Silencio
Había un silencio como una niebla
Que todo lo tapaba, lo desaparecía
Un silencio como luz cegadora
Como frío o calor, pero blanco
Era claro el silencio, luminoso
Absoluto, imperecedero, instantáneo
Compuesto por instantes sumados
O por un único instante repetido
Duraba el silencio casi por siempre
Era exterior, no había ruido de fuera
Mi atención era el silencio, mi cabeza quedó quieta
Vacía, no había nada, no pensaba ni deseaba
El silencio me inmovilizó, me invadió, noqueó
Como un aroma único, delicioso, reconfortaba
Era un alivio, una cura, otra dimensión
Inexplicable, desconocida, nueva
Se me dio a conocer de manera total
Y todo fue silencio
Y con él todo desapareció, quedó en suspenso
Dejó de ser, se volvió invisible, quedó detrás
Y dejé de observar sin notarlo, palpaba a ciegas el silencio
Que era como una seda invisible
Y me convertí yo también en silencio
Y desaparecí junto con todo en esa luz de seda
En esa luz, esa niebla, esa oscuridad, ese no ser
Sin voluntad yo ya de ser el mundo dejó de existir
Para siempre para mí por un momento eterno
Hasta que algo se oyó a lo lejos dentro de mí, un eco
Repetía lejano
El latir de mi corazón incesante repetido
Y volví del silencio a la vida
En la que todo desapareció también de nuevo
Menos yo
Ese falso yo que es ruido
José Ramón Carballo
6-enero-2019
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