miércoles, 4 de mayo de 2016

7 - LA ROMÁNTICA LUNA (poemas 61 a 70).





O mejor decir, llega tu recuerdo.
La locura de tu recuerdo reflejado en todas las cosas.
Incesante, errabundo, frenético, tu recuerdo que me busca por donde vaya, que me encuentro en cualquier lugar, por cualquier motivo, con cualquier disculpa.
Tu recuerdo, ese lecho mullido en el que me recuesto a ser feliz sin darme cuenta de nada más.
Y va pasando la vida a mi alrededor como un espectáculo vano porque yo sólo quiero tu recuerdo, el recuerdo de tu amor.
Cada día, perdido entre las cosas, perdido entre la luz, busco, incesante tu recuerdo, como si de un trabajo incesante se tratara, y te veo en cualquier lugar, y te veo aún sin verte porque te siento en el mundo como quién respira el aroma de una flor.
Porque tú eres para mí eso.
El perfume del mundo.
Y sin ti, sin tu existencia, el mundo para mí no tendría sentido.
¿Cómo podría librarme de tu recuerdo?
Dímelo.
Eterno entre las cosas vivo sólo de tu recuerdo.


318 - Mi superyó

Luego hay otro yo diferente, mi yo romántico, evocador, poético, nostálgico, melancólico, místico, mi yo transcendente, un yo que vive aparte de la realidad, que se alimenta de ideas, sueños, pensamientos, sentimientos, emociones, nostalgias, un yo que se realiza en la contemplación de la belleza, en el conocimiento, en la reflexión, la tranquilidad, el amor, ese yo más yo que yo mismo en ocasiones, un yo antiprosaico, con poco o nulo sentido de lo práctico, idealista, marginal, solitario, incomprendido, un yo sufriente, resignado, amoroso no obstante, entregado casi siempre, un yo que quiere creer en todo sabiendo que es inútil creer en nada, un yo que mira al más allá, a la muerte, que espera la muerte como una redención y del sufrimiento saca al fin su mayor aprendizaje, su mayor crecimiento, un yo que se sabe eterno aún viviendo en la contingencia de su día a día, un yo filosófico, religioso, hombre de fe, un yo recogido, hogareño, amante de lo íntimo, la ternura, la comprensión, el cariño, la solidaridad, un yo que sufre por las desigualdades, los problemas sociales, las injusticias, un yo que se siente sobre todo cercano a Dios, que reza, que comprende todo aunque todo parezca incomprensible, un yo respetuoso con la naturaleza, amante de los animales, compañero fiel y entregado de la verdad, un yo que se sabe igual a todos, aunque todos se crean diferentes a él, un yo con frecuencia discriminado, mirado raramente, un yo inverosímil en los tiempos que corren, un yo eterno, espiritual, esperanzado siempre, insensible nunca.


319 - ¿Vuelan los gansos sobre los lirios ya?

¿Dime, vuelan los gansos sobre los lirios de abril?
Tenaz espero durante el invierno la llegada lenta de la primavera
Que anuncia el vuelo de los gansos
Sobre los delicados lirios de abril
Abiertos sus bellos plumajes
Sobre las flores todas
Despliegan su vuelo de aves
Que no saben volar
Su graznido de pájaro
Que no sabe cantar
Con su pesado vuelo
Que apenas remonta el cielo
Me recuerdan con su llegada
La llegada lenta de la primavera
¿Dime, vuelan los gansos ya sobre los lirios de abril?
Desde esta penumbra tenue del invierno
No logro divisar ya la primavera
Aquella hoy lejana primavera en que los gansos
Pesados, alargaban su figura
Sobre el cielo color turquesa de la mañana
Y sobre los lirios de abril


320 - Solitaire moon

Me esperas en tu lejano confín del universo
Al que no puedo llegar
Pero me esperas, lo sé
Miro tu foco de luz
Tu aureola de puro planeta
Que suspendido en la negrura del cosmos
Me mira desde su divina potestad
Con mi catalejo de niño
Contemplo tu fulgurante círculo
De manchados continentes que no lo son
Tus mares de luz
Tus sombras
El territorio por el que mi imaginación deambula
Nunca podré llegar a ti
Es tan grande tu poder conmigo luna
Que nunca llegaré a ti
Porque yo soy tú
Aún desde esta desolada distancia
De hombre solitario que te contempla siempre
Sin llegar a comprenderte nunca


321 - Little poem for a litle prince

Sueña la noche con un día mejor
Y el día con una noche eterna
Sueña el sol con la luna
Y la luna con el amor


322 - El paseante enamorado

Ondulante ensoñación, tal vez pesadilla
Recóndita dicha, recóndito amor
Enséñame tu alma plena
Tu pecho cálido, tu boca serena
Tu luz de plata sobre el carmín
Paciencia toda encaramada en tu cintura
Por entre el esplendor de tu sexo
Contenida paciencia que estalla
En el alarido del goce de la pasión
Despiertas a mi voz
Despierto a tus caricias
En la suave dulzura de un nuevo día junto a ti
Terminarán las guerras y llegará la paz
Se extinguirán las florecientes civilizaciones
Y tú seguirás por siempre a mi lado
Vestigio de ti en mi alma
Más allá del tiempo
Vestigio eterno de amor
Y sobre mis labios el perenne recuerdo de tus labios
Y sobre mi mirada tu mirada feliz
Y sobre tu recuerdo toda mi vida
Como un palacio de mármol
Inamovible, inacabado, indestructible
Eterno y febril


323 - A mi sombra

Amor, sombra
Plata sobre la luz
Hermosa sombra sobre las aguas reflejada
Pasión perfilada en un contorno preciso
Me muevo y te mueves
Balanceas tu figura como en un baile de olas
Sombra, amor
Eclipse de mí mismo
Refulge tu estaño tenue sobre la tierra
Alumbra tu apagada luz mi alma
Y al fin en ti contemplo siempre mi ardiente dicha
Que deambula como un fiel reflejo, alargada y fugaz
Sombra, sombra
Espeso beso infinito
Que junto con mi débil voz te aprisiona en mí
Te ata a mí, en un tango apasionado
Febril de noches reencontradas en tu regazo
Tranquilo de lágrimas lloradas por ti
Amor, amor
Labios como besos de mis pasos
Sobre la ligera atmósfera de la tarde el péndulo de oro del sol
Avanza hacia ti y te destruye
En un confín de mí que desaparece
Como en un manantial de amor


324 - Chopin y mi gato

Sonaba en la radio un nocturno de Chopin
Anochecía sobre Madrid lentamente
En tus pupilas verdes se iba apagando el tenue reflejo de la luz del día
Y se te entrecerraban tus ojos, gato, con un pesado primer sueño
La dulce armonía del piano te acompañaba
Te mecía en tu ronroneo que punteaba los compases del piano
Chopin y tú tocabais al unísono, interpretabais toda la ternura del mundo
Toda la ternura que desde mi alma iba y volvía hasta la tuya
Rozando tu alma en una delicada caricia de amor
Se desvanecía el día, se desvanecía la música, te desvanecías tú en tu sueño
Ibas cayendo por suaves pendientes de arpegios entrelazados
Armonía que hacía nacer en mí sentimientos de belleza
De dulzura
Y de amor


325 - Mi último poema

Diré mi último poema al viento sobre las olas de abril
Sobre las olas de abril, de mayo, de junio…
Sobre las olas todas, sobre el mundo entero
Gritaré mi poema al cielo como un bardo, un juglar, un trovador
Que se atreve a todo sin saber nada
Que se pierde en todo, que no se encuentra en nada
Gritaré mi poema al mundo
A ti te gritaré mi poema desde el fondo último de mi voz postrera
Como una súplica a un dios inexistente
Como un lamento de amor final
De todo ese amor que sobre las olas del mar
Nunca supo llegar hasta ti
Como una pleamar inacabada que parada sobre el planeta
No te encuentra


326 - Steps

Steps over the hearth
Under the sun
Between the ruins
All over the ancient world
Looking for the knowledge of the history
In a vast unexplored desert of light and wisdom
The voyager is ready for the adventure of life
Alone with the only company of his thoughts
With the only destiny of the stars

La romántica luna (poemas 61 a 70)
José Ramón Carballo

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