nacer



No pienses en ti.
Piensa en Dios.
En todo lo que puedes hacer por él.
Por él a través de tu prójimo.
Porque es a través de él como nosotros existimos.
Piensa en Dios en lugar de pensar sólo en ti.
Verás como la vida se ilumina con colores más bellos.
Y brilla un rayo de esperanza hasta en los peores momentos.
No mercantilices tu vida.
Trata de estar siempre en contacto con el espíritu de Dios.
Que a través de los hombres vive y reina entre nosotros.
Olvídate de ti siempre que puedas.
Y piensa en los demás.
En lo que necesitan de ti.
En lo que tú puedes darles.
Y otórgaselo.
Como quién da una ofrenda a Dios.



Erguidas las palabras me amenazan desde el lenguaje como los molinos a Don Quijote
quiero escapar de ellas pero es inútil, me persiguen donde vaya y me desafían
pueblan mi cabeza de conceptos, de frases, de aventuras, y me hacen enloquecer
Yo las amo cual gigantes que mueven mi imaginación como los molinos mueven sus aspas
y descubro siempre junto a ellas otro yo diferente de mí mismo, un nuevo yo hasta ahora ignorado
un yo aventurero e intrépido, sin miedo, que es capaz de enfrentarse a todo desde el lenguaje
que todo lo puede, todo lo posee, todo lo alcanza, desde las palabras

Un nuevo yo cada día lleno de palabras que fantasea con la idea de ser alguien diferente y nuevo a cada momento
y se enfrenta a la vida desde una nueva máscara a cada instante
Divertidas las palabras me invitan a pronunciarlas con la imaginación
y van entrelazándose formando frases, párrafos, historias, situaciones, desenlaces, prólogos y epílogos
todo un universo lleno de palabras, paralelo al real y más real para mí que el mundo verdadero
un mundo en el que yo reino, soberano absoluto de las palabras que obedientes obedecen mis órdenes sin rechistar
Erguidas las palabras me persiguen y no puedo escapar


La romántica luna (poemas 41 a 50)
José Ramón Carballo

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