lunes, 11 de abril de 2016

4 - LA ROMÁNTICA LUNA (poemas 31 a 40).




287 - Tu recuerdo

Tu recuerdo es ya parte de mí
Pero tu recuerdo no eres tú
Tu recuerdo es tu esencia
Que lejana en el tiempo pervive aún en mí
En una dimensión infinita
Irrealizada
Imposible pero real
Tu recuerdo no existe ya sino en mi memoria
Ya no es vida
No es proximidad
Es hoy ya por siempre solamente algo eterno
Que te pervivirá por siempre
En mi recuerdo inacabado de ti
En mi recuerdo cruel y doloroso de ti
Espejo último de un yo que quedó pendiente
Que no pudo ser
Que se perdió
Junto contigo
Amor


288 - ¿A quién está mirando el gato?

Es un momento mágico, la mirada de un gato a su amo, toda la admiración, todo el cariño, la atenta  mirada que espera la caricia de la mano, la caricia de la voz.
El gato con su mirada, puro espíritu, puro amor.
Alza el gato su mirada hacia el amo.
El instante en que el cristal translúcido de su mirada se posa sobre la mirada de su amo, llamándole como a través de los tiempos, como si el gato y el hombre volvieran por una vez a ser parte del espíritu universal, a ser una parte integrante del alma universal que a todos nos conecta y de la que todos formamos parte.
La belleza de su mirada reflejo de un mundo creado por Dios.
Porque quién si no puede llegar a realizar obra tan perfecta.
Me admira la perfección de los ojos del gato.
Si alguien dudara de la existencia de Dios le recomendaría sólo que saliera de dudas mirando los ojos de un gato, y si además consigue que el gato le mire como mira el de la foto, seguro que no dudaría de la existencia de Dios.
Sólo Dios puede crear tan perfecta belleza en la materia y en el espíritu.
¡Qué cortas se quedan las palabras para describir la mirada de un gato!


289 - ¿Me estás mirando?

¿Me estás mirando?
No lo sé
Eres tan callada
Escucho de ti cada noche tu silencio solo
Tu silencio que enciende en mí todas las palabras
Todos los versos de amor
Luna, ¿no te doy pena?
Tu silencio me incendia, me consume
Cada noche me extingo
Por ti
Te contemplo, luna, inmisericorde de mi desgracia
De mi insignificancia de hombre
Que no te comprende
Y sólo sabe amarte 
Testigo sólo de ti
De tu desamor


290 - No esperes de mí gran cosa

No esperes de mí gran cosa
Cosas insignificantes tal vez
Regar las macetas
Acariciar al gato
Sacar a pasear a los perritos
Contemplar las nubes
Pensar, imaginar
Declamar versos a la luna
Declarar mi amor a la luna
Sólo cosas pueriles, inverosímiles, inútiles
Eso sí, te aviso, esas cosas las hago muy bien
Me salen perfectas
Las macetas crecen hermosas
El gato ronronea feliz
Los perritos corretean a mi alrededor
Las nubes detienen en el cielo sus cabriolas
Los pensamientos vuelan
Las imaginaciones se elevan
Y mis versos le gustan mucho a la luna
Que me mira callada sin poder salir de su sorpresa nunca
Lo único que no consigo es que me ame, eso creo
Ella no me quiere, lo sé
Pero lo prefiero así
Porque si me quisiera
Nunca más volvería a cantarla mis versos
Y a ser feliz esperándola
Hasta en eso sé hacer las cosas bien
Lo ves


291 - El amor que siento por ti, luna

El amor que siento por ti, luna, es un amor infantil
Como de compañero de colegio
Tierno, algo posesivo, algo celoso
Con frecuencia obsesivo, un amor basado en la repetición
Desesperado a veces, supone cosas que no existen
Que se inventa
Se basa en tu imagen luna
En tu belleza, tu quietud, tu silencio
Sobre todo en tu sonrisa, luna, siempre tan bella
Tu sonrisa que ilumina tu rostro con una luz de estrellas
Como del más allá
Tu luz es tu espíritu, está claro
En ella vivo y crezco, me alimento de ella
Como una planta noctámbula
Que sólo de noche sabe vivir contemplándote
Y si no apareces, contemplando extasiado tu recuerdo
Mi amor es así, algo tonto, algo simple, sin fundamento cierto
Insustancial
A veces pienso que es un amor idiota
Seguramente no correspondido por ti, luna
Que me miras desde tu mayestática altura de arriba abajo
Condescendiente, comprensiva, compasiva tal vez
Pobre loco, pareces decir, y me sonríes con tu luz
Pero a mí me basta con quererte
Aunque no me quieras
Ése es un error tuyo, luna
O tal vez sea un error mío quererte
Tal vez estemos equivocados los dos
Yo queriéndote
Tú sin quererme
Pero da igual, yo soy feliz
Eso creo
Contemplándote


292 - Sueño...

Sueño que hago el amor contigo, luna
Tu fría expresión, tu petrificada sonrisa
Veo en tu cara el reflejo de mi deseo
Tu blanco cuerpo, frío de nieve
De pálida nieve rosada
¿Qué haría yo si no existieras?
Sin tu permanente recuerdo no sé vivir
No puedo
Dormir no puedo sin ti
Soñar no puedo sin ti
Amar no puedo sin ti
Te beso en sueños
Beso tu faz
Tu hermosa faz de mi deseo
Beso tu voz
Tu melodiosa voz de mi deseo
Beso tu mirada
Tu feliz mirada de mi deseo
Y me despierto a la madrugada sin ti
Pero con tu recuerdo por siempre, luna


293 - Rosada faz

Rosada faz
Nieve perpetua
Aurora boreal de mis sueños
Sé que me necesitas, luna
Estruendosa luz
Afilada cima
Imposible ausencia
Sé que me quieres, luna
Enardecido amor
Deseo perpetuo
Dicha eterna
Sé que me añoras, luna
Recuerdo encendido
Intensa luz
Perdida presencia
Siempre te estaré esperando, luna


294 - Mírala, es como tú

En su divina concupiscencia de flor dilatada
Vive toda la luz del infierno reflejada
Leteo mortal al que mira desde su rosada faz
En su inexistente atmósfera respiran todos los enamorados del mundo
En su inexistente atmósfera se asfixian todos los enamorados del mundo
Mírala, es como tú
En su luz florecen, se abren, todas las flores de la muerte
Todas las flores de las coronas de difuntos bajo su luz se marchitan
Bajo su luz toda luz se apaga también
Enciendes en mí luna, un ansia de amor inextinguible
Y apagarás en mí un día la luz de la vida
Con tu luz vacía de globo fosforescente de hospital
Te beso como quién besa el agujero por el que el mundo se pierde lejos
Se escapa
Te beso diciéndole a la bella noche por ti iluminada mis pobres versos de amor
Te beso como si apurara en ti el néctar último de la vida
Su esencia
Te beso como si me bebiera toda la vida
Todo el amor de un trago
Desesperado de tantas noches insomne
Esperando oír tu secreto al fin
Tu secreto que nunca se acaba
Renaciendo noche tras noche en mí
Óyela, mírala, escúchala, bésala
Es como tú
La luna es como tú


295 - Mi indulto

No sé a qué instancia recurrir dentro de tu corazón para conseguir mi indulto
Quiero ser indultado de haberte amado
De tal vez seguir amándote
Quiero ser indultado de mi incapacidad de amarte
No sé bien si quiero que me indultes
Tarea inútil tal vez
O quiero indultarme yo a mí mismo y no puedo
Reo soy de no poder amarte
Aún amándote aún
Aún amándote por siempre ya seguramente
Quién me indultará de este castigo?
Quién me librará de esta impotencia?
De este desamor que no sabe sino amar
De esta desolada soledad que durará ya eterna
De esta muerte
Me pierdo por entre los rincones de tu alma que no me perdonan
Con un papel en las manos que pone lo siento amor
No pude no sé por qué, pero te quiero
Y tú lo sabes, eso es lo peor
Tú sabes en el fondo que yo te quiero
Y por eso tu indulto es imposible
Porque no sabes indultarme de un delito inexistente
De una falta que no he cometido nunca
De un amor que es verdadero


296 - A mi sombra (2)

¿Dónde habitas en mí?
Telúrica sombra que me acompañas siempre
Perfil alargado
Soberana presencia
Mi cara o mi cruz, mi haz o mi envés
¿Dónde habitas que apenas nunca te contemplo?
Eres yo por encima de mí siempre, antes que yo sea tú eres
Antes que te pierda yo me iré
Y quedarás dormida por entre la tierra, desvanecida, efímera, colosal
Cual gigante derrotado
Muerta al fin de mí, sólo entonces me abandonarás
Sombra, perro fiel que siempre me persigue
Aroma, perfume, esencia de mí, que como mi alma me habita
Sombra delicada, hermosa, etérea, desvanecida, incorpórea sombra
Quiero contemplarte ahora que aún eres mía
O tal vez sea yo tuyo, no lo sé
Mientras tecleo en el ordenador como en un piano tocando la melodía de este poema
Te veo alargada en mis manos, aguileña en mi perfil, recostada sobre la luz reflejada
Reflejo último de mí en esta hora inmisericorde de un hoy que es ya ayer
De un mañana que será un por siempre

La romántica luna (poemas 31 a 40)
José Ramón Carballo


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