lunes, 29 de septiembre de 2014

La película de la semana. Yves Saint Laurent. Jalil Lespert. 2014.




Difícil pronunciarme, estoy algo confuso sobre esta película, no me llegó tan profundamente como las dos anteriores que vi, La gran belleza y Tu voz entre otras mil, no me tocó tan adentro, no me emocionó hasta tal punto, aún teniendo ciertos momentos destacables no mantiene ese tono general que tienen las otras dos de transportarte a una belleza que te conmueve, y eso que el tema es la alta costura en París, podría, tal vez, haber dado más juego, con esa expectativa iba yo al menos, pero no sé bien si por falta de materia prima o de creatividad, la película en general se queda un tanto insuficiente, es como si hubieran cubierto el expediente pero no se hubieran querido complicar excesivamente en su elaboración, o como si, esto parece más seguro, les hubiera faltado brillantez, inspiración, ideas, creatividad…
No sé si la vida de Saint Laurent hubiera dado para más, seguramente en un reportaje se hubiera desplegado mejor la verdadera dimensión de este modisto, la línea argumental de la película pasa factura, sin dudarlo, y la acerca a una especie de estrenos tv, de esos que si estás en casa viendo la tele cambias de canal en el primer desliz, y es que es una película un tanto llena de desafortunados deslices y algún que otro lugar común que no despierta mayor interés en un espectador acostumbrado a otro tipo de cine no tan obvio.
Ya se sabe que Saint Laurent era gay, ya se sabe que la alta costura es cara, ya se sabe que es un mundo lleno de celebrities, ya se sabe que el mundo artístico coquetea en mayor o menor medida con las drogas, ya se sabe que las relaciones de pareja en general no son fáciles, bueno, se saben muchas cosas previamente y eso es precisamente lo que nos cuenta la película, sin embargo otras que no conocemos quedan sin plantear o se plantean de una manera algo tosca.
Queda fuera de foco el lado más artístico, creativo, más inspirador de la alta costura, es más, cuando se esboza da la impresión de que a Saint Laurent le sonó la flauta por casualidad, mientras veía libros ilustrados, sinceramente creo que está algo desenfocado y toscamente presentado, por no decir preterido, el proceso creativo y sus resultados, pero no deja de ser difícil plantear eso con brillantez dentro del guión de una vida, tal vez, como digo, mejor en un reportaje o documental, en cualquier caso la película se promociona como un producto lejos del biopic clásico, no sé si lo está o no, pero el resultado es realmente pobre.
Esperemos a ver el otro biopic sobre Saint Laurent, el de Bertrand Bonello, cuando se estrene.

El paseante

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