martes, 28 de mayo de 2019

La pobre Carmena se va.




La pobre Carmena se va, un tema delicado, como madrileño creo que no ha sido una buena alcaldesa, Madrid es un negocio muy complicado como para dejarlo en manos de alguien así, no daba el perfil, cosa que en los políticos es lo habitual, pero es que tampoco tenía cualidades para enfrentarse a ese reto, con frecuencia los políticos llegan a los cargos sin tener ni idea de la materia pero con frecuencia eso lo suplen con cualidades personales, aptitudes y actitudes, y un buen equipo, muy diferentes a lo de Carmena, no se puede estar en un puesto así de figura decorativa dejando hacer a esa jaula de grillos que ha tenido por equipo, por mucha imagen que se quiera explotar de persona bonachona, tranquila, templada, Madrid necesita otro brío, otra decisión, otro interés y otra entrega.
Las calles sucias, llenas de baches, inseguridad, sin inversión en los barrios, sólo determinadas zonas pudientes de la ciudad han recibido atención, el resto desatendido, ni siquiera se molestó en asear las calles o asfaltar para las elecciones, el desinterés y la vagancia pudieron con ella en la seguridad de que era imbatible, como una especie de sacrilegio desbancar de la alcaldía a una abuelita tan simpática.
Pero el problema no es ser joven o viejo, ser más simpático o menos, el problema es hacer cosas y mejorar la vida de los madrileños o no, si tienes esa responsabilidad no puedes echarte a dormir y ganar 100.000 euros al año tal y como está el país.
Y para remate Madrid Central metido con calzador en el último momento para hacer más difícil la vida de los madrileños, los coches contaminan, menuda novedad, hay que renovar el coche para circular por Madrid Central como si todos fuéramos ricos como ella y pudiéramos cambiar de coche, que se lo digan a los repartidores y sus viejos cacharros o a los residentes en Madrid Central a los que se iba a prohibir circular con coche sin etiqueta ambiental el próximo año, da igual tu renta, tus necesidades, surrealista.
Y los problemas a los comercios al no poder acceder los clientes en coche, y los problemas a los padres de familia para llevar a los hijos al colegio…
Da igual, aire limpio, supuestamente, porque los coches siguen circulando en los límites de Madrid Central y la boina de contaminación es la misma, nadie se preocupó de hacer un análisis serio de las consecuencias de la medida y de sus pírricas ventajas.
En fin, una decepción tener que sufrir gobernantes así durante cuatro años, tiempo perdido, involución, absurdo, incomodidades.

El paseante


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