La película de la semana. Dolor y Gloria. Pedro Almodóvar. 2019.

Ayer estuve viendo Dolor y Gloria de Almodóvar, muy buena película, vaya esto por delante, de las que dejan poso, más según piensa luego uno en ella que en el momento porque según se ve lo que más destaca es su buena factura, su digamos magistralidad en todos los aspectos, y su belleza, como siempre en el cine de Almodóvar.

En ella el director se desnuda y hace balance de sí mismo, de su trayectoria vital y profesional, tiene por ello un tono intimista y de remembranza, con flash-backs al pasado de su infancia de una belleza perturbadora, en la primera imagen aparece Banderas, alter ego de Almodóvar y protagonista de la película, sumergido en una piscina, inmóvil, de frente a la cámara erguido, fue verle y pensé en el comienzo de Memorias de Adriano, no supe bien por qué, a continuación la película describe sinópticamente con la voz en off del protagonista todas sus dolencias y padecimientos, y volví a decirme: Adriano, en la novela Yourcenar comienza con la visita del Emperador a su médico y narra igualmente sus padecimientos. Llega un momento para todo hombre en el que la vida es una derrota aceptada, pensé, y a partir de ahí la película me fue llevando de la mano por la vida del director igual que Yourcenar te lleva en la novela por la vida del emperador Adriano.

En el amor como en la buena literatura y en el buen cine el tiempo no exite, y eso pasa en esta película, el tiempo no existe.

Me gustó especialmente el papel del niño y su interpretación, increíble, Banderas está en su papel de Almodóvar 100% Almodóvar, y Asier (de apellido impronunciable) se sale del papel en el buen sentido porque eso precisamente es lo que se pedía a su personaje, que se saliera en el buen sentido, magnífica interpretación.

Almodóvar como director de actores, Almodóvar como director de películas inolvidables, Almodóvar siempre, que no nos falte nunca y que siga dirigiendo, crisis que precede a una nueva etapa, Almodóvar es mucho Almodóvar para deleite de todos, único, irrepetible, genial, animula vagula blandula, hospes comesque corporis, que diría el Emperador.

Almodóvar es una parte de mi vida.

El paseante