viernes, 25 de mayo de 2012

La lectura del fin de semana. Adiós a Berlín. Christopher Isherwood. 1939.



Es la novela en la que está basada la película Cabaret de Bob Fosse, Sally Bowles en la imagen, interpretada por Liza Minelli, inolvidable.
El autor de la novela es Christoper Isherwood.
Recientemente Tom Ford, el diseñador metido a director de cine, dirigió una adaptación de otra obra suya, Un hombre soltero, de contenido, al igual que Adiós a Berlín, autobiográfico.
Isherwood, escritor inglés, homosexual, apátrida, ciudadano del mundo, vivió en Berlín el ascenso del nazismo y huyó a Estados Unidos en donde acabó de profesor de literatura inglesa, como tantos otros intelectuales que se pusieron a salvo de una Europa incendiada por odios, sectarismos, exterminio y guerra.
La película no tiene nada que ver con la novela, es la novela mucho más compleja, más fragmentaria, más variada, con una riqueza en los personajes que da como resultado una foto mucho más fidedigna de la situación de Berlín en los años 30.
 Fresco histórico de aquel Berlín de la República de Weimar, modelo de libertades, a la que puso fin Hitler ganando por mayoría abrumadora unas elecciones democráticas, tras las cuales suprimiría la democracia.
Cosas de la democracia...
Mientras, Berlín seguía en una decadente ignorancia de la situación que se avecinaba, consistiendo abusos y mirando para otro lado.
Isherwood aplica su fina sensibilidad en retratar ese mundo que desaparece, esos momentos finales que aún viven del pasado, y esos dramas humanos cruzados, en los que distintos personajes marginales buscan la felicidad sin saber bien cómo encontrarla, cruzando y separando sus destinos y pensando que el futuro les pertenece.
The future belongs to us, decían los nazis en sus himnos, y mientras la gente corriente, la gente de la calle seguía pensando que el futuro les pertenecía a ellos.
Pero el futuro se encargaría de desengañarlos.

el paseante

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