lunes, 4 de marzo de 2013

Decíamos ayer. Febrero 2012 (5). El mito de narciso y otras historias.

viernes, 24 de febrero de 2012


La lectura del fin de semana. Una habitación propia. Virginia Woolf.


Grupo de Bloomsbury, fundadora junto con su marido de la editorial Hogarth Press que entre otras obras de prestigiosos escritores de la época publicaría la obra de Sigmund Freud.
A room of one's own, el libro escrito en 1929 por Virginia Woolf funda 40 años después el movimiento feminista.
Una habitación propia, un espacio para uno solo, en el cual pensar, escribir, estar tranquilo, sin perturbaciones, sin intromisiones, sin ser moletado.
Y si eso es necesario para cualquiera que pretenda tener una vida propia, con más motivo para las mujeres que viven atrapadas entre servidumbres sociales, obligaciones y dependencias varias.
Socialmente el rol de la mujer implica su falta de independencia, esposa, madre, ama de casa, sufrida trabajadora del hogar, sostén del marido y de los hijos, responsable de toda la intendencia, paño de lágrimas, consejera, suministradora de cariño, ternura, comprensión.
Fundamental el papel de la mujer en la sociedad, capital, pero qué queda de ella, qué queda para ella, para su desarrollo personal individual, vive hipotecada por todas esas servidumbres sociales, la mujer en general no tiene una vida propia, y para intentar tener una vida propia según Virginia Woolf  lo primero que hay que tener es una habitación propia a la cual pueda retirarse la mujer para ser ella misma y poder recogerse en su esencia y llegar a conocerse mejor sin dispersarse entre los demás.
Sin embargo, el argumento es aplicable a cualquiera.
Hoy podríamos decir que necesitamos una habitación propia y un blog propio, imprescindible, si en la época de Virginia Woolf hubiera habido blogs seguramente la escritora hubiera escrito un libro continuación que se hubiera titulado "Un blog propio", o directamente hubiera abierto un blog.
Yo lo tengo y recomiendo tenerlo, el blog es ese espacio sólo de uno, sólo para uno, es como el alma del escritor, y además todos pueden compartirlo, es como una habitación propia universal.
Muchos besos,

el paseante

Sigmund Freud escribe sobre el paseante.


Pues no sé bien qué decir, pese a ser Sigmund Freud el paseante me deja mudo, puede conmigo, no sólo con su terapeuta ha podido, conmigo reconozco que también ha podido, me ha vencido, y es que el paseante no sólo encarna todas mis teorías, no sólo es el ejemplo vivo de todas ellas sino que las supera, completa, y multiplica.
Le conozco desde su nacimiento, en cuanto tuve noticia de que iba a nacer un personaje tan especial me presenté en la clínica, fue el día 14 de agosto de 1960, aún lo recuerdo como si fuera ayer, y la hora las 5:00 de la mañana, el paseante nació de madrugada, nos tuvo a todos desvelados hasta que después de un parto bastante largo se decidió por fin a entrar en la vida, parece que se resistía, parece que no estaba muy convencido, cuando apareció rompió a llorar, como todos los niños, pero no todos lo hacen de la manera tan desconsolada como él lo hizo, su llanto era tan profundo y desesperado que parecía más bien el maullido de un gato en celo.
Le tomé desde el primer momento bajo mi tutela, quería observar su desarrollo, estar al tanto de la evolución de su psique, que me interesaba especialmente porque era una psique muy rica y por ende compleja, como dijo Sócrates no aprendemos nada sino que en realidad lo que hacemos es recordar, la reminiscencia hace que recordemos de otras vidas todo lo que nuestra alma ha aprendido en ellas, y el paseante ha tenido tantas y tan ricas vidas anteriores que su aprendizaje fue a la velocidad del rayo, tan rápido fue que en más de una curva se salió de la carretera, y ahí estaba siempre yo atento para hacerle volver a tomar el rumbo de su vida.
Primero de niño, luego de joven, más tarde de adulto, y hasta ahí hemos llegado juntos por ahora.
Si he de decir la verdad no tengo un diagnóstico claro sobre él, se me escapa como el agua entre las manos su psique cada vez que quiero diagnósticarla, es una psique escurridiza, que no se deja atrapar fácilmente, y en cuanto crees que la has retenido fluye o cambia de estado y pasa del estado líquido a convertirse en vapor, o a convertirse en hielo, lo que es aún peor porque cuando se formatea en hielo resulta terriblemente fría, lógico, y terriblemente despiadada.
No conozco persona más buena y más cruel a la vez, y cómo se explica esto, pues por su sentido de la justicia, puede ser el más generoso, el más compasivo, el más protector, Robin Hood de las causas perdidas, pero si algo le toca el corazón por injusto igualmente es despiadado con el causante de la injusticia a la par de extremadamente misericorde con la víctima.
Es como un padre protector, todo lo quiere proteger, salvar, preservar, personas, animales, plantas, objetos, él piensa que hasta los objetos tienen alma en una especie de animismo que se ha fabricado a su medida.
Por otro lado y en paralelo a lo anterior está su apego a todo, es como una lapa, no suelta nada, si caes en su órbita no te quiere soltar nunca, pero a su manera, es decir, cuando él quiere, cuando a él le conviene.
He visto que mucho se ha discutido en el blog, del cual soy ferviente seguidor, sobre su sexualidad, pues bien, puedo afirmar que de eso nada de nada, y lo cierto es que a él le gustaría poder vivir algún tipo de sexualidad porque vivir sin deseo sexual como él vive es un suplicio, os lo aseguro por propia experiencia, a él le gustaría sentir algún tipo de impulso sexual por alguien o por algo, y es que por no ser ni fetichista es.
Y lo del narsicismo descartado también al 100%, ni se desea a sí mismo, vamos que está por encima del bien y del mal, esperando, como alma perfecta que es, completar su última estancia en el mundo de los vivos y poder después de esta última reencarnación vivir feliz en el nirvana de las almas perfectas, de las ideas perfectas, de la belleza, del amor, y de la felicidad.
Eso espera de la mejor manera que sabe, pacientemente, resignadamente, reflexivamente.
Él siempre ha sido alguien especial, muy especial, y con el tiempo ha descubierto que esa especialidad en lugar de ser una lacra como pensaba es una bendición de Dios, él es un elegido y es ahora cuando lo ha asumido con todas sus consecuencias.
Mientras llega ese momento de su ascensión al cielo, vive y sueña, sueña y vive, día tras día, con un mundo mejor, y hace lo que puede en su esfera de vida y también a través de su creatividad, es a través del arte como él se transciende, se redime, se reconforta, y a través de arte es como quiere ayudar a los demás a evolucionar hacia un estado superior de conciencia similar al suyo.
El paseante es el Peter Pan del siglo XXI, sueña que vuela, vuela sobre el mundo y ve, ve la vida y las gentes perdidas con sus afanes del día a día y quiere ayudarlos a ser mejores y que entre todos construyan un mundo mejor.
Bueno, paseante, tengo que terminar aunque tendría tantas cosas que decir de ti, te conozco tan bien..., pero creo que lo que he dicho es lo fundamental, ¿verdad?, no te sonrías.

Tu Sigmund de siempre con cariño,

Mr. Freud 

jueves, 23 de febrero de 2012


Especial fetichistas: el ombligo.


¿Es el ombligo un fetiche?
Por supuesto, igual que los pies.
¿Y por qué?
Por la misma razón que son un fetiche los pies, porque antecede en su contemplación a la visión del órgano sexual
Vale, de acuerdo.
¿Te gusta el ombligo de el paseante?
Me encanta.
Es perfecto, ¿verdad?
Perfecto y muy sensual...
¿Y por qué es un fetiche el ombligo de el paseante?
Porque antecede en su contemplación a la visión del órgano sexual de el paseante.
¿Quieres verlo?
¿El qué?
El órgano sexual de el paseante.
Por supuesto, me encantaría...


Fedón.


—¿Qué diremos, pues, del alma? ¿Puede ser vista o no puede serlo?
—No puede serlo.
—Luego es inmaterial.
—Sí.
—Por consiguiente, nuestra alma es más conforme que el cuerpo con la naturaleza invisible; y el cuerpo más conforme con la naturaleza visible.
—Es absolutamente necesario.
—¿No decíamos que, cuando el alma se sirve del cuerpo para considerar algún objeto, ya por la vista, ya por el oído, ya por cualquier otro sentido (porque la única función del cuerpo es atender a los objetos mediante los sentidos), se ve entonces atraída por el cuerpo hacia cosas, que no son nunca las mismas; se extravía, se turba, vacila y tiene vértigos, como si estuviera ebria; todo por haberse ligado a cosas de esta naturaleza?
—Sí.
—Mientras que, cuando ella examina las cosas por sí misma, sin recurrir al cuerpo, se dirige a lo que es puro, eterno, inmortal, inmutable; y como es de la misma naturaleza, se une y estrecha con ello cuanto puede y da de sí su propia naturaleza. Entonces cesan sus extravíos, se mantiene siempre la misma, porque está unida a lo que no cambia jamás, y participa de su naturaleza; y este estado del alma es lo que se llama sabiduría.
—Has hablado perfectamente, Sócrates; y dices una gran verdad.
—¿A cuál de estas dos especies de seres, te parece que el alma es más semejante, y con cuál está más conforme, teniendo en cuenta los principios que dejamos sentados y todo lo que acabamos de decir?
—Me parece, Sócrates, que no hay hombre, por tenaz y estúpido que sea, que estrechado por tu método, no convenga en que el alma se parece más y es más conforme con lo que se mantiene siempre lo mismo, que no con lo que está en continua mudanza.
—¿Y el cuerpo?
—Se parece más lo que cambia.
—Sigamos aún otro camino. Cuando el alma y el cuerpo están juntos, la naturaleza ordena que el uno obedezca y sea esclavo; y que el otro tenga el imperio y el mando. ¿Cuál de los dos te parece semejante a lo que es divino, y cuál a lo que es mortal? ¿No adviertes que lo que es divino es lo único capaz de mandar y de ser dueño; y que lo que es mortal es natural que obedezca y sea esclavo?
—Seguramente.
—¿A cuál de los dos se parece nuestra alma?
—Es evidente, Sócrates, que nuestra alma se parece a lo que es divino, y nuestro cuerpo a lo que es mortal.
—Mira, pues, mi querido Cebes, si de todo lo que acabamos de decir no se sigue necesariamente, que nuestra alma es muy semejante a lo que es divino, inmortal, inteligible, simple, indisoluble, siempre lo mismo, y siempre semejante a sí propio; y que nuestro cuerpo se parece perfectamente a lo que es humano, mortal, sensible, compuesto, disoluble, siempre mudable, y nunca semejante a sí mismo. ¿Podremos alegar algunas razones que destruyan estas consecuencias, y que hagan ver que esto no es cierto?
—No, sin duda, Sócrates.
—Siendo esto así, ¿no conviene al cuerpo la disolución, y al alma el permanecer siempre indisoluble o en un estado poco diferente?
—Es verdad.

Fedro. Platón. 

La censura y el blog (2).



La comisión nº 2.

Es la segunda en intervenir.

Y la segunda que se constituyó dentro de mi cabeza, allá por la rebelde adolescencia, está constituida por una Conferencia de Putas, también permanente, por supuesto, cada sillón lo va ocupando una puta de manera sucesiva, se van renovando, de eso me encargo yo, en cuanto no están ya de buen ver las voy echando agradeciéndoles los servicios prestados, como se hace con los políticos cuando los cesan.
Las putas siempre opinan lo contrario que los obispos, y siempre me dicen lo mismo: "a vivir que son dos días", menudo argumento..., imposible rebatirlo, mucho mejor que el de los obispos, lo de "eso de ninguna de las maneras".
El argumento de los obispos no está bien fundamentado, no explica la razón de la negativa, el porqué, de esta manera cuando empecé a dudar en la adolescencia tuve que crear la Comisión de Putas, me explicaban mucho mejor todo, aprendía más con ellas, eran más tolerantes, incluso algo maternales en ocasiones.
Y es cierto, la vida son dos días, pero claro los obispos entonces mencionan lo del más allá y me vuelven a envolver en un mar de dudas.
Lo bueno de esta segunda comisión es que siempre corrige al alza mis expectativas, para ellas todo lo que yo propongo es poco, es lógico porque antes pasé por la censura de la Conferencia Episcopal, ahí es nada...
Y yo qué hago, pues depende, la verdad es que no puedo sacarme de la cabeza ninguna de las dos comisiones, pero las he dejado solamente con carácter consultivo y no vinculante, es como si llevara dentro de mi cabeza dos Consejos de Estado, es decir, no sirven para nada, puro trámite, yo después de oirles hago lo que me parece.
Pero me pregunto en qué medida influyen sus dictámenes en mi decisión final, difícil saberlo.
En definitiva, tengo que ir planteándome seriamente eliminarlas, quitarles su carácter preceptivo siquiera, y quedarme como único dueño y responsable de mis actos.
Porque toda esta herencia judeo-cristiana de la culpa y el pecado no hace más que estorbarme y ya soy muy mayorcito para tanta zarandaja.
Por cierto, las putas están encantadas con las erecciones, y con Dani el camarero de la churrería también, y es que no falla, yo sé muy bien cómo acertar con ellas..., tengo experiencia...
¿Tengo experiencia?
Besos lascivos para todas,

el paseante

p.d.- aún os quedan otras dos comisiones de censura más por conocer, también están dentro de mi cabeza... os seguiré informando...


El mito de narciso.


El mito griego de Narciso se basa en la fantasía de un joven llamado Narciso, de gran hermosura que se enamora de su imagen reflejada en el agua.  Sigmund Freud  publicó su obra Introducción al Narcisismo e introdujo este concepto en el área de psicoanálisis en alusión a Narciso.
El relato del mito de Narciso lo escribió Ovidio en el año 43 a.C. en su libro Las Metamorfosis, fue engendrado por la violencia del dios del río Cefiso quien tras raptar y violar a la náyade Liriope, que alumbro a un joven de extraordinaria belleza, a quien llamaron Narciso que provocaba grandes pasiones a hombres y mujeres, mortales y dioses, a las cuales no responde por su incapacidad para amar y para reconocer al otro.
Según el relato de Ovidio, entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco que estaba condenada a repetir las últimas palabras de todo cuanto se le dijera. Un día, Narciso se apartó de sus compañeros en el bosque y gritó «¿Hay alguien aquí?», Eco contenta respondió: «Aquí, aquí», él gritó: «¡Ven!». Después de responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor.
Narciso al contemplar su imagen en la superficie del agua, sintió una fascinación por su propia imagen de la que no pudo sustraerse. No podía tocar ni abrazar al ser que veía reflejado en el agua, pero tampoco podía apartar su vista de él. Narciso, subyugado por la bella imagen de sí mismo que le devolvía el río, se retrajo de toda posible relación amorosa con otros seres, e incluso de atender sus propias necesidades básicas, y su cuerpo se fue consumiendo para terminar convertido una flor tan hermosa como maloliente: el narciso
El narcisismo puede manifestarse en algunos trastornos de personalidad, en que el paciente sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación, que puede manifestarse en forma de egoísmo agudo y desconsideración hacia los sentimientos ajenos, contiene vanidad, y baja autoestima.
Andrew P. Morrison, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard, defiende que una razonable cantidad de narcisismo en adultos es sano y permite la percepción individual de las propias necesidades en relación con los otros. Un narcisismo avanzado, es de connotaciones negativas, caracteriza un rasgo de la personalidad, con baja autoestima acompañada de una exagerada sobrevaloración de la importancia propia y de un gran deseo de admiración por los demás.
El narcisista suele exhibir una aparente autoestima formidable, y socialmente aparece como una persona muy segura, sabedora de lo que quiere y completamente resuelta. En realidad con ello el narcisista está camuflando su carencia real de autoestima. En la infancia temprana de estos individuos se encuentra a menudo una actitud indiferente por parte de sus progenitores, lo cual les deja una inseguridad que tratan de compensar por medio de una autoevaluación exagerada, irreal e inflada.
La consecuencia es que los narcisistas necesitan mirarse continuamente en el espejo de los demás para saber quiénes son, y al descubrir una pésima imagen de ellos mismos se ven en la necesidad de ocultarla y esconderla. Desarrollan entonces en compensación una imagen artificialmente sobrevalorada hasta lo patológico.
Las personas inteligentes, valiosas se convierten para el narcisista en una amenaza para la imagen artificial con la que el narcisista sustenta su autoestima, por lo que su comportamiento con ellos es manipular, y cuando la manipulación no surte efecto, perseguidor.
Los sujetos narcisistas poseen una autoestima muy vulnerable, siendo por esto muy sensibles a la crítica, por su necesidad constante de admiración. En el ámbito social los narcisistas  necesitan a las personas como fuente de gratificación. Por ello suelen elegir profesiones que les proporcionen notoriedad social, reconocimiento o incluso fama.
Para los narcisistas el mundo debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Tienen una inagotable sed de admiración y adulación. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto al efecto teatral y reconocimiento externo de sus acciones, que en la eficacia real y utilidad de las mismas. En resumen, las personas narcisistas, aún cuando pueden poseer una aguda inteligencia, esta se halla obnubilada por esa visión grandiosa de sí mismas y por su hambre de reconocimiento.
Cuando los narcisistas ejercen posiciones de poder, se rodean de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella, y de otras, que le harán la corte solo en función de un interés mezquino.
El narcisista es una persona que puede ser muy exitosa, en cuanto al brillo externo se refiere. Él no se plantea dudas en cuanto a la realidad de sus ideas, sean estas brillantes o no. Aún las más insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración moral ni ética.
Wyatt y Hare, establecen:
Clínicamente hablando, cualquier persona socialmente disfuncional que se siente autorizada a usar su poder para controlar a otras personas por las que se siente amenazada, o que vive una fantasía pretenciosa, en lugar de en la realidad, y que se ve a sí misma consistentemente como superior a sus compañeros y anhela ser reconocido como tal, reúne los requisitos del denominado trastorno narcisista de la personalidad
Erich Fromm,  en “Anatomía de la destructividad humana” dice:
El narcisismo colectivo es una de las fuentes más importantes de agresión humana y sin embargo, como todas las demás formas de agresión defensiva, es reacción a un ataque contra intereses vitales. Difiere de otras formas de agresión defensiva en que el narcisismo intenso en sí es un fenómeno semipatológico. Considerando las causas y la función de sangrientas y crueles matanzas en masa como las ocurridas entre hindúes y musulmanes en el momento de la partición de la India o recientemente entre los musulmanes bengalíes y sus gobernantes paquistaníes, vemos que el narcisismo colectivo desempeña ciertamente un papel considerable, cosa nada sorprendente si tomamos en cuenta que nos las habemos con las poblaciones virtualmente más pobres y miserables del mundo entero.”

Narciso.

El camarero de la churrería mirándose en el espejo.
¿Dónde habitas, amor, en qué profundo
seno existes del agua o de mi alma?
Lejos, en tu sin fondo abismo verde,
a mi llamada pronto e infalible.
Nuestras frentes unánimes separa
frío, cruel cristal inexorable.
Zarzas de tus cabellos y los míos
tienden, en vano, a unir lindes fronteras.
Sobre el mío y tu cuello mantenido
un templo de distancia en dos columnas
silencio eterno guarda entre sus muros;
nuestro mutuo secreto, nuestro diálogo.
Silencio en que te adoro, en que te encierras,
recinto de silencio inaccesibles
y lugar a la vez de nuestras citas.
¡Siglos espero frente a la cruenta
muralla dura que lamento inerme!
Eternidades entre nuestras bocas
a cien brisas y a cien vuelos de pájaros.
¿Para qué pies que hollaban la pradera
jóvenes, blancos corzos corredores
si no me llevan hacia ti ni un punto?
¿Para qué brazos tallos de mis manos
si jamás alcanzarán a estrecharte?
¡Límpida, clara linfa temblorosa
jamás en nuestro abrazo aprisionada!
¿Para qué vida, en fin, si vida acaba
en el umbral de la mansión oscura
donde moras sin hálito, en el vidrio
que con mi aliento ni a empañar alcanzo?
¡Oh, sueño sin ensueño, muerte quieta
lecho para mi anhelo, eterno insomne!
¡Único al fin reposo de mis ojos
tu infinito vacío negro espejo!

Rosa Chacel

miércoles, 22 de febrero de 2012


Algunos de vosotros me estáis preguntando si soy narcisista (por fin).


Parábola del narcisista.

Bueno, pues según Freud el narcisismo es la antesala de la homosexualidad, un narcisista no es sino un homosexual reprimido que ha desplazado su líbido desde el deseo a otros hombres, que para él resulta inaceptable por algún motivo oculto incluso para él, hacia sí mismo, en tanto que él es también hombre y no le está "prohibido" desearse.
Se trata de un desplazamiento de la líbido por sustitución.
El mecanismo es similar al del fetichismo del que ya hemos hablado, constituyendo al igual que éste una parafilia.
El narcisista se autosatisface deseándose a sí mismo, ésa es su fuente de placer...
Obviamente el paseante no es ni lo uno ni lo otro, es decir, no es ni narcisista ni homosexual.
Pero mis mejores amigos son narcicistas...
 Por último decir que el ser narcisista es patrimonio exclusivo del hombre igual que lo es de la mujer el ser histérica, pero de esto último ya hablaremos en otro momento.

Bss,

el paseante

¿Estás tenso, quieres que te relaje...?


Take it easy my friend!!!!
Don't worry, be happy!!!!
¿Acumulas tensión durante la semana?
No hay nada mejor para relajarte como el paseante.
El blog, por supuesto, ¿qué te habías pensado?
Mejor que un dry martini, mejor que una sauna, mejor que un orgasmo.
Mejor que cualquier terapia, incluido el psicoanálisis.
Mejor que tener novio/a.
Nada como el paseante.
Nada como su ternura, su comprensión, sus atenciones, su cariño, su amor.
Nada como él, créeme, yo lo he probado y lo certifico.
Es lo máximo, no hay nada más allá del paseante.
El relax más exquisito seguido de las mejores ensoñaciones.
Algo así como una droga, un potente narcótico, una emoción sin precedentes.
Soy adicto a el paseante, estoy enganchado.
Créeme, debes probarlo, no lo podrás olvidar.
Y todas tus tensiones desaparecerán en una eyaculación de placer único que te hará subir hasta el cielo.
Y relájate un poquito que no sólo de músculos vive el hombre.
Besssssssossssssss,

el paseante


El blog cumple hoy 6 meses de vida. Felicidades blog!!!!!!!!!!!!!!!!



Y ya sabe hablar, y vaya si habla..., como una cotorra, con su media lengua todo lo quiere decir, todo lo quiere saber, apenas es todavía un bebé pero ya es muy espabilado, y es que nació muy despierto, desde el primer día de vida se vió que tenía algo especial, y si sigue por este camino va a convertirse en todo un prodigio, un blog prodigio, o por mejor decir un blog prodigioso.
Lo dicho, muchas felicidades querido blog de parte de todos tus fans, y que cumplas muchos meses y años más, y que nosotros los disfrutemos en tu sabia compañía.

Te quieren,

Tus seguidores


El cuadro de la semana. El paseante retratado por Warhol.

Retrato múltiple de el paseante. Andy Warhol.
Pero va a ser cierto, el paseante es un personaje de la modernidad, hasta lo retrató Warhol, como a Marilyn, como a Mao, como a la lata de sopa Campbell, increíble, el paseante es un mito de la modernidad.
A la belleza del cuadro se suma la belleza de el paseante conformando una obra de arte total, de gran fuerza visual, impactante, puro pop art, a destacar los colores que ha elegido el artista, cómo los combina de manera perfectamente armónica con la imagen sobre la que los aplica, una visión múltiple de el paseante, como si fuera una producción en serie, en cadena, el paseante múltiple, como reflejado en un juego de espejos, con ese aire entre perverso e inocente, entre puro y depravado, entre pervertido y angelical, con ese aire tan paseante, inconfundiblemente paseante en su media sonrisa medio irónica, medio sádica, medio sarcástica, medio sensual, medio tentadora, medio amorosa...
Y qué decir de esa mirada, Warhol diviniza la mirada de el paseante que queda convertido en un dios con una mirada de fuego, imposible sustraerse a esa mirada que todo lo ve, todo lo conoce, todo lo sabe, todo lo puede, todo lo alcanza, y sobre todo, que todo lo desea...
Mirando el cuadro uno piensa que el paseante le desea a uno, pero uno es tan insignificante...
Desde su mayetática belleza, desde su pureza inalcanzable, desde su divinidad celestial, el paseante nos contempla y se sonríe con una sonrisa que en la historia del arte no ha igualado ni la Gioconda.
¿Es el paseante la nueva Gioconda?
Como una Gioconda pintada por Warhol, sí, más Gioconda que la Gioconda, y más paseante que el mismo paseante.
El paseante, ese Giocondo de la modernidad...
I love you paseante,

el paseante

martes, 21 de febrero de 2012


La erección del miércoles (9).


Mi primera erección.

Yo de pequeño siempre creí que acabaría trabajando en un circo, y es que pensaba que sólo yo tenía erecciones, por las mañanas tenía que tardar un rato en levantarme de la cama, en mi familia se pensaban que era pereza pero era por vergüenza de que me vieran en ese estado, siempre pensé que si lo descubrían me hubieran vendido a un circo, como lo de la mujer barbuda o algo parecido, tal era mi ignorancia de la naturaleza humana que me creía único (algo muy mío) en lo de las erecciones.
De esos temas no se podía hablar con nadie porque todo era pecado y lo relativo al sexo más pecado aún.
En el colegio cuando me confesaba en la misa semanal no sabía ya qué pecados inventarme, todos eran mentira porque yo era muy bueno y no pecaba nada, luego, ya de más mayor, cambié mucho, me hice malo, ley de vida y de la naturaleza.
Recuerdo que en una ocasión después de confesarle al cura que había regañado con mi hermanita y había desobedecido a mi madre, lo típico que decía siempre, o también que me había pegado con algún compañero de colegio, el cura me preguntó que si me tocaba, yo no le entendía, ¿tocarme?, pues sí, claro, le contesté, y me sigue preguntando que qué era lo que me "tocaba", yo estaba perdido, ¿qué buscaba el cura?, le dije que tenía que tocarme a veces sin querer, y me pregunta que por qué, le respondí que era inevitable tocarse, acabamos metidos en un callejón sin salida de dobles significados por él inventados, total, un lío, lo malo fue la penitencia, me pasé toda la tarde rezando con mi madre en casa, un rosario entero que como yo no sabía rezar casi ella me tuvo que ayudar.
Lo que había que hacer para ganar el cielo...
Mucho tiempo después descubrí que el cielo te hace ganarlo la vida misma, no necesitas más, la vida sin más incluye toda la penitencia imaginable por todos los pecados o pecadillos que hayas podido cometer.
La vida, esa penitencia inagotable, porque si el mundo no es sino un paño de lágrimas para qué queremos más penitencia.
Pues nada más, que tengáis felices erecciones esta semana los que podáis tenerlas...
Y los que no, tratar de disfrutar con algún sustitutivo.
A este paso me van a dar la Gran Cruz de Isabel la Católica por mi labor en pro de la difusión de las erecciones.
Besos,

el paseante

El mercado de las flores de Tirso de Molina.

Ya es primavera en la Plaza de Tirso de Molina.
















El complejo de Peter Pan.







Es más complicado de lo que a primera vista parece, es un fenómeno de nuestros días, de la sociedad de hoy, de la economía del bienestar, Freud no llegó a tiempo para poder estudiarlo, pero hoy por hoy es un complejo mucho más extendido que el complejo de Edipo, nada que ver además, este complejo, el de Peter Pan, es mucho menos complejo, valga la redundancia, es, por decirlo de alguna manera, un complejo simple, en consonancia con la simplicidad de nuestros tiempos, además es un complejo cómodo, muy propio de la economía del bienestar en la que vivimos como digo, está pensado no en perjuicio del que lo padece sino en su beneficio, por eso es tan difícil de curar, su erradicación total es prácticamente imposible, porque está pensado en beneficio del paciente, y nunca mejor dicho lo de paciente porque le permite llevar una vida tranquila, cómoda, sin preocupaciones, es de los pocos complejos que procuran placer y no dolor.

Empieza en la niñez y en ocasiones no termina nunca, hay ancianos que lo padecen y son encantadores, tan tiernos, como niños ancianos, y es que si uno no se lo quita de encima pronto como con la edad se va volviendo uno como un niño de nuevo, pues el complejo se queda adherido a ti para siempre, y ése es mi caso.

Padezco el complejo de Peter Pan, no me importa reconocerlo, estoy orgulloso de padecerlo, y me gustaría ser capaz de conservarlo siempre.

Soy inmaduro, irresponsable, infantil, necesitado de protección, de cariño, de mimos, me gusta jugar, que me den todo hecho, que me cuiden, que se preocupen de mi, por gustarme me gusta hasta que me den la teta.

El que sufre complejo de Peter Pan quiere pasarse toda su vida chupando de la teta, ésa es la mejor definición que conozco.

Si es que hay terapia no la quiero, todo lo contrario, quiero una terapia para no perderlo nunca, para padecerlo siempre.

Pero quién quiere ser adulto a estas alturas, me pregunto, quién quiere asumir responsabilidades, quién quiere emanciparse, ser fuerte, ser duro, ser sostén de los demás, nadie.

Me gusta que me sostengan, no quiero ser sostén de nadie.

Me gusta que me lleven en brazos.

Viva Peter Pan!!!!!!!!


Un beso,


el paseante

La película de la semana. Peter Pan. Walt Disney.


Es la primera película que vi en el cine, era muy pequeño y me llevaron mis primos mayores a verla, bueno, pues eso, ¿recordáis a mis primos mayores?, os hablé de ellos a cuento del nacimiento de mi sexualidad, pues también me iniciaron en el cine.
Mis primos mayores me generaban cierto stress, y es que ni los niños estamos exentos de padecer stress, eran demasiado para mí, me superaban en todo continuamente, así no se puede estar, vive uno frustrado permanentemente, en un quiero y no puedo continuo.
Como digo me llevaron al cine, eran las navidades de 1964, yo tenía 4 años, me sentaron en la butaca y me quedé dormido, para ellos la película era una película de niños, es decir, un rollo, y encima voy yo y nada más apagarse las luces me duermo, pues me despertaron inmediatamente y no me dejaron dormir durante toda la película, cosa de la que me alegro porque quedé fascinado, cuando llegué a casa quería saltar por la ventana y volar.
Así que se puede decir que la afición al cine de el paseante le viene gracias a sus primos mayores, como su afición al sexo, igual.
A raíz de ver la película durante mucho tiempo le obligué a mi padre a que cada noche me llevara a acostarme subido en sus brazos y me tirara sobre la cama para así poder volar como Peter Pan.
La película me marcó para toda la vida, de hecho uno de mis sueños recurrentes es que vuelo, pero eso me parece que lo va analizar Sigmund Freud este viernes, con lo cual prefiero no adelantarme.
Y también marcó mi vida generando en mí en complejo de Peter Pan, que aún perdura, pero eso creo que también va a ser objeto de una entrada específica a lo largo de la semana, no adelantemos acontecimientos.
En fin, forever young, o forever Peter Pan, as you like...

Besos,

el paseante volador

lunes, 20 de febrero de 2012


La casa encendida.


Al día siguiente,
-hoy-
al llegar a mi casa -Altamirano, 34- era de noche,
y quién te cuida, ¿dime?; no llovía;
el cielo estaba limpio;
-«Buenas noches, don Luis» -dice el sereno,
y al mirar hacia arriba,
vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,
las ventanas,
-sí, todas las ventanas-;
Gracias, Señor, la casa está encendida.


LUÍS ROSALES.
Has llegado a tu casa/ y, al entrar,/ has sentido la extrañeza de tus pasos/ que estaban ya sonando en el pasillo antes de que llegaras,/ y encendiste la luz, para volver a comprobar/ que todas las cosas están exactamente colocadas como estarán dentro de un año.
La casa es donde se está, donde se vive. No hay más que una casa, como no hay más que un mundo, el de uno. Esto es lo que nos quiere decir Luís Rosales con este libro. Es un canto a lo cotidiano, a la amistad y al amor que va a influir en las generaciones posteriores de poetas. Vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,/ las ventanas,/ -sí, todas las ventanas-,/ Gracias, Señor, la casa está encendida.

El camino de las huertas de mi pueblo. Reportaje pictórico.


Los colores del invierno.








El camino de las huertas de mi pueblo.
Óleo sobre lienzo.
José Ramón Carballo López.


El doble de el paseante.


Bueno, pues así soy yo, voy por la vida tirando de mi carrito lleno de cachivaches, de mi blog cargado de entradas, y de vez en cuando paro y me echo una siestecita encima del carrito, encima del blog.
El blog es mi afán diario, mi quimera, mi vida.
Y sigo caminando, rodando por la vida, impenitente vagabundo, mendigo de cariño, errabundo deambulo entre realidades y fantasías, personas y personajes, animales y hombres, flores y desengaños, amores y desamores, comprensión e incomprensión...
Mantengo en buen estado el carrito, quiero decir, el blog, engraso las ruedas, mantengo encerada la madera para que no se pudra, y como es antiguo no necesito competir con vehículos más modernos.
Mi carro, mi blog y yo, tenemos el encanto de lo antiguo, lo pasado, lo demodé.
Viva mi carro!!!!!!!!!
Viva mi blog!!!!!!!!

Besos,

el paseante mendigo

Mi gato os desea feliz semana.


Mi gato os desea una muy feliz semana, así me lo ha dicho cuando iba a salir de casa, diles a todos los seguidores del blog que les deseo una muy feliz semana, eso dijo, y además añadió que ibais a tener muy buena suerte esta semana y que os iban a llegar buenas noticias, inesperadas noticias muy positivas, y que en consecuencia podéis estar tranquilos, felices y ser optimistas.
Mi gato Pipi es como una madre atenta, cariñosa, prudente, buena consejera.
Yo siempre le consulto todo lo que a mi vida se refiere, las grandes decisiones, el día a día, mis inquietudes sobre el futuro, mis devaneos mentales, mis dudas, indecisiones, todo pasa por el consejo de Pipi, y siempre acierta, es mi augur particular, como una especie de oráculo.
Y hoy me ha dicho que si queréis puede ser vuestro oráculo particular también, podéis consultarle todo lo que queráis, incluso encomendaros a él, porque así él podrá protegeros.
Mi gato Pipi es mágico, bueno, es como uno de esos gatos de los antiguos egipcios, un gato sagrado, un gato divino, un dios doméstico, sagrado, inviolable, sabio, augur del futuro, prudente consejero.
Paño de lágrimas también, podéis llorar en el hombro de Pipi y contarle vuestras penas, vuestras cuitas de amor.
Y por qué no, contarle también vuestras ilusiones, proyectos, quimeras, deseos, locuras.
Todo puede pasar por Pipi y él lo santificará y os santificará.
¿Queréis ser santificados por Pipi?
Pues adelante...

Besos,

el paseante

Peter.


Un día llega, mira calma mi Peter Pan
hoy amenaza aquí hay poco que hacer

Me siento como en otra plaza
en la de estar solito en casa
será culpa de tu piel

Será que me habré hecho mayor
Que algo nuevo ha tocado este botón
para que Peter se largue

y tal vez viva ahora mejor
más a gusto y más tranquilo en mi interior

que campanilla te cuide y te guarde

a veces gritas desde el cielo
queriendo destrozar mi calma
vas persiguiendo como un trueno
para darme ese relámpago azul

ahora me gritas desde el cielo
pero te encuentras con mi alma
conmigo ya no intentes nada
parece que el amor me calma… me calma

si te vas muy bien llévate la parte que me sobra a mí
Si te marchas viviré con la paz que necesito
Y tanto ansié

Mas un buen día junto a mí
Parecía que quería quedarse aquí
No había manera de echarle

Si Peter no se quiere ir
La soledad después querrá vivir en mi
La vida tiene sus fases, sus fases

a veces gritas des de el cielo
queriendo destrozar mi calma
vas persiguiendo como un trueno
para darme ese relámpago azul

ahora me gritas desde el cielo
pero te encuentras con mi alma
conmigo ya no intentes nada
parece que el amor me calma..

a veces gritas des de el cielo
queriendo destrozar mi calma
vas persiguiendo como un trueno
para darme ese relámpago azul

ahora me gritas desde el cielo
pero te encuentras con mi alma
conmigo ya no intentes nada
parece que el amor me calma… me calma

cuando te marches creceré
recorriendo tantas partes que olvide
y mi tiempo ya lo ves

tengo espacio  y es el momento de crecer

si te marchas viviré
con la paz que necesito y tanto ansié

espero que no vuelva más
que se quede tranquilito como esta
que ya tuvo bastante

fue tiempo para no olvidar
la zona mala quiere ahora descansar
que campanilla te cuide y te guarde

Dani Martín


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