Lips
Los labios son sin lugar a dudas la
parte más sensual del cuerpo, su contemplación antecede al beso, al deseo de
besar, que es, en mi opinión, el acto en el cual se funden en el deseo el
cuerpo y el espíritu.
Podríamos decir que el beso es la
frontera entre cuerpo y espíritu en el acto sexual de entrega amorosa entre dos
personas.
En ocasiones con el beso bastaría
para sublimar el amor, sería suficiente un beso apasionado y dejaría colmadas
todas nuestras expectativas de fusión con la persona amada.
Besar si no hay amor no es más que un
tosco prolegómeno del sexo, y si ni siquiera hay beso está bien claro el
asunto, no se da la magia de la unión entre las almas en el acto sexual.
No son incompatibles el deseo sexual
y el amor, son complementarios, no hay que pensar que el amor, el amor
verdadero, se mancha con el deseo sexual y su satisfacción, siendo más bien la
parte carnal del amor algo así como la rúbrica de algo que se ha producido
previamente a nivel espiritual.
Y los labios son ese punto fronterizo
que nos abren las puertas de la otra persona, nos funden a ella en alma y en
espíritu.
el paseante
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