Es guay, ¿verdad?, parece pintado por un niño, Pop Art, objetos cotidianos elevados a la categoría de artísticos en su representación, cuanto camino recorrido desde Las Meninas a este cuadro tan íntimo, cercano, entrañable.
Nos despierta cierta ternura esta estampa doméstica que parece un rincón cualquiera de la casa de cualquiera, impecable cómo trata el efecto de la luz el artista, cómo resuelve el colorido, como equilibra en perfecta armonía las formas, sus proporciones, haciendo que en conjunto el cuadro represente un significado, que el cuadro nos hable, nos diga algo.
¿Y qué es lo que nos transmite?
Pues para mí transmite belleza, sosiego, armonía, delicado equilibrio, transparente luz.
Y por encima de todo un criterio estético, una definición de la belleza en lo cercano, lo doméstico, lo cotidiano.
Tal vez alguien que no tenga alma y visión de artista vea este rincón de esta casa y no le diga nada, no sienta nada especial, pero el artista, el verdadero artista ve con los ojos del alma allá donde va, y ve más allá de las cosas, más allá de las evidencias, el artista, el verdadero artista, sabe ver el alma de las cosas y sacarla a la luz, contarla, sea con colores o con palabras, un alma que duerme en el interior de todo y que sólo un verdadero artista es capaz de desentrañar y expresar.
Luego, al verlo, al ver su obra, los demás dirán, claro, qué verdad es esto, qué belleza, qué profundo, muy cierto, es un genio, me hace pensar, me sugiere ideas, pensamientos, sentimientos, emociones, me hace vivir mejor, sentir más la vida, vivir más intensamente, ser más lúcido, más consciente.
A partir de la visión del artista, desde la visión del artista, la vida tiene otra dimensión, otro significado, otra proyección, un nuevo sentido, diferente al habitual, al obvio y evidente.
Porque un artista es precisamente eso, un mago que nos descubre la realidad que se esconde debajo de la realidad, más allá de la realidad.
El artista es aquél que convierte siquiera sea por un momento en artista al espectador de su obra y le hace vibrar en una nueva dimensión de lo real.
el paseante
Nos despierta cierta ternura esta estampa doméstica que parece un rincón cualquiera de la casa de cualquiera, impecable cómo trata el efecto de la luz el artista, cómo resuelve el colorido, como equilibra en perfecta armonía las formas, sus proporciones, haciendo que en conjunto el cuadro represente un significado, que el cuadro nos hable, nos diga algo.
¿Y qué es lo que nos transmite?
Pues para mí transmite belleza, sosiego, armonía, delicado equilibrio, transparente luz.
Y por encima de todo un criterio estético, una definición de la belleza en lo cercano, lo doméstico, lo cotidiano.
Tal vez alguien que no tenga alma y visión de artista vea este rincón de esta casa y no le diga nada, no sienta nada especial, pero el artista, el verdadero artista ve con los ojos del alma allá donde va, y ve más allá de las cosas, más allá de las evidencias, el artista, el verdadero artista, sabe ver el alma de las cosas y sacarla a la luz, contarla, sea con colores o con palabras, un alma que duerme en el interior de todo y que sólo un verdadero artista es capaz de desentrañar y expresar.
Luego, al verlo, al ver su obra, los demás dirán, claro, qué verdad es esto, qué belleza, qué profundo, muy cierto, es un genio, me hace pensar, me sugiere ideas, pensamientos, sentimientos, emociones, me hace vivir mejor, sentir más la vida, vivir más intensamente, ser más lúcido, más consciente.
A partir de la visión del artista, desde la visión del artista, la vida tiene otra dimensión, otro significado, otra proyección, un nuevo sentido, diferente al habitual, al obvio y evidente.
Porque un artista es precisamente eso, un mago que nos descubre la realidad que se esconde debajo de la realidad, más allá de la realidad.
El artista es aquél que convierte siquiera sea por un momento en artista al espectador de su obra y le hace vibrar en una nueva dimensión de lo real.
el paseante
No hay comentarios:
Publicar un comentario