Face
Los rasgos faciales constituyen una especie
de mapa lleno de caminos, rincones pintorescos, plácidos paisajes que conducen
al deseo.
Cada cual tiene sus claves inscritas
en algún lugar de su percepción que le hacen fijarse en determinados aspectos
de la fisonomía frente a otros que pasan desapercibidos, y es en ese particular
cocktail o mix en el que se queda enganchado el deseo.
Parece casual que nos atraiga otra
persona pero no lo es en absoluto, ya está inscrito previamente en nuestra
mente qué aspectos de su fisonomía son los que nos van a hacer fijar en ella,
llamándonos poderosamente la atención y excitando nuestro afán de estar junto a
ella, desearla, amarla.
Os habrá pasado alguna vez, seguro,
si lo analizáis veréis como tenéis un “tipo” de fisonomía que os resulta
atractivo.
Seguro.
el paseante
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