jueves, 15 de junio de 2017

Fracasados ilustres.



Fracasados ilustres


Supongo que el primer fracasado del que tuve noticia fue Peter Pan, allí sentado en la oscuridad del antiguo cine Callao, contemplé, sin que las piernas me llegaran al suelo, sentado en la incómoda butaca de terciopelo rojo y altísimos reposabrazos, el primer fracaso del que fui testigo, aquel pobre niño quería volar y en realidad volaba, pero enseguida, al volver a casa comprendí que aquel pobre niño de la pantalla era yo en realidad y que yo sí que no podía volar, triste, todo empezó con él y continuó al poco tiempo con un fracasado de mucho mayor calibre, más real y de carne y hueso aunque cinematográfico también, Benhur, éste sí que no lograba volar, ahí sentí por primera vez el dolor del fracaso inmerecido, del sufrimiento injusto, el dolor del héroe que fracasa, porque si de algo va el fracaso o a alguien afecta especialmente es a los héroes, siempre que hay un fracaso, un fracasado, antes, inmediatamente antes, ha habido un héroe en potencia, un triunfador, un titán, la mitología tiene muchos ejemplos, Aquiles sin ir más lejos, ése Ronaldo del mundo antiguo, que sin embargo un día cayó…

Poca información en internet sobre el tema, wikipedia no dice nada, tendré que continuar mi investigación en solitario. Se ve que no es un tema que interese mucho, se trata de algo un tanto decepcionante, de lo que la gente no quiere saber nada, pero sin embargo creo que el fracaso en sí mismo contiene una elegancia de la que el triunfo carece, y para comprobarlo fijémonos en la foto, en ese Bogart dandy que parece a punto de recibir un balazo. Está provocando que se lo carguen, está claro…

Como a Sócrates con la cicuta, a la Swanson con su locura, a Hans Castorp con su tuberculosis, a Rick de Casablanca con su desamor, a el Quijote con su integridad, a Cervantes con su pobreza, a Proust con su raza, a Napoleón con su grandeza, y así hasta el infinito, pero fijémonos en éste último caso, puede la grandeza ser causa del fracaso?, como antes dije en el momento previo a convertirte en un fracasado siempre se es un héroe en potencia, y es que hay un exponerse del héroe para cumplir su destino último, el fracaso, creo que todos los ejemplos anteriores lo corroboran, Sócrates no huye, se deja apresar, la Swanson culmina su fantasía llevándola hasta sus últimas consecuencias, Hans Castorp se deja atrapar pos el sanatorio internacional Berghof, Rick por su nostalgia del pasado, el Quijote por sus libros de caballerías, Cervantes por el vértigo de su imaginación, Proust por su confinamiento creativo, Napoleón por su ambición, todos ellos son ejemplos de fracasados adictos al fracaso, seguramente fracasados reincidentes que bajaban poco a poco los escalones de la vida como quién desciende a los infiernos, sin remedio, y que bajando la escalera nos dejaron testimonio de la enorme fuerza del fracaso, su tremenda lección, la enorme humanidad que contiene, la de la pérdida irremediable y el paso del tiempo gastado inútilmente se haga lo que se haga, se sea quién se sea, se vaya donde vaya.

el paseante


1 comentario:

  1. Que te concedieran el Nobel de literatura sería la mejor recompensa a toda tu obra fracasada. Creo que eres el escritor más importante de todos los fracasados actuales.
    Enhorabuena. Los grandes artistas como tú se merecen un profundo fracaso. Eres mi ídolo fracasado. Lastima que seguramente tras tu muerte intentarán adulterar tu puro fracaso y convertirlo en un inmerecido éxito.

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