"El suave
tacto de tu piel que iluminaba mi alma con la luz del amor..."
Mi querido
niño, mi tierno infante, no veo el momento de volver a acariciar tus
cabellos, de sentir el suave tacto de tu piel, el delicado roce de tus
labios, y la dulzura de tu mirada sobre mí.
Quiero volver a oír la
música de tu voz, susurrando en mis oídos palabras de amor, escuchar la
ternura de tus amorosas palabras aleteando en el aire como mariposas de
amor que acarician mi cuello con el suave roce de sus alas de seda,
haciéndome estremecer de placer.
Estar ya siempre junto a ti,
por toda la eternidad, amor, te quiero.
La Reine
Marie
Antoniette
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