miércoles, 16 de octubre de 2019

Tarea difícil la de la sentencia.




Tarea difícil la de la sentencia, materia incierta la del proces, no hay por dónde cogerlo, según se ponga el énfasis en un aspecto u otro es totalmente diferente la conclusión, para empezar es como juzgar sentimientos, y al final es en lo que ha caído la sentencia hablando de ensoñación, pero entonces ha servido de poco tanto tiempo de espera y de disquisiciones jurídicas, al no haber precedentes sobre hechos parecidos los jueces han estado seguramente algo perdidos.
¿En qué medida lo que sucedió es un delito?, ¿Y de serlo qué delito sería?, ¿Y si lo fuera sería en grado de tentativa o de realización?
Una vez subidos al carro de la rebelión por parte del instructor es difícil dejarlo todo en nada, ahí estaba la sedición esperando como alternativa más suave, y la desobediencia como alternativa del aquí no ha pasado en realidad nada.
Pero si los procesados llevan 2 años de prisión provisional cualquiera deja todo en nada, qué sentido hubiera tenido, se pregunta uno.
Al final la sentencia recoge el argumento de las defensas, un sueño imposible, un idealismo, una representación para forzar la negociación con el gobierno, puro teatro.
Luego no hay rebelión, no se atentó contra el orden constitucional, pero dice la sentencia que sí hubo sedición, se atentó contra el orden público.
Sin embargo, y desde un punto de vista formalista, se atentó contra la constitución con leyes promulgadas por el Parlamento, pero eran ensoñaciones por lo visto, y por contra es difícil probar que las alteraciones del orden público partieran de los procesados, el nexo causal es imposible de establecer claramente, eran actos espontáneos de los manifestantes dijeron las defensas, y lo dirán en los próximos recursos que acabarán levantando el delito de sedición a buen seguro.
Creo que al final todo quedará en desobediencia, el Supremo ha marcado el camino sacando de consideración en las siguientes instancias procesales a la rebelión, que era, dada su evidencia normativa, el delito más probado.
La violencia sigue dándose, incluso hoy con mayor fuerza que durante el proces, arden las calles de Barcelona contra la sentencia y, sin embargo, no se procesa a los responsables políticos que gobiernan hoy Cataluña, porque lo que dicen es que son manifestaciones, nada más, doble rasero para estos políticos con respecto a los procesados.
Para este viaje no necesitábamos alforjas, podría haberse simplificado todo tanto desde el principio, incluso antes de que se cometiera la declaración de independencia, si el gobierno de entonces no hubiera dejado pasar las cosas.

El paseante


1 comentario:

  1. Pienso que con la sentencia se confirmó que lo que hicieron los condenados, era posible de hacer, aunque fuera delito. Penamos el homicidio porque alguien puede matar. Pregunto: si penamos lo que hicieron los condenados con el nombre que quieran, ¿realmente es posible independizar Cataluña sólo que de momento es ilegal?

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