No sé qué fue antes si el animal o la joya, parece que hasta
que no se creó la joya no vimos del todo la belleza deslumbrante del animal,
como tantas otras veces lo artístico centra nuestra percepción de lo natural y
nos lo muestra tal y como no somos capaces de llegar a verlo del todo pero sin embargo
es, profundizando en todos los componentes estéticos que se escapan en detalle a nuestra
consideración global si bien son percibidos por nosotros de manera inconsciente, las
panteras de Cartier hacen que reconozcamos la belleza del animal en toda su
amplitud y le conozcamos como no éramos capaces de conocerle por nosotros
mismos sin ayuda, nos lo muestra y entonces decimos, caramba es verdad, han
captado la esencia viva de la pantera con todos sus matices, yo lo había visto
pero no lo había percibido, no lo había considerado con tal intensidad, de una
manera tan vívida y perturbadora, el arte me lo muestra para que lo reconozca
profundamente, con todos sus matices, el objeto artístico sacude mi
sensibilidad y me despierta a lo real a través de su representación mediante la
visión universal que el artista hace de ello.
El paseante
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